FASCISMOS OPINABLES
ANÍBAL MALVAR
Aunque preferiría estar pisando tumbas ilustres en el cementerio de Montparnasse, enciendo la televisión y veo a un iletrado youtuber alardeando de que se folla a chavales o chavalas sin condón, alegando falsamente que es estéril. Tiene 26 millones de seguidores en tik-tok, o como se escriba, una red social. No es especialmente guapo. Y, si le escuchas hablar, es difícil elaborar con él un diccionario de más de treinta palabras, bro. Si te pones a mirar, resulta que este analfalopiteco multiplica por cuatro, en influencia en las redes, los votos que obtuvo en las últimas elecciones nuestro actual amado líder, o sea, el presidente del Gobierno.
Por otra parte, el
mismo día o casi, veo que Pablo Casado, líder del PP y candidato a gobernar
nuestro glorioso imperio, que sacó solo cinco millones de followers en las
elecciones del 10-N, anda criticando a Pedro Sánchez por ahí porque eligió a los
ministros a dedo. En lugar de hacer como en cualquier país democrático, donde
los ministros se eligen escupiendo un hueso de aceituna sobre los azarosos
candidatos, a ver a cuál le da en la frente, nuestro presidente escoge a sus
ministros a dedo, como una deliciosa onanista. Y así todo.
Dicen los estudios
científicos que, por primera vez desde que se cuantifica la inteligencia, el
cociente intelectual medio de los humanos jóvenes empieza a descender. Yo no
estoy muy de acuerdo, pues mi madre es mucho más inteligente que yo, y lo
demuestra cada vez que me ingresa pasta en la cuenta. Pero, si en vez de tomar
el todo por mis partes, como un simple sinecdófilo, observo el orbe mundo en su
conjunto, con sus youtubers y tiktokers, con sus influencers pisoteando a Noam
Chomsky, y a Donald Trump o Pablo Casado o Felipe González dispuestos a liderar
el mundo, pues me da como una urticaria intelectual. Y me pica el cerebro, que
es muy difícil de rascar.
Thank you for
watching
La universalización
del saber que nos ha traído el invento internético, solo nos ha servido para
depauperar el saber. Como el conocimiento está tan a mano, se desprecia. El
enciclopedismo ha sido sustituido por esa amalgama de disparates llamada
wikipedia. Hace ya unos años, llamé a los de la wikipedia esta para que
retiraran la entrada sobre mi persona. Estaba más llena de errores que mi
propia vida, y eso que yo los errores los he cometido cotidianamente y a
conciencia. Fueron muy amables y enseguida me borraron. Ahora ya no corro el peligro
de convertirme en influencer, circunstancia que tampoco me desvela, pues hace
tiempo que guardo mis viejas cajas de condones en alcanfor.
Lo del youtuber
este, lo de wikipedia, o lo de Pablo Casado, es el nuevo saber que nos coloniza
desde la ignorancia. Hace poco he leído, en no sé qué periódico, que los
historiadores europeos están intentando vindicar que su ciencia no es opinable.
O sea, que años de indagación, documentación y estudio plurales no pueden venir
a ser desmentidos por opinadores veleidosos, negacionistas del holocausto,
defensores de la amabilidad del franquismo.
En octubre del año
pasado, el eurodiputado de Vox Hermann Terstch (ex figura de El País, ojo al
dato), pretendía clavar en el Parlamento europeo una loa al Valle de los
Caídos, Valle de los Tirados, y fue respondido por el presidente de la cámara
unionista, un tal David Sassoli: "El Gobierno de la República Española,
legítimo, constitucional y democráticamente elegido fue derribado por un golpe
de estado. Quien dirigió aquel alzamiento, el general Franco, fue un dictador y
su régimen practicó la persecución y eliminación sistemáticas de sus
adversarios políticos. Achacar a los partidos que apoyaron aquel gobierno
[republicano] el 'destruir la democracia y las libertades' no es opinable, es
una falsificación de la historia".
Pero es que no se
pude pelear contra los tiktokers sin condón, contra los casados sin cultura ni
contra los tertsch sin conciencia. Yo estoy deseando que nos invadan los
marcianos de Mars Attack, a ver si espabilamos o leemos o algo
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