LOS MISERABLES AYER Y HOY
PEPE GUTIÉRREZ-ÁLVAREZ
La primera gran adaptación francesa para cine sonoro, y para muchos, la versión definitiva de Los Miserables es la de Raymond Bernard (1934). Duraba cuatro horas y media, de manera que se tuvo que dividió en tres partes para facilitar su visionado. Bernard fue uno de los grandes directores franceses de su época, y su pericia técnica tras las cámaras se hace notar de forma especial en la última parte de la cinta, la correspondiente a la barricada, con escenas de combate muy meritorias y adelantadas a su tiempo. De igual modo, se nota la influencia del expresionismo alemán en su trabajo a través del uso de sombras para generar ansiedad o zozobra, y de planos holandeses como los que posteriormente heredaría la versión de Tom Hooper en 2012.
Como Jean Valjean y
Javert tenemos a unos el soberbio actor judío, Harry Baur que fue entregado a
los nazis por los de Vichy y el soberbio Charles Vanel, memorable tantas veces,
por ejemplo en El salario del miedo. Además de todo lo mencionado, esta
adaptación está valorada como una de las mejores por su fidelidad a la obra
original , comenzando por transmitir un ambiente de miseria proletaria creíble
y devastadora, y a la que parece que volvemos como se desprende de la
adaptación de Ladj Ly (2019), situada en el mismo lugar, y ahora habitado por
los extranjeros provenientes de las esquilmadas colonias francesas, los mismos
que han extendido su ira contra el sistema policíaco y racista que se
manifiesta sin necesidad de ir más lejos, en la audiencia alcanzada por el
lepenismo.
Igualmente cuenta
con buena crítica Los Miserables (Richard Boleslawski, 1935) con cuatro
nominaciones al Oscar, y que contaba con un notable reparto que fue un éxito
considerable en la España republicana. La trama es bastante conocida: Sigo XIX.
Jean (Fredric March) es un joven que sufre la persecución de la justicia tras
un robo que ha cometido. Sin saber a dónde ir, pues no confía en nada ni en
nadie, encuentra ayuda en el obispo Bienvenu, y gracias a él podrá prosperar.
Una de las versiones más lúcidas de “Los miserables”, la famosa novela de
Victor Hugo. La película de Richard Boleslawski retrata densa y magistralmente
las diferencias sociales en la Francia de la Revolución. El film tuvo gran éxito
y la realización en forma de thriller poderoso y emocionante resulta magnífico.
Entre el reparto figuran los nombres de Fredric March o Charles Laughton.
Obtuvo nominaciones al Oscar a la mejor película, fotografía para el maestro
Gregg Toland, el montaje de Barbara McLean y Eric Stacey en la fugaz categoría
de ayudante de dirección.
a revolución se
inició en Francia en 1830 y significó el derrocamiento de los Borbones y la
implantación de una monarquía constitucional en manos de Luis Felipe de Orleans.
Su influencia se expandió fuera de las frontera francesas y comportó la
independencia de Belgica y el enfrentamiento de Polonia contra los rusos..La
primera gran adaptación anglosajona llegaría tan solo un año después del film
de Raymond Bernard. De duración notablemente inferior a cualquiera de las
adaptaciones francesas (108 minutos), Los Miserables de Boleslawski fue la
precursora de varios de los cambios con respecto a la novela que irían
interiorizando muchas de las adaptaciones de habla inglesa a posteriori.
Algunos de estos cambios pasan por erigir a Marius como parte activa de los
Amigos del ABC, o cerrar la película con el suicidio de Javert. El nivel de
fidelidad a la hora de adaptar la obra es cuando menos cuestionable en todo lo
referente a la revolución, que de hecho es presentada con mucha menos
importancia de la que debería, poniendo además a Marius como líder de la misma
en lugar de a Enjolras.
