CUBA A LOS HIPÓCRITAS DESNUDA
POR PABLO HASÉL
Los medios del capitalismo, cuya “libertad de prensa” es la de mentir y ocultar información, pagados por quienes sin estos no se sostendrían en el poder, bombardean a todas horas con el cuento de que en Cuba “hay revueltas por la democracia”. Tal es su descaro que, mientras muestran vídeos con pocos manifestantes, hablan de protestas masivas y califican la tibia actuación policial como brutal represión. Entonces ¿cómo hay que calificar las fuertes y numerosas palizas policiales durante el referéndum en Catalunya, en los desahucios (inexistentes en Cuba) o en tantas manifestaciones aquí?
En las Marchas de la Dignidad realizadas en Madrid hace escasos años (también brutalmente reprimidas) había muchísimos miles de personas reclamando derechos que en Cuba están garantizados a pesar de contar con menos recursos y de sufrir un duro bloqueo. Entonces, estos medios, no propagaban titulares como “luchas contra la dictadura”, tampoco lanzan ahora esas acusaciones contra sus socios saudíes a quienes venden armas para masacrar o sobre Abu Dhabi donde el rey emérito vive a todo lujo, burlándose de nosotros desde su absoluta impunidad. No hace falta ir tan lejos para hallar la peor barbarie que Cuba no practica: los gobiernos de PP y PSOE han participado en invasiones imperialistas asesinando a miles de inocentes.
Es precisamente por
su desafío al imperalismo que Cuba sufre este constante acoso mediático, tras
hacer fracasar los acosos militares que intentaban invadir la isla. Hoy el
imperialismo sigue pagando mercenarios para, desde dentro, intentar
desestabilizar el país, aspirando a una insurrección que no han logrado porque
la inmensa mayoría se opone a perder las conquistas de la Revolución y es
consciente de las terribles consecuencias que tendría ser dominados, otra vez,
por los yanquis. Si con todos los poderosos medios de que dispone el frustrado
invasor, sumados a su persistencia durante décadas, el pueblo quisiera poner
fin a su modelo de Estado, ya hubiera sido derrotado hace mucho tiempo.
La “democracia” que
el imperialismo y sus medios esbirros quieren imponer es la esclavitud que
glorifican poniendo como ejemplo a los Amancio Ortega de turno, explotadores
incluso de la infancia en numerosos países. No soportan que en Cuba no puedan
hacerlo ya que, ahí los niños tienen acceso a la educación, a la sanidad, a la
vivienda, etc., algo que Estados Unidos, con mucha más riqueza por, entre otros
factores saquear y explotar a otros pueblos, no asegura a su población.
Cuando Cuba dijo
basta con una Revolución, la agredieron de forma tan despiadada mediante un
bloqueo criminal que, para perjudicar su desarrollo y mantenimiento del nivel
de vida, llegaron incluso al punto de impedir la entrada de medicamentos. Aún
así, su sanidad ejemplar, ayudó a países tan poderosos como Italia que no
invierten lo necesario en esta. También se ofrecieron al régimen español,
siendo rechazados mientras dejaban morir a ancianos abandonados en residencias
y los trabajadores sanitarios desesperaban, sin medios o se contagiaban sin
seguridad. El Gobierno “progresista” reservaba el dinero público para regalar
millones a las televisiones que manipulan sobre Cuba y tanto más.
La insoportable
hipocresía adquiere mayores dimensiones cuando dan lecciones sobre libertad de
expresión. El vocero sin escrúpulos de la burguesía, Risto Mejide, dijo que:
“si detienen por contar lo que pasa es una tiranía”. ¿De qué me suena? Será que
estoy encarcelado por contar hechos probados pero, ni él ni otros medios que
precisamente no cuentan lo que pasa, difundirán las canciones y los tuits por
los que (como a muchos) me han condenado. Demasiada libertad tienen en Cuba los
medios extranjeros que inventan la realidad y los gusanos que trabajan para una
potencia que quiere invadir el país. Esta labor está penada en otros Estados
con muchísimos años de prisión. En Cuba no encarcelan a nadie por contar lo que
pasa o por ser críticos como sí ocurre aquí, cosa que no tiene nada que ver con
apoyar al imperialismo que pretende empeorarlo todo, como ocurre en cada lugar
donde mete las garras. Allí hay muchos revolucionarios descontentos con ciertas
reformas ajenas al Socialismo y por cuestiones mejorables. Esa es la crítica
legítima y necesaria, no la de quienes pretenden que multimillonarios desde
Miami tomen el poder. En Cuba, la posibilidad de participar en las decisiones
políticas que repercuten en la vida cotidiana es infinitamente mayor que la de
aquí, donde son las grandes empresas quienes las dictan y, si no tenemos capital,
anulan nuestra capacidad de incidir. Es por ello que sólo nos queda la lucha
que los enfrenta.
Cuando en Cuba hay
disturbios y saqueos sin servir a causa justa, algunos dicen que son por
libertades y necesidades. Cuando suceden aquí, sin ser alentados por potencias
extranjeras, dicen que son vandalismo y violencia totalmente condenable.
También omiten que aquí vinieron Brigadas de Alfabetización cubanas porque, a
diferencia de allí, aún hay muchas personas que no saben leer ni escribir.
Tampoco dan difusión a las auténticas revueltas que han tenido lugar en Chile,
Ecuador, Francia, Colombia y otros lugares de carácter marcadamente
anticapitalista. Es imprescindible denunciar el papel intoxicador de estos
medios y desmontar sus mentiras donde sea posible. No sólo agreden a otros
países, también atentan contra nuestros intereses más cercanos. La farsa de
estas “revueltas” en Cuba puede resumirse con una anécdota que aconteció
durante el anterior Gobierno del PSOE de ZP: Trajeron a vivir aquí a varios “opositores”
y pasado un tiempo, estos pidieron volver a Cuba ya que, comprobaron que en el
Estado español, tenían que pagar un elevado precio por la vivienda y la
educación, faltaba trabajo, etc., y en la absoluta pobreza, carecían de
derechos que en la isla tenían garantizados. Conocieron entonces, la
maravillosa libertad de la dictadura del capital.
La sinvergüenza
dirigente de UP, Yolanda Díaz que proviene del PCE, se ha sumado a la
criminalización de Cuba (ya ni eso defienden) y exige, entre otras demandas que
aquí incumple, la inmediata liberación de los detenidos en Cuba. No la hemos
visto pedir lo mismo al Gobierno del que forma parte respecto a todos los
detenidos y presos políticos del Estado español. No esperábamos más de alguien
que también alabó a Amancio Ortega. Como digo al principio del artículo, la
conexión cuadra. Tampoco dijeron nada los charlatanes de su calaña cuando aquí
se torturó y encarceló a periodistas, abogados, militantes de organizaciones
políticas, etc. Su séquito podemita ha amparado y ampara la impunidad de muchos
torturadores y asesinos fascistas como Billy “el niño” mientras se atreven a
señalar a Cuba. Defienden la permanencia en la OTAN y repudian que Cuba se
defienda de agresiones imperialistas. Pero oigan, todo en nombre de los
sacrosantos ” derechos humanos”
Cuba, una vez más,
pone al descubierto la hipocresía más repugnante de quienes, negando los
derechos más fundamentales, encima acusan a quienes los respetan de
pisotearlos. Cuba, una vez más, pone de acuerdo a la derecha y a la falsa
izquierda.
19 de julio de
2021,
Centre Penitenciari
de Ponent.
No hay comentarios:
Publicar un comentario