GARCÍA EGEA, EL CORTIJERO
DAVID BOLLERO
Las advertencias de primeros de mes se han materializado: Unidas Podemos ha denunciado al presidente de Murcia, Fernando López Miras (PP), por su presunta mediación para adelantar una cirugía a un familiar de Teodoro García Egea, secretario general del PP. El escándalo de este trato de favor fue destapado por Infolibre, que llegó a documentar la información con imágenes de los mensajes de móvil que se intercambiaron ambos dirigentes; algo por lo que, en lugar de asumir responsabilidades, García Egea se revolvió como un animal herido y denunció al medio de comunicación. El secretario general del PP, el mismo que acusa al gobierno de defender "a raperos y golpistas" y atacar "a los que trabajan y a la Justicia", parece actuar pasando por encima de la salud de sus compatriotas. Qué no haría estando en el gobierno.
Decía García Egea
que "cuando uno paga, ya no deja de pagar" y él parece no estar
dispuesto a pagar. ¿Por qué contratar un seguro médico privado si se puede
tratar a la Sanidad Pública como si fuera un servicio exclusivo para
privilegiados? Eso es lo que se desprende de las contrastadas y documentadas informaciones publicadas por
Infolibre, que han terminado por desembocar en los tribunales.
La operación se
habría producido en el hospital público Virgen de la Arrixaca -el mismo en el
que se privó del derecho a abortar derivando a la sanidad privada- y el
familiar de García Egea intervenido se habría colado a pacientes con misma
patología cardiaca y nivel de urgencia que llevaban más de un mes antes en
lista de espera. Ignoro si es por una mera cuestión de amistad, de influencia
por ser un superior o porque López Miras debe al secretario general del PP
mantener la presidencia de Murcia tras la esperpética moción de censura, pero
sea como fuere, asistir a cómo servidores públicos juegan con la salud y el
dinero público de los demás es una auténtica aberración.
En lugar de
satisfacer los caprichos de su jefe en Génova, López Miras haría mejor en
resolver los problemas que tiene su Sanidad Pública, como los más de 200 días
de lista de espera que en localidades
como Lorca sufren los murcianos para tener cita con el especialista o el
nefasto proceso de contratación que se vive de cara al verano: ya no es sólo
que, como denuncian los sindicatos, muchas de las bolsas de trabajo lleven más
de una década cerradas impidiendo que se inscriban más profesionales
sanitarios, es que la utilizada para este verano es la de 2019, sin haber
incluido las actualizaciones de 2020. Un despropósito que no sólo perjudica a
dichos profesionales, sino a los mismos pacientes.
Si López Miras se
ocupara y preocupara por cuanto sucede con la Sanidad murciana, más aún tras el
escándalo de más de 450 personas de altos cargos y funcionarios de dicha
consejería vacunados ilegalmente, quizás no habría sido necesario colar al
familiar de García Egea, cuya debilidad por los enchufes ha quedado al
descubierto. Y es que quien enchufa una vez, seguramente viene haciéndolo en
otros ámbitos con más frecuencia porque se trata de un modo de entender la
vida, de asumirlo como un beneficio que va con el cargo.
El modo en que el
lenguaraz García Egea ha actuado -y la sumisión al respecto de López Miras-,
según las informaciones aparecidas, ha de poner en guardia ante qué haría con
más poder. Imaginen las prebendas que asumiría como propias el secretario
general del PP si estuviera en el gobierno; quizás y como ha sucedido en otros
casos, cómo conseguiría que llovieran las ilegalidades que le benefician a uno
sin que éste ni siquiera parezca tener conocimiento de ello... qué cosas.
Hacen faltas más
personas honestas que, al detectar prácticas tan deleznables como éstas, se
nieguen y denuncien antes de que se produzcan, abandonar esa odiosa idea de que
cualquiera en la posición de García Egea (y su familiar) haría lo mismo. En definitiva y tirando del imaginario
popular, desterrar de una vez por todas esa tendencia de ciertos políticos a
tratar lo público como su propio cortijo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario