LA NAVE DE LOS LOCOS
POR MAITÉ CAMPILLO
De guerrilleros,
militantes, y progres…
(Últimos diez días
de octubre del año 1944) Una porción de territorio del Estado español llega a
ser invadido y conquistado por republicanos que estaban luchando en la
resistencia contra los nazis. Fue en el Valle de Arán, comarca pirenaica
catalana de la provincia de Lleida. El PCE lo llamó operación “Reconquista de
España” (?) esas palabras tan rocanbolescas como confusas logran movilizar lo
más concienciado e inquieto de la resistencia a través de una supuesta “Unión
Nacional” (?), tremendos vocablos -reconquista y unión nacional… ¿A qué bando
suenan en realidad, obedecen a una ideología comunista?. El primer paso en
principio era el establecimiento de una cabeza de puente en el Pirineo. A lo
que millares de republicanos del Estado español, y exiliados, en condiciones de
esclavitud por parte del Gobierno gabacho contra los que, habían contribuido
eficazmente a la liberación de Francia (consideran posible la colaboración
recíproca ingenuos de la calaña patológica egocéntrica que predomina sus
intereses una vez liberados del dominio de Alemania). Confiaban que las
potencias ‘aliadas contra el fascismo’ se decidieran a intervenir militarmente
en el Estado español por la misma lógica que se hizo en Francia. Los que sí
tenían claro desde el primer momento que dicha lógica no se llevara a cabo, y
no dudaron de ello, eran los oficiales del ejército yanqui que tenían
instrucciones claras y precisas de desarmar la resistencia republicana. No solo
el yanqui, también Francia, aspirante a potencia económica de Europa, una vez
más absorbe por encima de todo sus propios intereses. De Gaulle y su amplia
camarilla tocados por la misma patología también lo tuvieron claro, por eso de
que lo que manda el yanqui a mi me hace crecer, valorando astutamente con ojos
de serpiente en lupa el potencial bélico en manos de esos “rojos piojosos”. Los
ingleses “como es natural” utilizó la lógica capitalista tras las órdenes del
amo imperial, y una vez terminada la guerra, los detenían frustrando la lógica
del guerrillero maqui de la resistencia de que un movimiento revolucionario en
marcha es mejor que mil programas. Y esos republicanos que fueron los primeros
en entrar en el París liberado, fueron desarmados por el propio De Gaulle, tras
la intentona del Valle de Arán. Una vez más, los republicanos fueron humillados
igual que en el 39 cuando decenas de miles de combatientes entraban en Francia
y eran desarmados y ninguneados por los gendarmes.
Al parecer Enrique
Líster, que tendría sobrada información de los hechos para saber de lo que
hablaba, acusa a Santiago Carrillo de haber hecho fracasar la operación del
Valle de Arán (momento en que los guerrilleros involucrados habían asumido las
ordenes de Jesús Monzón, y ocupaban los pueblos del Valle deteniéndose ante
Viella) cuando ya Líster, a través de Dimitrov, recibía apoyo del propio
Stalin, partidario de reavivar la lucha respaldada por un movimiento popular y
crear un Gobierno de Liberación. Así lo confirman las emisiones de Radio España
Independiente ‘Estación Pirenaica’, repitiendo incesantemente llamamientos a la
insurrección: “En estos momentos en que todos los pueblos en su lucha heroica
se liberan de las guerras del hitlerismo, los españoles, no podemos soportar la
vergüenza de ser sometidos a los caprichos del puñado de traidores que han
vendido España a Hitler (…)”. Pero la línea subterránea se iba imponiendo con
sólidos tentáculos de apoyo, no estaba por la labor ni mucho menos, había que
utilizar el sentimiento de libertad sí, pero no para hacer la revolución. El
odio antifascista era profundo y había que sujetarlo sobre nudos en mano para
desmovilizar tanto sentimiento humano frustrado, la historia no había acabado,
el borrón y cuenta nueva costó mucho al PCE de la capitulación conquistarlo.
