TEATRO CERVANTES
JOSU AIZPURUA
Teatro Cervantes, el
de Tánger, que se lo dan a Marruecos, pues Madrid no quiere poner dinero
en su rehabilitación, ni tiene planes de futuro para él. Lo clásico de
los colonizadores, y por ese motivo, Ceuta y Melilla estarían mejor con una
pronta descolonización. Inmediata.
Pobre Canarias mía
entre godos y cobardes conducida. Ciega a las barbas del vecino y con tus
barrios enredados en bailongos carnavaleros mientras el Sultán avanza en sus
pretensiones imperialistas para ponerte la chilaba y el fez. Pero nadie se da
por enterado.
Ya verán que maravilla hacen los marroquíes con su Gran Teatro Cervantes. Es ley de vida y aquello propio lo cultivas mejor que lo ajeno. Y esa es la falla del colonialismo, la falta de fe en el futuro sabiendo que aquello es otro país y tarde o temprano se quedarán lo que en él se invierta. Aprovéchate de ello mientras puedas.
Triste realidad y
destino de nuestro Pueblo Canario.
Con Sahara europeo,
teníamos un vecino amable, un puerto donde poder entrar en África y cultivar
nuestra esencia wanche, pero si se lo queda el marroquí; en la puerta tendremos
nuestra cruz.
Estamos colgados de
la brocha “España” y como a todos sus territorios anteriores colonizados, nos
queda un telediario, pero hay que evitar caer en lo marroquí y recobrar
nuestras libertades wanches.
El acuerdo de ladrones
traerá para Canarias la desdicha y la dificultad de emprender un camino propio,
acordado con su vecino moro, repartido lo que se tenga que repartir, pero:
reservado lo propio, aquello que le da entrada en el concurso de los
Pueblos-Nación en al Mundo.
No podemos seguir
ajenos al abecedario; ni somo RUP ni somos REF. Somos aquel territorio
arrebatado por mercenarios castellanos, a sangre y fuego, desmesura de
conflicto que terminó con el genocidio wanche, aniquilados, y sometidos a godos
altivos que durante siglos nos han mandado, engañado, y sojuzgado. No
conservamos nuestra historia, ni nuestro idioma, ni siquiera nuestros apellidos
originales. Hoy somos zombis en la Historia.
El Imperio quebró y
el Imperialismo se conserva en nuestra Tierra Canaria por una minoría goda que
se reserva todo el Poder Institucional. La urna debe ser su castigo. El
Sucursalismo impide al Presidente defender las necesidades territoriales
canarias y el falso nacionalismo canario, realmente españolista, solo sabe
cobrar sus traiciones patrias.
Los votos y los pasos para dar son trascendentales y por ello deben ser muy medidos y meditados
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