Y hablando de la crisis y culpables…
Por Candido Quintana
La gente está soliviantada y no es para
menos. Les reenvío dos correos que acabo de recibir, que dejan a las claras
quienes son los responsables de la quiebra económica del País, cuyos efectos ahora
están haciendo pagar a un Pueblo inocente y cada vez más en precario. Este
primer correo con 42 puntos a cual más lamentable, aunque seguro que se podrían
relacionar cientos no menos graves, data de la anterior legislatura socialista
y me lo remite una buena amiga funcionaria, el segundo un familiar. Ambos,
a los remitentes me refiero, son personas comedidas a las que nunca les he oído
palabras insultantes o fuera de tono para denunciar situaciones tan deleznables
como las que se relatan, que otros, entre los que me incluyo,
venimos denunciando desde hace mucho tiempo sin parar y a todos los
niveles, sin ser oídos o, hasta incluso, ser tachados de mentirosos o
pesados. La realidad es que nos quedábamos cortos en nuestras denuncias y
que los insultos que largábamos eran casi piropos, si analizamos las verdades
con las que esta panda de sinvergüenzas ha hundido a España y
arruinado a sus ciudadanos.
Y si a las multimillonarias cantidades que se han evaporado en
todo lo que se cuenta, les sumamos esas no menos multimillonarias que se
esconden en paraísos fiscales y que ahora pretenden legalizar a bajo
impuesto ¡!, fruto de tantas fechorías
que han nacido de los mismos y de sus compinches, en multitud de “deshonestas
jugadas maestras” que conocemos, llámense insaciables empresarios, profesionales
de pacotilla no menos insaciables, listillos con poder en bancos y cajas,
funcionarios diversos también con poder que han hecho la vista gorda a cambio
de…, etc., llegamos a unas desorbitadas cantidades con las que podríamos
normalizar el País. Se trata de todo un asqueroso elenco de personajes claves
que han mordido, con clara inacción judicial y tapándose unos a
otros, a los políticos me refiero, que les impide ahora tirar de mantas por si
acaso. Pero las culpas no se quedan sólo en España, la Unión Europea era
perfecta conocedora de todo ello, pues desde hace mucho tiempo, algunos, entre
los que también me encuentro, no hemos parado de ponerles al día sobre todo lo
que por aquí venía sucediendo, de la corrupción que estaba aflorando, pero
claramente pasaron de la situación, como si les diera igual ¿?
Las sensaciones son muchas y variadas, casi todas negativas.
Desde que Angela Merkel, o sea Alemania,
parece estar tratando de hacerse con Europa con medidas político-económicas, tras sus fracasos político-militares, hasta que asfixiando a ciertos países, a
los más débiles como España, saldrían reforzados y con menor competencia.
Porque parece evidente que del agujero en el que nos han metido difícilmente
podremos salir, los indicadores son todos negativos y ya no existen oportunidades
como la burbuja inmobiliaria que creó Aznar y perpetuó Zapatero, pues no quedan
espacios ni existe demanda, ¿como entonces crearemos riqueza para dinamizar
nuestra economía y generar los millones de empleos que hacen falta ahora para
normalizar la precaria situación que atravesamos? Nuestra dependencia del
exterior es cada vez mayor y nuestras armas mucho más débiles. En el sector
industrial estamos de Alemania y de otros países punteros aún a más años luz
que antes, y la apuesta de los españoles por su propia industria es cada vez
menor. En agricultura, ganadería y pesca, más allá del necesario pero
escaso consumo interno, también dependemos de ellos. Y que decir del Turismo,
como digan "fos"
apaga y vámonos.