La palabra
resistencia, al que pretendiera desde su entrada la presidencia del PCE, le
empezó a sonar revolución no era su objetivo, y los oídos se le atragantaron de
alianza en santa cruzada que empieza asentando bases de descomposición en el
exilio con los criminales del holocausto. Los tres mandos de la resistencia sin
aceptar la derrota se sumieron perplejos en la confusión estudiando el terreno,
tanteando alternativas, analizando que pasaba, en qué encerrona se encontraban,
ellos fueron: Vicente López Tovar, José Valledor y Aniceto Pérez Dieron marcha
atrás reflexionando sobre la contraorden recibida y los frutos que habría
producido de optimismo aquella rebelión posible. El carrillismo se impone (a la
sombra Dolores Ibarruri) destituyen de su cargo al enlace con la guerrilla,
pero no sólo a él, la desmovilización en general de militantes del PCE en el
interior tras la salida del gobierno de la República, ya al margen y muy al
margen, de si había o no condiciones para la “Reconquista de España” (?) ¿Cómo
apoyar a la guerrilla, el zorro al acecho, sino utilizándola para los intereses
que se preveían por supuesto tras la muerte en cama feliz del dictador?.
Demasiados intereses por medio políticos y un caudal en lluvia del oro
patentizaron la continuidad del franquismo sin franco, impuso por ultimátum el
pacto de la izquierda el ¡ataca o acata la constitución! Y, ningún partido,
ninguno contraatacó, porque si objetivamente así hubiera sido, gallo rojo
hubiera cantado, y no cantó, por esa misma ley constitucional del acata (porque
‘todo junto’ se escribe separado y ‘separado’ se escribe todo junto) o por el
mismo argumento que caracteriza alguna de las reflexiones del salvadoreño Roque
Dalton “No se puede tomar el poder (en abstracto) -pienso yo que así lo pensó-
porque el poder no es un sitio: una Bastilla o un Palacio de invierno”. No es
asistencialismo lo que se pretende -lo que buscábamos- sino el poder de la
clase trabajadora mostrando con el ejemplo propio, que es posible gobernar y
gobernarse sin el parásito que se dice gobernante.
Y la tan cacareada
resistencia francesa exceptuando la base militante asume como partido la
traición por esa misma patología heredada. Y, al auténtico partisano, el maqui
en resistencia antifascista, que entrara en París liberándolo del nazismo lo
florearon de impotencia relegándolo de guerrillero a pinche de cocina, albañil,
fontanero, picapedrero y más faenas. Más como emigrante que como combatiente,
más como número que como exiliado, más como útil que como libertador… “Olvidó”
el principio elemental de la palabra libertad el gabacho ‘golista’, se dedicó a
vivir su vida viendo florecer su estimulo en economía, como potencia, en manos
del imperio a lo “sonso”, haciendo oídos sordos como el zorro de Carrillo, al
saber que son un fracaso tanto los “genios” aislados del pueblo como el pueblo
sin genios, y se frota las manos, con el surgir sobre los bajos fondos (tras la
II Guerra Mundial) de la nueva Europa capitalista abalanzando el fracaso
histórico de la clase obrera; se necesitaba armamento pesado, tanques, cañones
y aviones que nadie les facilitó. Estaba claro como dijo Tovar, que en esas
condiciones la invasión sería un fracaso.
Y es de esta
realidad mordaz como continuidad de la resistencia que van brotando nuevos
guerrilleros, como canto rodado surgen los últimos fusilados de 1975, cinco militantes
antifascistas que en ese justo momento supieron ser y enfrentarse, fueron todos
los torturados en consejos de guerra sumarísimo lo más del Partido y como
Frente. Base en todo por el todo, base imprescindible, base impregnada de
heroicidad y entrega en un momento histórico muy crítico, base empujando la
historia camino de una revolución porque así lo creímos y educaron en ello,
base acelerando el proceso, construyendo senda, camino victorioso, que sin ese
tipo de militancia, militante y entrega, no es posible llegar a la meta.