Toda la película se
sustenta en torno al protagonismo absoluto de Jean Valjean con un gran trabajo
interpretativo por parte de Fredric March y su contraparte Charles Laughton,
quién da vida Javert. El resto de personajes brillan por su escasa aparición o
el mínimo interés que suscitan en el espectador. Tal vez la peor parada sea
Fantine (interpretada por Florence Eldridge, esposa de March), pues el
verdadero alcance de su sacrificio por Cosette apenas sí se adivina más allá de
verla lucir un vestido sugerente. A pesar de todo ello, el largometraje tuvo
cuatro nominaciones a los Oscar, entre ellas la de Mejor Película Los
Miserables de José Antonio Páramo (1971)…Por si os lo estabais preguntando, sí,
existe una versión española de Los Miserables. Se trata de una miniserie
dirigida por Jose Antonio Páramo en 1971. Consta de 19 episodios y está protagonizada
por Pepe Calvo. Junto a la historia de su personaje, Jean Valjean, son la de
Fantine y el romance de Cosette y Marius lo más preponderante en esta versión,
que por el contrario, resta cierta relevancia a Javert y a la trama de la
revolución y los Amigos del ABC (que aquí son adultos en vez de estudiantes).
Los pasajes en los que se centra la miniserie no obstante, son bastante
respetuosos con el material en el que se basa.. Los Miserables de Glenn Jordan
(1978) Siete años después veía la luz una nueva versión de Los Miserables
pensada para la televisión británica. Por lo general sigue la línea de la obra
máter con la gran salvedad de que en esta adaptación Jean Valjean no es
liberado tras la terminación de su condena, sino que escapa de prisión. El actor
que lo encarna es Richard Jordan, mientras el gran Anthony Perkins se pone en
la piel de Javert (su salto al Sena es para no perdérselo) y copa una
importante cantidad de afiches promocionales. La cinta de Glenn Jordan estuvo
nominada a un Primetime Emmy y a un premio del Sindicato de Directores. Un
último apunte: no esperéis ver en esta película a Éponine, ni la muerte de un
longevo Jean Valjean…Los Miserables: El musical (1980)
Si Los Miserables
lleva tanto tiempo en candelero es en gran parte gracias a su adaptación a
teatro musical, que lleva representándose en Londres desde 1985, siendo de
hecho el musical más longevo del West End. No obstante su estreno se produjo en
París, en 1980. Con composición y letras originales en francés de Claude-Michel
Schönberg, Alain Boublil y Jean-Marc Natel, la obra fue adaptada al inglés por
Herbert Kretzmer en una producción de Cameron Mackintosh. Posteriormente daría
el salto a Broadway y a múltiples países, incluido España. Es uno de los
musicales favoritos del público y de hecho, de no ser por su impulso, su futuro
habría sido incierto ya que no gustó demasiado a la crítica cuando debutó en
Londres. Pocas novelas pueden presumir de contar con tantas adaptaciones como
Los Miserables de Victor Hugo. La obra fue publicada en 1862 y en ella el
célebre autor tomó como contexto histórico la Rebelión parisina de junio de
1832. Pero antes de llegar el conflicto a ebullición, la historia sigue los
pasos de un ex convicto que luchará por reinsertarse en la sociedad y ser un buen
hombre. No creemos necesario entrar a hacer una sinopsis más extensa puesto que
cualquier persona que se detenga a leer este artículo conocerá a grandes rasgos
la trama, ya sea por el libro o por alguna de sus múltiples versiones llevadas
al cine, la televisión, el teatro, o incluso el manga. Con motivo del estreno
de la más reciente adaptación de Los Miserables, una miniserie producida por la
BBC que mañana estrena en exclusiva en nuestro país Movistar+, nos hemos
propuesto dar un paseo por algunas de las adaptaciones más relevantes de este
clásico. Los Miserables de Raymond Bernard (1934) La primera gran adaptación
francesa para cine sonoro, y para muchos, la versión definitiva de Los
Miserables. Dura cuatro horas y media aunque se dividió en tres partes para
facilitar su visionado. Bernard fue uno de los grandes directores franceses de
su época, y su pericia técnica tras las cámaras se hace notar de forma especial
en la última parte de la cinta, la correspondiente a la barricada, con escenas
de combate muy meritorias y adelantadas a su tiempo. De igual modo, se nota la
influencia del expresionismo alemán en su trabajo a través del uso de sombras
para generar ansiedad o zozobra, y de planos holandeses como los que
posteriormente heredaría la versión de Tom Hooper en 2012. Como Jean Valjean y
Javert tenemos a unos Harry Baur y Charles Vanel en estado de gracia.
