COHERENCIA
JOSU AIZPURUA
De las dos maneras
que hay para enfrentarse al embarazo no-deseado, la derechona gringa ha
adoptado la más criminal y odiosa: la prohibición del aborto.
Creo que nadie
quiere el aborto, pero es la única solución que tiene una madre asfixiada por
una maternidad que la desborda.
Si la derechona
histórica tuviera algo de sensibilidad por el no-nacido, ha tenido tiempo de
preparar su llegada al Mundo; techo para su madre, alimentos y ropajes de bebé,
posibilidades sociales.
Nada de eso hace, pues sus motivos no son humanitarios ni de DDHH: son el mantenimiento de su dominio sobre la mujer y el traer al mundo mano de obra miserable.
Hoy ya en el siglo
XXI, las sociedades debieran ser armónicas, las relaciones obrero patrón
debieran ser coordinadas, y las madres protegidas y cubiertas por su aportación
a la sociedad. Pero nada de eso existe; solo el dominio y ambición de la eterna
Casta.
Los que nos movemos
en la sensibilidad de izquierdas, perdidos en la política, no hacemos nada para
cambiar los esquemas de La Casta. Damos todo por hecho y eso es una señal de
entreguismo.
Yo, no quiero ir a
un asilo rodeado de monjas y con curas alrededor.
Tampoco quiero que
me den limosna en Caritas.
Quiero morir entre
izquierdistas, y que camaradas-compañeros me asistan en mis miserias.
Dejamos en manos
ajenas e interesadas “las cosas de comer”. Los “asilos y casas-cunas” deben ser
obra de izquierdistas, de personas sensibles con los DDHH y la búsqueda de un
Mundo Mejor.
Instituciones
zurdas deben partir a la ayuda de la madre. Aquellas que en la sorpresa de
embarazo no deseado se encuentran desasistidas y aterradas, deberían saber que
una Institución de Izquierda está pensando en ellas y su decisión sobre aborto
tiene una alternativa en Casa Cuna.
Los jóvenes tienen
ante sí esta noble causa, y deben empezar ya a desenmascarar a la derechona con
sus intereses torticeros en el tema, para mayor gloria de obispos, monjas, y
demás parientes. Los embarazos futuros deberán ser cosa de la izquierda.
Y la caridad y
asilo; también.
La Sociedad más
justa, no es obra de los revolucionarios en el Poder; lo es de cuando están en
la oposición a las recetas de los poderosos, y sus respuestas deben ser
certeras y humanitarias. La diferencia izquierda-derecha, no es una papeleta
electoral, eso es poltronas a discreción. La diferencia debe estar en el
enfoque y la práctica del modo social alternativo.
Dejemos claro que
no necesitamos sus Ferrari, ni sus pompas, dejémoslos solos y se desinflaran
cómo un suflé. Se mantienen porque los envidiamos.
Forjemos ya vidas
alternativas con rumbo a los DDHH.
Jesucristo y Lenin,
ya los hubo en la Historia; ahora toca a los demás ser coherentes.
La morralla a las poltronas y los demás: a construir Sistema alternativo real.
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