EL AMIGO QUE TE ACOMPAÑA A LAS ENTREVISTAS CAGÁNDOSE ENCIMA
En
el mejor de los escenarios, el PP va directo a la boca de un lobo que no
muerde, pero abochorna que da gusto. Con lo que eso supone de cara al futuro
GERARDO TECÉ
Accidente entre una furgoneta de Vox y un Tesla.
Novedades en la campaña andaluza. A una semana de que se abran las urnas, el Partido Popular empieza reconocer las Matemáticas como ciencia válida. Abandonando la fantasía de esa imaginaria mayoría que permitiría al PP gobernar en solitario, Juanma Moreno Bonilla lanza desde la Cadena Ser una pregunta dirigida a Vox: ¿Para qué quieren entrar en el Gobierno andaluz si no creen en las autonomías? Pa ke kieres saber eso jaja, responden los ultraderechistas. Si para la inmensa mayoría de andaluces supondría un bochorno mayor que el de la ola de calor ver a Macarena Olona sentada en el Consejo de Gobierno, imaginen ser el andaluz Juanma Moreno y tener que caminar agarrado de la mano del bochorno durante cuatro años.
Pasado el 19J, Andalucía
reconfigurará el tablero político de la España de los próximos tiempos. Si PP y
Vox suman mayoría, se despejará por fin la incógnita de cómo se ensamblan las
piezas entre una derecha que se dice moderada de Feijóo y una derecha de Los
Santos Inocentes escopeta en mano y con unos cubatas de más. Es probable que el
pacto de Castilla y León marque el camino, por mucho que Feijóo diga que él ni
subía ni bajaba escaleras por aquella fecha. Se trata de que la ultraderecha
renuncie a sus obsesiones –a su votante le da lo mismo ocho que ochenta
mientras le muevas la bandera– a cambio de que el PP renuncie a su dignidad.
Que le pregunten a Mañueco. Bueno, no le pregunten, mejor mírenle la cara cada
vez que su vicepresidente El Nini abre la boca en público. Es lo que le espera
a Moreno Bonilla. Y es lo que le espera a Feijóo si quiere presidir España. En
el mejor de los escenarios, el PP va directo a la boca de un lobo que no
muerde, pero abochorna que da gusto. Con lo que eso supone de cara al futuro.
¿Se imaginan buscar trabajo de la mano de un amigo que, sentado frente al
entrevistador se caga encima o se dedica a insultarlo? Disculpe a mi amigo y
tenga en cuenta que yo, que soy en candidato al puesto, ni me he cagado encima
ni he insultado a nadie. Ese es el plan.
Si la entrada en
blanco y negro de Vox al Gobierno andaluz no supusiera una vergüenza para la
tierra de colores de Lorca, Machado, María Zambrano, Picasso y tantos otros,
más de un votante de izquierdas sacaría un bol de palomitas la noche del 19J
para ver la cara que se le queda al Moreno Bonilla que ha construido su
liderazgo en torno al tono amable mientras celebra una victoria que le condena
a ir de la mano de Torrente vestido de flamenca. Vox dice que o sillones o
repetición de elecciones y no mienten. No tiene por qué mentir quien no tiene
nada que aportar. Los mensajes cruzados entre PP y Vox serán importantes esta
última semana porque son ya parte de una negociación que en ambas formaciones
dan por arrancada bajo la premisa de que, si la izquierda está callada, es que
no saldrá a votar. Veremos. Bola extra. Una furgoneta de Vox con la cara de
Olona embistió ayer por detrás a un Tesla en la carretera que pasa por la
localidad sevillana de Dos Hermanas. Provocó grandes retenciones impidiendo avanzar
al tráfico. What a metáfora, declaró una tuitera que pasaba por allí y tiró una
foto viralizando la escena.
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