miércoles, 28 de diciembre de 2022

FIFA

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JOSU AIZPURUA

En la clasificación FIFA, España es el 10, Marruecos el 11, Portugal el 9, …y Haití el 87.

¿De qué nos tenían miedo? No somos ninguna potencia mundial; somos los 10. El absurdo tiqui-taca que olvida la Ley del Futbol, el GOL, deja tranquilas a las defensas que ven como se dan la vuelta una y otra vez sin resultado alguno; no chutan y no meten gol.

Pero como siempre la sección futbolera de La Casta puso en marcha la Brunete mediática y los fachafans se pusieron en marcha con la Copa ya ganada. El “pueblo” ya gozaba de las glorias, que al final fueron de Messi y los argentinos, lo que les dolía mucho sin merengones de por medio.

Y siempre es lo mismo: no pasamos del 10 en nada y cada vez pintamos menos en el concierto mundial en cualquiera de sus ramas, pero; aquí no se ponía el sol.

Mientras no se coloque a la españolada en su lugar, las frustraciones serán la realidad que vean las juventudes de este Estado fallido y deambulante por las fantasías de sus rectores y adosados.

Que 50 millones de personas intenten crear un Estado UE, no es nada complicado, pero si se pretende basarlo en glorias del pasado, inexistente, en nación de naciones (camión de camiones), unidades ficticias e imposibles, y en casposo fascismo encubierto; la misión es imposible.

La Constitución78, que vale para un roto y un descosido, siempre que sean neofranquistas, es un brindis al sol hecho al germánico modo de chaqueteros infumables, de los del convoluto. Brandt no conocía el paño.

Los cimientos de un Estado parten de una voluntad expresada por sus miembros representativos de constituirse en Estado, y los del 78 eran todo menos representativos de los que forzaron la imposibilidad del Franquismo sin Franco desde Universidades, fábricas, grupúsculos, y calles incendiadas. Sin buenas bases no era extraño que nos encontráramos 40 años después ante el kilombo institucional.

La Democracia tiene sus reglas, pocas y claras, y anteponerla un “estado de derecho”, la invalida. Nunca una Ley estará por encima de una voluntad democrática.  Jamás se podrá oponer la voz del Pueblo, aún deformada y D’Hondt manipulada, a la de “instituciones” manejadas y nombradas por los interesados en mantenerlas y cobrarlas.

El Referendo es la solución democrática a los conflictos, pero el Estado español, falso y neofranquista, se ocupó de prohibirlos para que no cayera todo su edificio.

Sin Referendos, no sabremos la realidad del Pueblo, la ciudadanía conviviente en un espacio que se pretende Estado, pues Nación nunca lo será bajo su realidad Plurinacional, y Colonial.

La continuidad franquista que asola al Regimen78, impide todo avance en la construcción de un Estado aprisionado en una Constitución78 sin un gran valor democrático y ajena a una realidad popular. Es una losa.

 

 

 

 

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