Además de todo lo
mencionado, esta adaptación está considerada como una de las mejores por su
fidelidad a la obra de Victor Hugo (empezando por transmitir una miseria
creíble y devastadora) y su capacidad de sintetizar de forma magistral sus más
de mil páginas. Los Miserables de Richard Boleslawski (1935La primera gran
adaptación anglosajona llegaría tan solo un año después del film de Raymond
Bernard. De duración notablemente inferior a cualquiera de las adaptaciones
francesas (108 minutos), Los Miserables de Boleslawski fue la precursora de
varios de los cambios con respecto a la novela que irían interiorizando muchas
de las adaptaciones de habla inglesa a posteriori. Algunos de estos cambios
pasan por erigir a Marius como parte activa de los Amigos del ABC, o cerrar la
película con el suicidio de Javert. El nivel de fidelidad a la hora de adaptar
la obra es cuando menos cuestionable en todo lo referente a la revolución, que
de hecho es presentada con mucha menos importancia de la que debería, poniendo
además a Marius como líder de la misma en lugar de a Enjolras. Toda la película
se sustenta en torno al protagonismo absoluto de Jean Valjean con un gran
trabajo interpretativo por parte de Fredric March y su contraparte Charles
Laughton, quién da vida Javert. El resto de personajes brillan por su escasa
aparición o el mínimo interés que suscitan en el espectador. Tal vez la peor
parada sea Fantine (interpretada por Florence Eldridge, esposa de March), pues
el verdadero alcance de su sacrificio por Cosette apenas sí se adivina más allá
de verla lucir un vestido sugerente. A pesar de todo ello, el largometraje tuvo
cuatro nominaciones a los Oscar, entre ellas la de Mejor Película.
Los Miserables de
José Antonio Páramo (1971) Por si os lo estabais preguntando, sí, existe una
versión española de Los Miserables. Se trata de una miniserie dirigida por Jose
Antonio Páramo en 1971. Consta de 19 episodios y está protagonizada por Pepe
Calvo. Junto a la historia de su personaje, Jean Valjean, son la de Fantine y
el romance de Cosette y Marius lo más preponderante en esta versión, que por el
contrario, resta cierta relevancia a Javert y a la trama de la revolución y los
Amigos del ABC (que aquí son adultos en vez de estudiantes). Los pasajes en los
que se centra la miniserie no obstante, son bastante respetuosos con el
material en el que se basa. Los Miserables de Glenn Jordan (1978) Siete años
después veía la luz una nueva versión de Los Miserables pensada para la
televisión británica. Por lo general sigue la línea de la obra máter con la
gran salvedad de que en esta adaptación Jean Valjean no es liberado tras la
terminación de su condena, sino que escapa de prisión. El actor que lo encarna
es Richard Jordan, mientras el gran Anthony Perkins se pone en la piel de
Javert (su salto al Sena es para no perdérselo) y copa una importante cantidad
de afiches promocionales. La cinta de Glenn Jordan estuvo nominada a un Primetime
Emmy y a un premio del Sindicato de Directores. Un último apunte: no esperéis
ver en esta película a Éponine, ni la muerte de un longevo Jean Valjean. Los
Miserables: El musical (1980) Si Los Miserables lleva tanto tiempo en candelero
es en gran parte gracias a su adaptación a teatro musical, que lleva
representándose en Londres desde 1985, siendo de hecho el musical más longevo
del West End. No obstante su estreno se produjo en París, en 1980. Con
composición y letras originales en francés de Claude-Michel Schönberg, Alain
Boublil y Jean-Marc Natel, la obra fue adaptada al inglés por Herbert Kretzmer
en una producción de Cameron Mackintosh. Posteriormente daría el salto a
Broadway y a múltiples países, incluido España. Es uno de los musicales
favoritos del público y de hecho, de no ser por su impulso, su futuro habría
sido incierto ya que no gustó demasiado a la crítica cuando debutó en
Londres…La Revolución de 1830, surgió en Francia, principalmente, como una
reacción contra las medidas adoptadas por el rey Carlos X rl antecedente de
Macron.
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