martes, 28 de junio de 2022

COHERENCIA

COHERENCIA

JOSU AIZPURUA

De las dos maneras que hay para enfrentarse al embarazo no-deseado, la derechona gringa ha adoptado la más criminal y odiosa: la prohibición del aborto.

Creo que nadie quiere el aborto, pero es la única solución que tiene una madre asfixiada por una maternidad que la desborda.

Si la derechona histórica tuviera algo de sensibilidad por el no-nacido, ha tenido tiempo de preparar su llegada al Mundo; techo para su madre, alimentos y ropajes de bebé, posibilidades sociales.

Nada de eso hace, pues sus motivos no son humanitarios ni de DDHH: son el mantenimiento de su dominio sobre la mujer y el traer al mundo mano de obra miserable.

Hoy ya en el siglo XXI, las sociedades debieran ser armónicas, las relaciones obrero patrón debieran ser coordinadas, y las madres protegidas y cubiertas por su aportación a la sociedad. Pero nada de eso existe; solo el dominio y ambición de la eterna Casta.

Los que nos movemos en la sensibilidad de izquierdas, perdidos en la política, no hacemos nada para cambiar los esquemas de La Casta. Damos todo por hecho y eso es una señal de entreguismo.

Yo, no quiero ir a un asilo rodeado de monjas y con curas alrededor.

Tampoco quiero que me den limosna en Caritas.

Quiero morir entre izquierdistas, y que camaradas-compañeros me asistan en mis miserias.

Dejamos en manos ajenas e interesadas “las cosas de comer”. Los “asilos y casas-cunas” deben ser obra de izquierdistas, de personas sensibles con los DDHH y la búsqueda de un Mundo Mejor.

Instituciones zurdas deben partir a la ayuda de la madre. Aquellas que en la sorpresa de embarazo no deseado se encuentran desasistidas y aterradas, deberían saber que una Institución de Izquierda está pensando en ellas y su decisión sobre aborto tiene una alternativa en Casa Cuna.

Los jóvenes tienen ante sí esta noble causa, y deben empezar ya a desenmascarar a la derechona con sus intereses torticeros en el tema, para mayor gloria de obispos, monjas, y demás parientes. Los embarazos futuros deberán ser cosa de la izquierda.

Y la caridad y asilo; también.

La Sociedad más justa, no es obra de los revolucionarios en el Poder; lo es de cuando están en la oposición a las recetas de los poderosos, y sus respuestas deben ser certeras y humanitarias. La diferencia izquierda-derecha, no es una papeleta electoral, eso es poltronas a discreción. La diferencia debe estar en el enfoque y la práctica del modo social alternativo.

Dejemos claro que no necesitamos sus Ferrari, ni sus pompas, dejémoslos solos y se desinflaran cómo un suflé. Se mantienen porque los envidiamos.

Forjemos ya vidas alternativas con rumbo a los DDHH.

Jesucristo y Lenin, ya los hubo en la Historia; ahora toca a los demás ser coherentes.

La morralla a las poltronas y los demás: a construir Sistema alternativo real.

 

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