ECUADOR: DESGARRADO POR UNA OCULTA
TRAMA IMPERIAL NEOFASCISTA
POR NARCISO ISA CONDE
“De inmediato todas las derechas
y su poderosa maquinaria mediática y empresarial, con el Coloso del Norte a la
cabeza, las enfilaron para potenciar la satanización de Correa y el correísmo,
incluido el Movimiento Construcción de Villavicencio.”
El candidato presidencial ecuatoriano Fernando Villavicencio fue asesinado a tiros en la tarde del miércoles 9 de agosto del 2023, en un alevoso ataque que se le atribuye a sicarios colombianos, a quienes a su vez las derechas -para satanizar- le asignan maliciosamente vínculos con el expresidente Rafael Correa y su corriente partidaria.
De entrada, para aproximarnos a
lo que está detrás de ese acontecimiento político estremecedor, es muy útil
recoger algunos datos sobre quién fue Fernando Villavicencio y cuál ha sido su
trayectoria. Y con esos fines destaco estas informaciones tomadas de un
reportaje de la agencia EFE (libre de sospecha de izquierdismo y de
antiimperialismo), de fecha 10-08-2023, titulado: “¿Quién es Fernando
Villavicencio? Un polémico periodista enemigo de Rafael Correa:”
TRAYECTORIA DE VILLAVICENCIO.
Villavicencio, de 59 años, “fue
en su juventud sindicalista y asesoró a la federación de trabajadores de la
empresa estatal petrolera, de la que salió despedido como político afín a las
izquierdas.”
Él representó “una tendencia abiertamente crítica a Correa,
a quien culpó de casi todos los males que padece el país.”
También, como “amigo de la
Embajada de Estados Unidos, Villavicencio sacó muchos datos y análisis que
sirvieron en su momento para armar los juicios por los que el exmandatario y
varios de sus colaboradores fueron condenados por corrupción; sentencia que
Correa tilda de persecución política.”
En el periodo en que Correa
ejercía la presidencia del país, Fernando Villavicencio “fue condenado a 18
meses de prisión por supuestas injurias contra Correa, pero evitó la cárcel y
estuvo prófugo hasta que logró la prescripción”.
Meses después, “tras refugiarse
en Estados Unidos, Villavicencio impulsó nuevas denuncias contra Correa por
presuntas irregularidades en contratos petroleros con China”.
Más tarde, disuelta la Asamblea
Legislativa y luego de él dejar de ejercer la diputación,” “se presentó a las
elecciones presidenciales programadas para el 20 de agosto”, con el propósito
de “evitar que el correísmo vuelva al poder.
Villavicencio, “que en muchos
casos criticó a Lasso, también lo defendió” y algunos de sus rivales lo
consideraban “como el candidato encubierto del oficialismo”, algo de lo que él
renegó.
Esa trayectoria y actitudes nos
inclinan a pensar que él y su Movimiento Construcción representaron una fórmula
auspiciada por un sector de poder de EEUU y de la gran burguesía ecuatoriana,
para relevar al presidente Lasso, impidiendo a la vez la vuelta del correismo
al gobierno.
MOTIVOS OCULTOS DE LA MANIOBRA
CRIMINAL.
El examen a profundidad de la
dramática crisis ecuatoriana y del impacto del operativo criminal contra
Fernando Villavicencio, precedido de otros, no debe separarse de una serie de
antecedentes políticos en cadena, que ayudan a entender mejor y a desentrañar
los motivos ocultos de esa dramática determinación.
El gobierno de GUILLERMO LASSO
-precedido de la traición de Lenin Moreno y de su desastroso ejercicio
gubernamental- posibilitó un auge extraordinario de la narco-corrupción,
acompañado de una alta complicidad del Estado, elites financieras y derechas
políticas tuteladas por EEUU.
Se impuso así, en una escala sin
precedentes, el poder de los carteles vinculados al tráfico de drogas, operando
en el Ecuador principalmente hacia Europa, pero también hacia EEUU, desde los
países productores vecinos (Colombia, Perú y Bolivia), a través del Océano
Pacifico; todo esto acompañado de una significativa expansión del lavado de
dinero sucio y de los trajines de la narco-política-ecuatoriana y regional para
copar el poder estatal.
Al mismo tiempo, LASSO, en su
condición de connotado factor político del capital financiero, consumó el
viraje hacia el ultra neoliberalismo y hacía una severa recolonización bajo el
dominio de EEUU; en el marco de un capitalismo mundial gansterizado y
particularmente contaminado por la alta rentabilidad del negocio de las drogas
ilícitas.
Ese viraje iniciado por Lenin
Moreno, necesitó satanizar progresivamente al Presidente Rafael Correa, más
allá de lo que concierne a los controversiales actos de corrupción de algunos
de sus colaboradores y a las consecuencias de sus debilidades en el abordaje de
los planes de sedición contra-reformadora.
Necesitó, sobre todo,
judicializar la gestión política de Correa, en tanto representó defensa de
soberanía, autodeterminación, cambios constitucionales profundamente
democráticos, determinadas reformas sociales, alianzas con los países del ALBA
y participación del Ecuador en los procesos pro independencia de la Patria Grande;
sin olvidar la exitosa lucha por el retiro de la base militar de Manta, que
ahora la derecha pro-imperialista procura restablecer.
