LOS MOTIVOS DE LA VIEJA GUARDIA
DANIEL BERNABÉ
Felipe González, Pedro
Sánchez y Alfonso Guerra.- EFE
Entre los años 1900 y 1905 se editó en Madrid una revista bajo el peculiar nombre de Gente Vieja, últimos ecos del siglo XIX. La cabecera, obviamente reaccionaría por oposición al modernismo, consideraba a su rival literario frívolo en su temática, endeble en su propuesta y engolado en su lenguaje, oponiéndole la precisión y robustez de lo que el grupo editor consideraba que habían sido las señas de los escritores españoles de la anterior centuria. Se apostaba, además, por una vejez militante, ya que los que allí firmaban tenían que haber superado los cincuenta años. Visto desde nuestro presente, cuna de lo pueril, de una juventud tan falsa como mitificada que se alarga lo que el consumo requiera, la revista Gente Vieja resulta, más que amenazante, entrañable.