EL COÑAZO DE GOBERNAR
Son
las cosas de la mayoría absoluta y campechana. Moreno Bonilla se aburre, la
oposición es blandita y la prensa, en general, de cámara
JAVIER AROCA
Moreno, este viernes en un acto de precampaña en Valencia junto al candidato popular a la presidencia de la Comunidad Valencia, Carlos Mazón
A Mariano Rajoy no le gustaban los desfiles militares, le parecían un coñazo. Había que comprender al hombre, lo siguen siendo, pero le tocaba. Tampoco le gustaba mucho ir al Congreso ni al Senado. Incluso en su moción de censura se ausentó. No dijo que fuera un coñazo pero lo pareció. Estuvo libando en la calle de Alcalá, mientras le entonaban el gorigori en la Carrera de San Jerónimo. De allí salió al anochecer ya expresidente y visiblemente perjudicado. Pa un desfile gaditano, vamos.
Moreno Bonilla ha
sido menos explícito, no sabemos de momento a qué actos se refiere, pero, en
términos generales, ha dicho que algunos son un coñazo. Son las cosas de la
mayoría absoluta y campechana. Moreno Bonilla se aburre, la oposición es
blandita y la prensa, en general, de cámara; a veces, deja que actúe su
cuadrilla, cada día más, sobre todo su valido y actual peón de confianza, una
vez licenciado su sobresaliente Bendodo, de Teodoro en la corte; mientras, él,
en régimen presidencialista, se dedica a actos y saraos, algunos de ellos, sin
especificación, un coñazo.
Dentro de poco
tendremos el 28-F, el Día flojito de Andalucía. Ahora que es andalucista se
adornará pero no sabemos si será ese el día escogido de máximo coñazo. La
verdad es que lo es, sobre todo lo de las medallas y los discursos almibarados.
Toca imaginar, especular, en qué actos se aburre.
Ser presidente en
sus condiciones apenas tiene emoción, lo que más le provoca atención son los
excesos o insuficiencias de su doble Isabel de Madrid, hermanísima ella
Ser presidente en
sus condiciones apenas tiene emoción, lo que más le provoca atención son los
excesos o insuficiencias de su doble Isabel de Madrid, hermanísima ella, o su
líder, recién declarado hombre y padre, nada progenitor no gestante. A Mariano
le apasionaba el Marca, a Moreno no sabemos. Pero si quiere saber lo que pasa
en su reino, mejor que le pongan en Palacio un repertorio de las chirigotas del
Carnaval de Cádiz, es lo más fiable, pero no en su Canal, que no salen todas.
Ahí se enterará de
que nos hemos dado cuenta que aunque se aburra en sus actos está más que
ocupado con su objetivo privatizador. En Cádiz, se han enterado de cómo está la
Sanidad Pública en Andalucía y lo cantan; de camino, podrá enterarse qué piensa
el personal de la prensa y los medios de cámara, en general, desvirtuados
prostituidos, dicen. Los de cámara se entiende porque la precariedad y el
heroísmo de los que resisten es de mejor juicio. Para saber cómo está la
sanidad en España y en ella Andalucía, puede echar un vistazo al Financial
Times, o que se lo lean. Andalucía, la tercera por la cola en financiación per
cápita de la sanidad pública, muy cerquita de su modelo madrileño. Moderado
pero implacable privatizador.
Cuando no cae sobre
él la aburrición, Moreno se emplea a fondo. Según el Ministerio de Hacienda, ha
dejado de recaudar 120 millones de sus amigos -esas doscientas familias para
las que gobierna a las que se refería Emilio Romero-. A ellos sigue apoyando
recurriendo ahora en el Tribunal Constitucional, en copia y pega de su admirada
y competidora de Madrid, contra el impuesto a las grandes fortunas. Los favores
a los patriotas extractivos de Andalucía de siempre.
Para otros
intereses de los suyos, no se aburre tampoco en su tarea de dejar sin agua
Doñana, antes con la excusa de la extrema derecha y la torpeza de los
socialistas, ahora, él solito
También, gracias a
un desliz fruto de su suficiencia, descubierto por un periodista comprometido
no domesticado, sabemos de sus intenciones con la atención primaria -cuando no
se aburre privatiza-, de seguir desviando pacientes a la sanidad privada vía
conciertos. Ya sabemos las tarifas que va a pagar, que vamos a pagar … y
además, según estas mismas páginas, conocimos que cerca de un millón de
pacientes han sido derivados a la privada. Alfombra roja para las
privatizaciones.
Y para otros
intereses de los suyos, no se aburre tampoco en su tarea de dejar sin agua
Doñana, antes con la excusa de la extrema derecha y la torpeza de los
socialistas, ahora, él solito, acercándose al cabildo onubense del agua. Son
muy activos, con éstos no se va a aburrir.
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