Realidad por la que militamos, sobre ella fuimos formados para su conquista
viable, decidid@s a ello dejándonos caer con todo conscientes de poder elegir
lo que hacíamos, militar y luchar, pero no lo que veíamos y se imponía como
forma de vida social. Txiki eta Otaegi como militantes de ETA; Humberto Baena,
Ramón García San y Sánchez Bravo militantes destacados del PCE(ml) dentro del
brazo armado del FRAP, fueron, llegados a ese punto crucial todo para nosotros.
El sueño de una parte importante de la sociedad se encontraba en ellos a través
de sus justas acciones, rompieran vitrinas en mil pedazos, portones de celdas,
candados, haciendo añicos palacios, mansiones.
Fue una verdadera
lección de vida que les caracteriza, una ventana a la esperanza, no fue una
actitud ineficaz o suicida. Su arrojo, moral y valentía siguen llenando de
estímulo en lucha por la vida desde la vida misma frente al desierto estéril de
la asfixia que nos rodea. Es difícil definir lo que ha representado ese eran o
han sido en cuatro líneas, muy difícil, ante una entrega indiscutible de esas
características donde primaba rotundamente por encima de tus intereses
personales y hasta de la propia familia: Partido, acción, revolución, sobre la
que hoy, la apatía vuelca su desprecio más absoluto y en el fondo no eres ni
siquiera referente para los nuevos “militantes” del estrado parlamentario.
Diría que aunque llenara cuartillas a su favor no iba a encontrar muchos
pretendientes de la “izquierda actual” ni para guiñarle el ojo, donde
precisamente los intereses personales por el contrario, priman por encima de
todo, y no al revés, lo primero que se hace al llegar a ‘político profesional’
(ni siquiera eso), parlamentario o liberado sindical, alcalde o concejal, ministro
o presidente de gobierno por el mismo milagro que mueve y conmueve a millones
de seres el sueño norteamericano. No es hacer la revolución y tirar el
capitalismo ni siquiera llega a herirle con la espina de la rosa porque no es
su misión herirlo de bala aunque sea de juguete. No, no se trata, de destruirlo
ni siquiera democráticamente ni siquiera pacíficamente a lo Gandhi, no se
trata, menos hacerle mil pedacitos para que social y económicamente los pueblos
tengan su derecho a abolir sus buitres intereses y ofensivas contracultura
dispuesta en metralla a forma de explosivo contra los pueblos dejando su
civilizada cultura social riadas de mujeres acorraladas, subyugadas, violadas,
asesinadas por sus manadas e individuos repugnantes en patología criminal. Tortura
y humillación que sus leyes, jueces, y demás estelas represivas cultivan, de
eso se trata, de ostentar prestigio y bienestar social sobre el imperio o
ciudad parlamentaria del tráfico de influencias.
Y, es ahí, donde
refleja toda su capacidad profesional que entrega al capitalismo, en él es,
donde se halla el que le reconoce al que se entrega incondicionalmente
vendiendo su alma al diablo además de su dignidad a la fatídica armonía
política en profesión de santos, y su orgullo, a los fondos del Estado. La
banca es su andadura, su dentadura política postrada a una monarquía parásita
-¿para desarrollarse profesionalmente en bien de los intereses del pueblo?. Por
lo que definir a cientos, incluso miles, de militantes antes de la farsa por
transición “como militantes de base engañados” o “pobres diablos”, como mínimo
sería imperdonable y tan simple como metafísico. No digamos si de lo que
hablamos es de camaradas en misión especial formándose en guerrilla de futuro
con una capacidad intelectual, política e ideológica, en la mayoría de casos
muy por encima de todo benjamín político hoy al parlamento del Estado, alcalde
de ciudades como Madrid, Barcelona, Vigo o Donosti… sería como creer poder sin
mostrar la aguja guardada en el pajar repleto de cosecha esplendorosa, hilo de
historia.
