LA MACHANGUITA O EL BAGAJE
IDENTITARIO DEL AUTOR
POR
JOSÉ MANUEL BALBUENA CASTELLANO
Ya había leído en
la autoedición de 2010. Ahora la ha reeditado, en IDEA,con el nombre POR
MAGNOLIA ABRANTE, LA MACHANGUITA. Realizó esta vez su presentación en el Club
LA PROVINCIA, que ha sido el habitual foro para exponer sus obras. Estuvo
acompañado, ahora, por Rafael Franquelo, colega profesional, amigo y
colaborador suyo, y Luis Rivero, abogado y escritor.
En el acto Víctor
intercaló algunos de sus corridos mexicanos, con acompañamiento de guitarra.
Son sus canciones denuncias, en las que figuran letras impresionantes y
desgarradoras que refieren abusos e injusticias de ciertos individuos o
instituciones que parecen nacidas para hacer el mal y expandirlo.
Víctor expresa su
preocupación por los problemas sociales, por las ansias de que haya equidad,
sin esas desigualdades que nos diferencian de forma desorbitada, insultante y cruel.
El autor se sumerge
en ocasiones en una utopía que supone que quizás se puede alcanzar, si todos
nos embarcamos en esa misma tarea, sin excepciones. De esa forma se
contribuiría a elevar nuestro grado de evolución que ayudaría a mejorar, al
mismo tiempo, la raza humana.
Aparece en los
relatos de Victor ese lenguje sencillo y llano del pueblo, con palabras que
forman parte de nuestro vocabulario y patrimonio más arcanos y que se quieren
desterrar debido a las nuevas tecnologías del lenguaje y la comunicación, a la
introducción de neologismos y barbarismos que corroen nuestra lengu, nuestro
léxico y hasta nuestro deje.
En el Club LA
PROVINCIA nos sorprende este Víctor Ramírez auténtico, espontáneo, que dice lo
que piensa y que no se esconde para hacerlo. Utiliza un lenguaje sin recovecos,
claro, que todo el mundo entiende., incluso aquellos que prefieren no entender.
Pregona que existen en esta tierra escritore que parece que se arriman al poder
o se arredran porque no son capaces de lanzar al viento determinadas
situaciones que rayan la opresión, tanto social y cultural como real y que es
necesario reivindicar. Son los vendepatrias que agachan la cabeza,
cobardemente, sumisos, como si no tuvieran dignidad.
Esbozo un poco la
historia que encontramos en este libro. Son las vicisitudes de una mujer,
Magnolia de la Concepción Abrante Colina, a la que apodaban La Machanguita,
contadas por un “borracho perenne irremediable”. Era ella una persona que
“nunca había mirado hacia arriba ni al frente”, nacida en una zona marginal de
la sociedad, al lado del barranco, y que ha tenido una niñez y una juventud
dura, empeorada por el hecho de que un tíoabuelo suyo, Gaspar, la hace madre
(también se trajinaba a la madre de la chica el viejo sátiro). El padre de
Magnolia murió represaliado, como muchos trabajadores canarios de la época
franquista, arrojados a la Marfea. Nunca más apareció. Los lugares preferidos
por los asesinos eran por esa zona costera o en la Sima de Jinámar y profundos
pozos de la isla.
Magnolia tiene que
enviar a su hijo a un hospicio. Desgraciadamente el niño muere y su madre se
vuelve loca, por lo que tienen que
encerrarla en un manicomio, donde permaneció dos años. Luego deambula
ella por la ciudad, por todos sus barrios e iglesias. “Esmirriada, rengosa
plena, arrastrando los zapatones con la manita extendida y medio engurruñada,
enguantada de negro”, como la describe el autor de este hecho que puede ser
real como la vida misma. Víctor Ramírez, el propio autor, es mencionado varias
veces en la narración. Curiosos personajes discurren en esta historia, como
.
Alejo el Pendejo,
El Cloaca, el loquero Anselmo Guzmán, un falangista al que le ofrecen ese
trabajo, y que juzgan después por
aprovecharse sexualmente de algunas de las insanas de aquella institución que
estaban a su cuidado... A lo largo del relato surge una retahila de nombretes,
muy típicos de la sociedad canaria, que luego va heredando la descendencia del
apodado. Eso ocurre en mi pueblo, Fontanales, dondea
mucha gente se la conoce por el mote, no por su nombre.
Empecé a conocer al
docente y escritor Víctor Ramírez hace tiempo, cuando, junto a Rafael
Franquelo, editgó en 1976 el libro
“Literatura canaria”. Se trata de una antología de textos en los que
resaltan a aquellos autores que se
identifican con la realidad canaria, sin que sea menoscabo para que no le den
una dimensión universal y no se quede en una ramplonería pueblerina, sin ningún
tipo de horizontes..
Víctor publicó
por primera vez “Machanguita” en 2010,
pero su trayectoria literaria es muy variada y
productiva. Es un dinámico
miembro de la Academia de la
Lengua Canaria, autor de numerosos artículos, cuentos, novelas y una serie de obras realizadas en
colaboración con Franquelo o con Ángel Sánchez.
Entre sus novelas figuran: “Lo más hermoso de mi vida”, “Nos dejaron el
muerto”, “De aquella zafra”, “Siete sitios queda lejos”, “El arrorró del
cabrero”, “Vosotros los perrarios”, etc. Su obra “Nos dejaron el muerto” fue llevada al cine por Juan Carlos Falcón,
con el nombre de “La Caja”, obteniendo
un notable éxito.
Antonio G.
González, que prologó la primera edición de Machanguita, señala: “Debo admitir
que me embarga cierta emoción, cómo no, cuando puedo volver a disfrutar de un
hecho de estas características referenciado a mi realidad más inmediata, la
canaria; pues uno tiene la sensación de que Víctor Ramírez logra así, como lo han
hecho también algunos pocos autores, regalar a las Islas un mayor bagaje
identitario. Sin politizar este hecho, pues echaría abajo el edificio de la
pluralidad canaria, nadie está encondiciones de negar que la producción
cultural de altura es un elemento importantísimo en una sociedad tan
desmemoriada y tan falta de referentes, por su tendencia al olvido, como ésta
en la que vivimos la mayoría de nuestros paisanos”...
“Cuando esta aparición de un nuevo lenguaje
acaece, lo cual es bien difícil, surge esa gran literatura, algo que nos
identifica sin duda alguna”.
No me queda más que
corroborar ese valor identitario y certero de nuestro autor, que a veces
confundo con la personalidad de otro genio de la literatura, o sea, García
Márquez, aunque cada cual actúa en su contexto.
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