A contracorriente
EL GOBIERNO DE LOS LÍOS
Enrique
Arias Vega
Este Gobierno nos ofrece cualquier
cosa menos aburrimiento.
En los tiempos que corren, con vuelta
a la crisis económica, epidemias globales, una Europa empequeñecida y la crisis
migratoria que no cesa, tener algo con lo que entretenernos no es poca cosa.
No hablemos ya de las contradicciones
de Pedro Sánchez de antes y después
de ser Presidente. Eso está al alcance de cualquiera: desde no ser el autor de
la tesis doctoral que lleva su firma, hasta prometer en campaña electoral —traer
preso a Puigdemont, no pactar jamás
con Pablo Iglesias,…— lo contrario
de lo que hace ahora en el Gobierno.
Eso, digo, lo han venido practicando
políticos de todas las ideologías, con una contumacia que les priva de
cualquier originalidad.
Pero Sánchez bate todos los récords:
desde desmentirse a sí mismo a la vez que está hablando, hasta conseguir que
sus ministros parezcan menos listos de lo que son. Ahí tenemos, si no, a José Luis Ábalos dando ocho versiones
distintas de su encuentro con la número dos de Venezuela, para tratar de convencernos
así de que la policía española no puede detenerla en Madrid, mientras que en
cambio es factible secuestrar a gente en Bolivia.
Paradojas de la vida que no tiene por
qué explicarnos a los simples mortales.
Lo mismo sucede con la crítica a la
presunta ley-mordaza del PP mientras se prepara ahora una legislación
anti-libelo; con el distanciamiento de la contundencia policial en Cataluña
mientras se aplica hoy a los agricultores extremeños,…
Veremos en los días que vienen la
surrealista aplicación de los datos del salario mínimo, el PIB, los impuestos,
la legislación penal, la inmigración, las encuestas políticas…
Vamos, un show, un auténtico show.
No hay comentarios:
Publicar un comentario