Hablar de
militantes de estas características de forma simple y no como vanguardia
destacada en misiones avanzadas para una paz duradera, alejada por
clandestinidad y tan cerca de la amplia base militante pese a la férrea represión,
es complejo, y no porque no sepa explicarlo ni porque no esté segura de
convencer de la misión de tales “bases”, que solo algunos pocos entre miles
pudieron o pueden llegar a cumplir, sino porque hoy no se entiende siquiera la
palabra revolución más allá del eco de su voz, ya que para entender tal
profundo fondo entre opresión y explotación (explosión de vida y muerte pero
siempre desde la vida) hay que estar prestos a su resolución con R de
revolución. Con dicha R, representaron aquél salto cualitativo incalculable en
misión histórica, no lo que la simplicidad política hoy pueda entender por
militancia, y, yo entiendo, por movimiento guerrillero en ejemplo de conducta
sobre actos de conciencia y disciplina de sacrificio, disposición abnegada a
arrojar la bomba y jugarse la vida con una capacidad organizativa superior a la
media y responsabilidad inquebrantable en misión estratégica, temple de acero
ejemplar. El apoyo que demandó el maqui experto en estrategia guerrillera a los
“aliados” contra el fascismo tras la toma de París, no fue asistencialismo,
lejos de ello, iba dirigido a la construcción de una pequeña parte de ese mundo
donde quepan todos los mundos. Era pues un apoyo político -no una limosna- como
diría Roque Daltón. Siempre surgen premuras que aniquilan paisajes alejando
alardes de historia, y es que no es fácil, llegar temprano al sueño de los
imposibles y al grito de la victoria.
De esa militancia
es que estamos hablando, de los cinco fusilados, de los torturados a reventar y
conmutados de la pena de muerte, militancia en los niveles más altos de la
transformación humana en misión implacable contra el fascismo. Cuya visión y
conciencia ideológica les llevó a entregar la vida aunque fuera la vida la que
su misión buscaba, instaurar el poder de los desheredados, de los desposeídos,
de los diezmados. Torturados hasta morir los hubo de diferentes partidos y
organizaciones revolucionarias, condenados, fusilados, a los que devoto no solo
mi estima y respeto sino toda mi entrega a la causa por lo que a ellos les
segaron la vida. Lo demostraron los últimos fusilados durante los juicios
farsa, durante las últimas horas ante abogados y familias: Ramón García Sanz,
solo pero con todos -sin familia- demostró una entereza y dignidad que este
siglo desconoce llenando de orgullo antifascista a compañeros de trabajo y
camaradas del Partido (dentro de la vanguardia todo fuera de ella nada). Así lo
entendió, lo entendimos, los militantes de aquél desaparecido PCE(m-l) y frente
antifascista FRAP. Abolidos ambos por la “democracia” interna y externa. Porque
de lo que se trataba, se trata, y de lo que se trata, no es de pajuelas a la
“americana” sino de practicar verdades; decir, hacer, y escribir verdades con
puño de acero, de eso se trata, no de terroristas sino de guerrilleros. Los
cinco eran trabajadores, algunos empezaron su militancia casi niños, niños como
esperando abril, su revolución, su esperanza, su victoria.
Por lo que hubo
militantes dentro de la dirección que hicieron y consiguieron imposibles
removiendo todos los pozos petroleros capaces de activar en solidaridad
desenfrenada por sus vidas: ‘como en mayo del 68’, parisino, una vez más
combatiendo el fascismo. Su militancia de base amplia, en bandera alta lo hizo,
no necesitó que le impulsaran ninguna charla para irrumpir y denunciar hasta
desgarrar a gritos su odio al fascismo, su marioneta encarnizada en dictadura y
su pelele monarca, sus clanes militares divididos en castas represivas, sus
intereses entre mafias y esbirros, tricornios y grises, su iglesia con su
procesión de virreyes de la nueva encarnación postrados al nazismo. Por los que
algunos de sus militantes nos distribuimos por toda Europa: dando mítines,
conferencias de prensa, charlas en grandes centros de la ciudad y del campo,
universidades… denunciado la dictadura causante del interminable reguero de
sangre vertida. Participando en las distintas convocatorias y manifestaciones
que se fueron creando a raíz de los acontecimientos. A mi me tocó por toda
Grecia junto a “Venancio Vega” del Comité Central en ese momento pasando al
Ejecutivo posteriormente. Fueron multitud las protestas voluntarias en toda
Europa al margen de nuestra presencia, más allá los pueblos arrasaban las
calles, amotinándose día y noche donde los trabajadores de todo el mundo se
manifestó y enfrentó “al orden” establecido en sus países, condenando el
fascismo español en solidaridad con los cinco militantes y contra todas las
penas de muerte imputadas (flor de motor en revueltas callejeras que podían o
no estar organizadas).
