¿JUSTICIA O VENGANZA?
ANGHEL MORALES
La sentencia de los
presos políticos catalanes es la crónica de una sentencia anuncia, parodiando
un poco a García Marquez. Todo el mundo sabía que iban a ser condenados, nadie
esperaba ni de broma una sentencia absolutoria. Todo el mundo sabe que la causa
catalana no es mi causa, que mi causa es la canaria, por lo tanto no comparto
la forma en que los catalanes han intentado recorrer su camino hacia la
independencia, pero de ahí a compartir la dura sentencia que les ha caído, va
un verdadero abismo. Decía el otro día un alto cargo del poder judicial en
Tenerife, que no se podía confundir justicia con venganza. El lo decía por esas
causas de linchamiento, donde la gente intenta tomarse la justicia por su mano,
que nos recuerda aquel linchamiento de supuestos cuatreros en las películas del
oeste.
Hablaron de delito e rebelión, hasta el mismo Pedro Sánchez alentaba la
venganza con esta acusación, pero el riguroso tribunal -y mira que lo buscó- no
encontró el delito de rebelión por ninguna parte. Se quedó en un simple delito
de sedición y malversación de caudales públicos, que si lo comparamos con los
delitos de corrupción del PP o los ERES de Andalucía, parece una nimiedad.
Todos sabemos que estos hechos pudieron evitarse, pero no existió el dialogo
por parte de nadie. Los palos de la policía y guardia civil siempre están
justificados, no importa su dureza, ellos son los que manda y por lo que veo
tienen derecho a hacerlo. España condena la dureza de las fuerzas de seguridad
de Maduro, pero defiende la de los cuerpos armados españoles. Defienden a
Leopoldo López, Guaidó y los suyos, que atenta contra el orden público, pero
condenan a los catalanes. Nos parece una doble vara de medir. Las pesas de las
recoveras antiguas. Una para comprar y otra para vender. La prensa española
defiende a los "democráticos" alborotadores del aeropuerto de Hong
Kong, pero condenan a los catalanes por hechos similares. La verdad que todo me
parece un despropósito. El poder de la fuerza y lo ejerzo en las calles a palo
limpio o en los tribunales, que tanto monta o monta tanto. Hoy los medios solo
sacaban a los que bendecían las condenas e incluso a los que les parecían
cortas, pero no daban voz a los juristas que discrepan con la condena o a
políticos que no están de acuerdo con ella. Hasta Pedro Sánchez se olvida que
dos de los suyos, Vera y Barrionuevo fueron indultados, después de ser
condenados por delitos de terrorismo. Creo que esto no va de buenos o malos, va
de justicia. Hay unos chicos en Navarra condenados a grandes penas y aunque se
tuvo que quitar lo de delito de terrorismo y otras causas, las penas han sido
muy duras y desde mi punto de vista injustificadas. Aquí en Canarias sabemos lo
que son sentencias ejemplarizantes, incluso la única vez que la Audiencia
Nacional pisó Canarias o aquellas detenciones de siete miembros de la CCT, que
se pasaron cuatro meses detenidos, 29 días en huelga de hambre, al final fueron
absueltos y hasta le pasaron las facturas del hospital. La filtración a la
prensa me pareció una acción torticera y manipuladora, como tratando de
preparar el terreno para lo que les iba a caer, pero este tipo de cosas ya me
parecen graves en cada juicio del tipo que sea, lo sabe antes la prensa que los
interesados. Incluso cualquier detención del tipo que sea, al otro día ya tiene
la prensa sus declaraciones. Pienso que esto no es serio. No se si esto es
justicia o venganza, como diría ese importante jurista de Tenerife, pero lo
real es que España tiene un serio problema en Cataluña y esto no se va a
solucionar con cárcel, no conozco nadie a través de la historia, que la cárcel
sirva para cambiar sus ideas. Mas de dos millones de personas en Cataluña están
pidiendo la independencia, no se si con razón o sin ella, pero tengo claro que
con la sentencia de hoy lo único que van a conseguir es complicar las cosas.
Tiempo al tiempo. Repito: la causa catalana no es mi causa. No puedo decir que
Dios reparta suerte, porque soy ateo.
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