DESCOLONIZACIÓN
JOSU AIZPURUA
Tumbado en una
playa de Sal, mi compañía me preguntó:
-
¿Por qué Cabo Verde está
descolonizado y Canarias no? -
Me quedé pensativo
y solté una bobada, pues mi grado de confianza era pequeño y no quería abortar
la salida con algo políticamente incorrecto.
Y es que yo me
había hecho mil veces la misma pregunta; y ya tenía mi veredicto.
La arrogancia de la Casta hispana, su ignorancia y su vergüenza a reconocer el origen de su riqueza, son causa de que la pobre Canarias siga sin Historia, sin Libertad, y sin futuro. Godismo.
Sentado en aquella
playa, sentí las mismas olas, el mismo viento alisio, pero no la misma
Libertad: el viejo amo godo nos la había arrebatado. Portugal supo reciclarse
en la Historia, pero la Castilla españolista, sigue enfrascada en su patraña y
hace el ridículo histórico cuando un científico honesto la analiza.
Nadie quiere
mercancía envenenada, y la esclavitud, el genocidio, la “conquista Canaria”; lo
son. Pero un necio relato increíble, con años de compra de titulitisfake, lo
lanzan a libros de porno-historia, y cuando alguien les muestra la verdad, lo
llaman propagandista de la Leyenda Negra, que es más bien la Realidad de los
Negros.
Los negros de Cabo
Verde andan felices por las islas y los de Canarias están encerrados.
Releía en su sombra
aquello que ya me maravilló de niño, “Sinuhé el Egipcio” de Mika Waitari, y
nuevamente reparaba en que los Poderosos, reyes o emperadores, siempre fueron
unos imbéciles, y estos más, que gastaron todos sus recursos en
tumbas-pirámides para morar en la Eternidad. Hoy Felipe I está pendiente de un
ramalazo de inteligencia para abdicar y dejar a su estirpe libre para vivir,
que es el más digno destino.
Absurdos dioses,
absurdos emperadores, absurdos relatos escritos por el Poderoso de turno para
mantener su botín y amargar la vida de sus semejantes. El siglo XXI acabó con todos,
pero algunos se resisten.
La Inteligencia,
las ideas inteligentes, los hombres y mujeres inteligentes, son los que darán
al siglo XXI su camino liberador y, de no hacerlo, su fin está determinado.
En la paz de la
Isla de Sal, o en un atasco de autopista canaria, la evidencia de Macaronesia
se impone: Sahara y Canarias debieran estar descolonizadas ya, según la lógica,
la doctrina ONU, y su porvenir para no acabar en las redes del Sultán.
¿Pero quién se
queda con los tesoros de Tropic? He ahí el dilema.
Yo me conformo con que nos dejen los tesoros de nuestra naturaleza.
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