Parece un contubernio judeo-masónico para acabar con España, y de
esta jugada no son ajenos los que aquí han actuado en su beneficio dilapidando recursos
públicos, Por otro lado, ¿no podía el FMI,
el Fondo Monetario Internacional, haber arbitrado como
primera medida la más que a todas luces procedía, hacer aflorar hasta el último
céntimo de euro de los que se esconden en esos paraísos fiscales que ya no deberían de existir? Y eso no es el chocolate del loro como dicen algunos, titulares
incluidos, sino todo lo contrario. Ingentes cantidades de dinero hubiesen
retornado al lugar del que nunca debieron salir, y con ellas, y todo tipo de sanciones
y gastos, se hubiesen solucionado muchos problemas. El único inconveniente es
que nuestras cárceles no habrían dado abasto, porque las responsabilidades
penales tampoco se pueden obviar. Creo que no es nada difícil hacerse una
composición del panorama favorable, para el Pueblo me refiero, si el FMI hubiese actuado de esta importante
y justa manera, y no hace falta ubicarse en Marbella para ello, basta con
analizar lo que ha sucedido aquí, en Santa Cruz de Tenerife. Pero claro, si el
Fondo Monetario Internacional no lo hizo, siempre hay alguien dispuesto a
hacerlo, por si las moscas, y además penalizando, ¡JA!, estas descomunales
sumas producto de fechorías, con, ¡nada más y nada menos! que un 10% de impuestos, cuando a los mortales
que respetamos y cumplimos las leyes, nos endilgan porcentajes mucho mayores, ¡CHIQUITA DESHONESTIDAD!
Aquí sobran muchos despilfarros, me vienen a la mente un montón
de obras suntuosas o innecesarias acometidas por dirigentes tinerfeños, no voy
a extenderme en ello, basta con nombrar la compra del frente de la Playa de Las Teresitas, valorado por la Gerencia
de Urbanismo del Ayuntamiento de Santa Cruz en 21 millones de euros y por el
que increíblemente pagaron el precio de la
mayor tasación externa, unos 51 millones, incluidos terrenos que ya eran
nuestros. O el Auditorio de Tenerife,
creo que presupuestado en unos 27 millones de euros y con un coste real, si no
me falla la memoria, de más de 80 millones. Y no hablo de posibles comisiones o
favores varios. O como un Ayuntamiento, dotado de una plantilla suficiente y de
técnicos cualificados para hacerlo, le encarga la elaboración de su PGO a un
equipo redactor externo, no se si con integrantes coincidentes o relacionados,
y les paga 6 millones de euros por el trabajo, seguramente "pecata
minuta" para un Ayuntamiento que se cree rico, con los que
podrían vivir seis familias humildes durante toda la vida. Y en toda esta tan
rechazable movida, se mezclan ciertos avispados empresarios y algunos listos
políticos que llegan hasta confundirse, algunos con beneficios directos, y
todos jodiendo al más débil, al Pueblo. Y hablando de políticos y preocupado
por la actuación de Julio Pérez en esta indecencia, me viene a la mente otra
increíble parida socialista, pretender implantar una lista regional en las
autonómicas, o sea incrementar el número de parlamentarios, a cambio de ceder
en la reforma del Estatuto que pretendía el Gobierno de Canarias.
Y hablando de la crisis y culpables, señores políticos, sobran muchas cosas que la sola honestidad y congruencia
desaconsejan, y faltan acciones para que los sinvergüenzas no sólo no sigan
robando, sino también para que devuelvan lo que no les pertenece. Falta que
hagan una profunda reflexión sobre el papel tan nefasto que ustedes están
jugando, que se den cuenta que no sólo sobran asesores, coches oficiales y
otros gastos suntuosos que no corresponden en política, sino que también sobran ustedes en un número muy
considerable. Analicen el menor número de políticos que tienen otros países
de la UE más poblados que nosotros.
No tengan miedo, no se notaría porque, ya saben, votan todos a una y en este sentido da lo mismo que hayan 60 que
20, mejor dicho, si se va a notar pero muy positivamente, por las enormes
cantidades de dinero que nos ahorraríamos con esta necesaria medida. Y no
confundan con argumentos claramente estúpidos, como que los partidos
minoritarios perderían con ello, sean honestos y hagan una justa reforma
electoral y todos obtendrán, sean del partido que sean, la representación
que el Pueblo les otorgue. La política no es un negocio, ni debe hacer
rico a nadie, es un deseo de trabajar para la Comunidad que debe llevar
apareado honestidad, congruencia y trabajo, velando siempre por el interés general, y ustedes lo vienen haciendo mal, ¡pero que muy mal!
© Cándido Quintana
Integrante de ASAMBLEA POR TENERIFE
NI
PAULINO, NI RAJOY,... QUE ACABE ESTA MALDICION
