TRAS LEER "SIETESITIOS QUEDA LEJOS",
NOVELA DE VÍCTOR RAMÍREZ
POR
ISAAC DE VEGA (*)
El conocimiento de las gentes que
pueblan nuestros campos y barrios de las ciudades, gentes fuertemente
diferenciadas y con un fondo tan propio que pudiera resultar un tanto oscuro
para los de fuera, se nos muestra en este libro de Víctor Ramírez con una mayor
extensión y hondura que en sus obras anteriores.
Presenta una multitud de
cuestiones y razonamientos que en esas obras anteriores tan sólo se exponen o
plantean. Existe en él una propia forma de contemplar la vida, esa cosa
exterior que nos circunda y a la que es necesario de algún modo adaptarse.
Se prefiere el reducido, pero a
la vez extensísimo, mundo propio, que parece ser eterno e incambiable, y que
como tal se maneja dando resultados característicos que son la base de esa
especie de filosofía y hasta de metafísica, pudiéramos decir.
*
Se crea una determinada forma de
pensar y de juzgar lo que por alrededor sucede, mundo pequeño pero
tremendamente propio, asumido hasta lo más profundo y que queda ahí como
tallado en dura piedra.
En este orbe particular las cosas
no pueden suceder ni ser juzgadas con lo que está por fuera, ha de adquirir
necesariamente sus propias peculiaridades, sus respiraciones, su moral un tanto
esquiva.
No es puro folclore, que al fin y
al cabo no es sino una máscara para los momentos de general distracción, sino
un sentimiento o entendimiento fuertemente vital.
*
Ese espíritu que late,
diferenciado -como dijimos- de lo otro impuesto, responde a una cierta
interpretación de lo que es nuestro paso por este mundo, aunque este último
punto queda como soslayada. Es cosa lejana, aunque sea necesaria, para tenerla
en cuenta.
Todas
estas formas de ser, las corrientes de las ideas, las costumbres, nos las da
nuestro Víctor Ramírez a través de las diferentes historias que llenan esta
novela.
De principio tenemos a Andreíta
Casiana, una de las madres del personaje narrador y que tiene varios y
variantes maridos y también muchos y variantes hijos: maridos e hijos que
pueden cambiarse o adquirirse por unos medios que ahora no son del caso.
Es
ella una mujer que cose y plancha, que se retiró a Sietesitios a esperar su
fin, y que desarrolla una amplia vida en su estrecho recinto. Una moral nueva
que a ella no la escandaliza, ni tampoco a los que la rodean.
*
Igualmente tenemos la interesante
historia del maestro bueno y de su compinche el párroco, amigos que montan una
sociedad para elevar el nivel de vida del barrio Santo Cielo, y que lo
consiguen por medios algo extraordinarios y no del gusto de la gente pacata y
retrasada. El negocio termina pronto y el maestro bueno ha de huir y acaba allá
por las tierras de México, tan queridas del autor.
La
tesis sostenida de que las mujeres no se enamoran sino que enamoran... Y otras
muy interesantes y entretenidas historias que Víctor ha creado, con bastante
arte, para nosotros.
El libro ha corrido a cargo de la
Editorial Bencomo, con agradable presencia y con reproducción de un cuadro de
Germán Millares Betancor, editorial que ha publicado otras obras de este
interesante autor tan nuestro.
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(*) Isaac de Vega (nacido en Granadilla en 1920), autor de obras maestras
como "Fetasa", "Tassili", "El cafetín", es Premio Canarias de
Literatura.
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