El anti correísmo fue la bandera
impuesta por Washington a todas las derechas abiertas y encubiertas del
Ecuador, como lo fue el anti chavismo en Venezuela.
Los imperios son rencorosos y la
represalia por el retiro de la base de Manta y por el rol continental de Correa
en el contexto de la oleada pro-independencia continental del nuevo siglo, es
pétrea y de profundo calado.
Es muy significativo que la
embestida política contra Correa fuera tempranamente asumida por el candidato
asesinado, Fernando Villavicencio, siempre en el contexto de su intrépida y
peligrosa lucha contra los carteles de la droga y de sus fuertes vínculos con
la EMBAJADA estadounidense; relaciones de dependencia que lo llevaron a desviar
contra ese nuevo liderazgo latinoamericanista, acusaciones sin bases reales,
incluidas fantasiosas conexiones con la narco-corrupción y el crimen
organizado. Algo común a todo el espectro derechista tutelado por EE. UU y muy
propio de la línea mercadológica de esa súper-potencia.
Por su parte, LASSO, no
debidamente enfrentado por Villavicencio, no tardó en mostrar su esencia ultra
conservadora y entreguista, y su proclividad a la corrupción; al punto de ser
enjuiciado y condenado por el Congreso Nacional; lo que lo llevó a recurrir a
la maniobra de la “muerte cruzada”, a la disolución de la Asamblea Legislativa
y a la convocatoria de elecciones adelantadas para este 20 de agosto. Una
especie de autogolpe, todavía en franco despliegue.
De inmediato todas las derechas y
su poderosa maquinaria mediática y empresarial, con el Coloso del Norte a la
cabeza, las enfilaron para potenciar la satanización de Correa y el correísmo;
y una parte de ella se concentró en promover al Movimiento Construcción y a su
candidato.
Sin embargo, el producto
electorero previo al asesinato de Villavicencio, realmente no fue lo esperado
por sus padrinos del Norte. Su candidatura quedó muy atrás, mientras la
candidata del correísmo, Luisa González, siguió puntera en las encuestas.
Eso explica por qué el poder
imperial y sus socios ecuatorianos y regionales optaron por crear una gran
crisis, sacrificando la vida de Villavicencio y sin importarle los sufrimientos
de sus familiares y amigos. Bien se ha dicho que el gran capital no tiene ni
amigos ni aliados permanentes. ¡Solo intereses, muy espurios por cierto!
Está cada vez más claro que se
ejecutó un operativo que tiene todas las características de ASESINATO POLÍTICO
Y DE ESTADO, y no simplemente un crimen de mafias comunes.
Hasta la propia familia de
Villavicencio habla de eso, sin reflexionar que si trata de asesinato de Estado
–y realmente lo es- nada tiene que ver RAFAEL CORREA con ese repudiable acontecimiento;
quien -además de atribuírselo justamente a la degradación del poder
establecido- ha condenado el método y expresado su sentir a los familiares,
dejando a un lado ríspidas controversias pasadas.
Basta observar las
características del automóvil, la desprotección física (sin casco, sin
chaleco…) la conducta de la policía y la manera de investigar, para detectar
las complicidades de Estado y de sus cuerpos policiales-militares. Y para colmo
la ejecución por la policía del sicario que jugó el rol de matador y el pedido
de intervención FBI en las investigaciones, procuran presentar resultados
amañados que protejan a los autores intelectuales del crimen.
Todo esto está en marcha bajo una
declaración de Estado de excepción por 60 días, que implica negación de
derechos y de garantías constitucionales y régimen dictatorial, lo que impide
realizar unos comicios mínimamente democráticos
Es una maniobra despótica,
neofascista, evidentemente destinada a impedir o prostituir las elecciones del
próximo 20 de agosto para imponer una de las facciones de derecha, o a
desconocer resultados desfavorables al poder establecido y a prolongar por la
fuerza el mandato del propio GUILLERMO LASSO o imponer otra cosa parecida. En
medió de esa situación Lasso ha declarado que de “ninguna manera van a entregar
el Estado al crimen organizado, aunque se disfrace de partidismo”. Las
variantes dependen de cómo pinten las cosas en los próximos días.
El nivel satánico, repetitivo y
orquestado, de la pérfida propaganda contra Correa y el correísmo,
implicándolos en ese asesinato y tildándolos además de NARCO-SOCIALISMO, a buen
entendedor le deja claro que el neo-fascismo local e internacional están
decidido a impedir por la fuerza la vuelta del correÍsmo al gobierno del
Ecuador.
Están empecinados en evitar que
le pase con Correa lo que le pasó con LULA y en aplicar la fórmula empleada
contra CRISTINA KIRCHNER en grado superlativo, aún a costa de un trauma
político social de imprevisibles consecuencias.
Los hechos, por demás, dejan como
importante lección que, si bien hay que rechazar enérgicamente el veto imperial
y oligárquico a las diferentes variantes de llamado progresismo -incluso hasta
a las débilmente reformadoras- éstas han resultado sumamente insuficientes, y
demasiado complacientes,} con el neofascismo y los poderes fácticos, para
vencer definitivamente al enemigo de los pueblos y transformar estas injustas
sociedades.
Es imperioso pues, para evitar el
caos prolongado y manipulable, profundizar los cambios, radicalizar las
transformaciones, hacer nuevas revoluciones y sembrar socialismo de verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario