JM AIZPURUA
Encerrado en mi
habitación de Etxezuri para no dar un mal ejemplo a mis hijos, botella de
champagne en mano, me dispuse a ver como enterraban bajo losa al dictador
fascista que me arrancó toda mi juventud. Aún su larga mano me provocó
detenciones y tropiezos durante varios años más, pero sin él; todo era
diferente.
Ni se me pasó por
la imaginación que lo sacasen de la tumba.
Hoy ya no me
preocupa el caudillo, ni su doctrina, ni sus seguidores a los que sólo hay que
dejarlos hablar y se diluyen entre odios y mentiras. Mataron, robaron, pero su
Régimen fue destruido por la Democracia que tanto odiaban. Al final tuvieron
que plegarse ante el contubernio judeo-masónico que recondujo el país a la
senda europeísta. No éramos diferentes.
Dejó de herencia la
corrupción, que es lo único de su doctrina que hoy se sigue practicando con
devoción.
Un nuevo Estado
estaba por venir, y tras una “transición” las Dos Españas desaparecerían para
consensuar una República diferente. Pero no fue así.
El Régimen78, ni
arrancó con solvencia ni llegó a un nuevo estadio, sino que suplantó la
soberanía popular para imponer el monarca de Franco, su régimen dulcificado, y
una historia con un relato tóxico que convertía en gestas gloriosas el
genocidio del Imperio y en mérito religioso la esclavitud. Hordas de mangantes
se apresuraron a servirse del invento.
Yo me retiré en el
80 cuando vi cosas que no diré y que me helaron el corazón.
Esa tercera España,
que superaría las otras dos, nunca llegó, ni estuvo en la idea de los Poderes
Facticos que se limitaron a comprar o amortizar a los luchadores
antifranquistas a los que la lucha armada impedía una acción política. Los
bipartidistas consintieron todo, incluso el GAL, y nunca emprendieron la
regeneración.
Ni fascistas ni
antifascistas, nadie quería a Juan Carlos y fue impuesto sin remedio,
inventándose unas virtudes que hoy día producen risa ante las revelaciones de
sus andanzas. Franco se salió con la suya y su rey inició monarquía; un
italiano y una griega reinaron en el españolísimo Régimen78.
Y todos fueron
felices y comieron perdices.
Yo no.
Personalmente fui muy feliz, pero políticamente no. Sin una República regeneradora
es imposible sentirse digno ciudadano de este Estado. República Plurinacional y
Social.
No se dejen
engañar, pues esta monarquía es la evolución del franquismo, con sus mismos
presupuestos “nacionales”, sus mismos militarismos ahora “constitucionales”
(art, 8) que les protegen de ser golpistas como en el 36, su misma judicatura,
sus mismos capitalistas, su misma esencia fascista maniquea de buenos y malos.
Y en ella conviven; el relato dulcificado de la esclavitud, el genocidio de los
pueblos indígenas, el expolio de las riquezas y recursos del Imperio, y la
utilización de un Dios y un Papa que dieron patente de corso a los monarcas castellanos
y sus secuaces.
En toda esa banda,
yo no toco, desafino demasiado y creo que me conviene una banda propia, con
otros músicos de partitura diferente a los que nos importa muy poco donde ponen
la momia del abuelete fascista. Chao bakalao.
Lo que si me
importa es saber cuándo sacan a esa tropa de frailunos fachas que viven del
cuento en la basílica. Ahora se quedan como el titiritero sin la cabra.
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