La militancia no
cesa si una vela hay encendida, no necesita especial motivación, para ponerse a
la cabeza de miles de manifestantes y refriegas aclamando revolución, muerte al
fascismo criminal, conocimientos de lucha y dirección teníamos. Transformados
en marea explosiva nos expandimos por diferentes países. Repulsa en ráfaga de
metralla, grito entre coordenadas espontáneas del Partido y del Frente
convencidos que les íbamos a salvar. A la cabeza en París tras llegar de
Grecia, codo a codo con el camarada “Miguel” (combativo militante nacido en
Francia, por emigración, pesa a su juventud tras los fusilamientos pasa al
interior, con ese acento y esas erres que tanto le costaban, como él dijo, a
levantar el mástil de la bandera que arrebataron a los camaradas) abriéndonos
paso entre gases asfixiantes pañuelo cubriéndonos parte de la cara impregnado
entorno a las vías respiratorias de jugo de limón para poder respirar avanzando
sobre pelotas de goma, incendios, cientos de pancartas y banderas asumidas por
miles de manifestantes de todos los países en explosión de apoyo y denuncia
internacional.
Estamos viviendo el
derrumbe de toda referencia, el declive absoluto en culturas propias y derecho
de independencia. Salpica la fascistización, la entrega de muchos de los
propios “trabajadores” de TV, sobre la imposición del idioma del imperio como
si fuera natural saber y conocer “nuestra segunda lengua”, por el momento. La
imponen como cultura en programas que deberían servir para educar sobre el analfabetismo
propio sobre las propias culturas e idiomas internos que existir existen. El
fascismo es lo que cuenta, su capitalismo e imperio en el mundo, sus
multinacionales agresivas, contracultura y contra-información como pantalla de
conducta marcando formas de ser y actuar robotizadas, eso es nazismo, como el
surgimiento en brote de organizaciones sobre las que es difícil reconocerse;
polos opuestos en decremento del florecimiento en gama fascista. La clonación
de la sociedad no se ha detenido desde la II Guerra Mundial. Su globalización y
destrucción de lo que significó la clase trabajadora como tal, demolición del
campesinado y vida rural en decremento de la ley de la trampa. Ciudades
monstruo congelando relaciones humanas, desmantelamiento de la industria y
demanda en bandeja de hijos en color de ojos, sexo, pelo, voz y hasta la mueca
de su risa deja en duda si eso es ciencia, o científicos dispuestos a actuar en
laboratorios Mengele, a favor del crimen contra la propia naturaleza en declive
de la libertad.
Hubo un tiempo en
que hubo militantes… Roque Dalton, alumno de Miguel Mármol en las artes de la
resurrección, se salvó dos veces de morir fusilado. Una vez se salvó porque
cayó el gobierno y otra vez se salvó porque cayó la pared, gracias a un
oportuno terremoto. También se salvó de los torturadores, que lo dejaron
maltrecho pero vivo, y de los policías que lo corrieron a balazos. Y se salvó
de los hinchas de fútbol que lo corrieron a pedradas, y se salvó de las furias
de una chancha recién parida y de numerosos maridos sedientos de venganza
(Eduardo Galeano).
Maité Campillo
(actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)
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