sábado, 17 de junio de 2023

LOS "PATRIOTEROS DE PULSERA" VAN GANANDO

 

LOS "PATRIOTEROS DE PULSERA" VAN GANANDO

JUAN TORTOSA

El delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Francisco Martín, a su llegada al acto de entrega del Premio Gumersindo de Azcárate, en el Casino de Madrid, a 7 de junio de 2023, en Madrid (España). Jesús Hellín / Europa Press

Admito que me extrañó el pasado jueves escuchar a todo un delegado del gobierno socialista en Madrid arremetiendo contra los "patrioteros de pulsera" mientras ponía en valor el trabajo parlamentario de EH Bildu o ERC durante la legislatura que ahora acaba. Me resultaba demasiado bonito para ser verdad:

"Esos supuestos enemigos de la patria, de España, -afirmó Francisco Martín en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum- a lo largo de estos últimos cinco años han hecho mucho más por todos los españoles y españolas, es decir, por España, de lo que han hecho todos los patrioteros de pulsera juntos".

 

La verdad es que me extrañó tanta contundencia, tanta honestidad, tanta verdad en boca del representante de un partido que tiende siempre a templar gaitas, pero recordé al expresidente Rodríguez Zapatero el lunes en la Cope poniendo en su sitio a Herrera y sus tertulianos cuando estos cuestionaban la desaparición de ETA y por un momento pensé que los socialistas por fin habían decidido dar un puñetazo en la mesa, dejarse de medias palabras y empezar a llamar a las cosas por su nombre.

 

"Esos supuestos enemigos de España, -añadió Martín- han contribuido a salvar miles y miles de vidas de ciudadanos españoles, han contribuido a dignificar la vida de millones de pensionistas, a mejorar las condiciones laborales de millones de ciudadanos y ciudadanas de todo nuestro país o a posibilitar la aprobación presupuestaria que materializaba todas las anteriores cuestiones".

 

Y remató: "Por tanto, mi pregunta no es con quién se ha pactado, sino cómo es posible que esos patrioteros de pulsera no estuvieran remando a favor de España durante todos estos años. Esa es para mí la gran reflexión de esta etapa y creo que tendría que estar encima de la mesa en las próximas elecciones".

 

Sonaba demasiado bonito para ser verdad. Así que cuando solo habían transcurrido unas cuantas horas... mi gozo en un pozo. Como se sabe, la alegría dura poco en casa del pobre y, antes de que cantara el gallo, el autor de una de las reflexiones más honestas en boca de un socialista (Zapatero aparte) en los últimos tiempos salió de nuevo a la palestra para humillarse, negarse a sí mismo tres veces y pedir perdón. Solo le faltó flagelarse en público. Al pobre.

 

Si uno tiene que desdecirse de ser honesto, esto es una ruina. Si uno se acojona a las primeras de cambio apenas Almeida o Ayuso abren la boca para regañarnos, es que este país está mucho peor de lo que nos temíamos. Nunca es bueno templar gaitas, pero en tiempos electorales mucho menos. Hay que plantar cara, decir las verdades sin miedo y no dejarse comer el terreno jamás.

 

No puede ser que las izquierdas, por muy "light" que sean, se dejen comer la tostada mientras los fascistas van introduciendo fichas en las instituciones, ocupando espacios, desplazando demócratas y proclamando programas como el que han dado a conocer PP y Vox esta semana tras pactar el gobierno de la Comunidad Valenciana. No quiero ni imaginarme la que se nos viene encima tras la avalancha de ultras que a partir de este sábado entran en más de un centenar de ayuntamientos de todo el país.

 

De un tiempo a esta parte, las izquierdas no hacen más que dejar espacio libre a la ultraderecha sin que nadie salga a decir, alto y claro, que este no puede ser el camino de ninguna de las maneras. ¿Es así como espera ganar el PSOE, echándose atrás cada vez que se pone sobre la mesa una verdad y se desenmascara una campaña de mentiras que solo conduce a alejar el foco de donde verdaderamente debe estar?

 

Echo de menos que alguien de Sumar no haya salido inmediatamente a decir que no puede ser que alguien del PSOE se desdiga tras haber soltado verdades como puños. Repito: se les está regalando a los ultras el relato, el espacio, la gestión... se les están ofreciendo en bandeja, en definitiva, los puñales con los que destrozarán sin miramiento alguno el mundo de libertades que tanto nos ha costado construir.

 

No quiero partidos de izquierdas timoratos a la hora de defender una actividad legislativa en el parlamento de la recién terminada legislatura que ha conseguido mejorar la vida de la gente. No quiero por más tiempo, a la izquierda del PSOE, una izquierda que no proclame ya, sin más dilación, que hay que parar cuanto antes el peligrosísimo avance de la ultraderecha y de la derecha ultra.

 

No puede ser que solo Zapatero parezca estar facultado para decir las cosas que tendríamos que estar escuchando a todos los socialistas y a todos los miembros del recién nacido Movimiento Sumar. ¿Nadie más va a salir a la palestra a decir que ya está bien de usar a ETA como argumento electoral, que ese terrorismo fue derrotado hace una docena de años y ya no existe, que siempre se abogó porque quienes un día practicaron la violencia abrazaran las reglas del estado de derecho y decidieran hacer política dentro del marco constitucional?

 

¿Nadie más va a proclamar, todo lo alto que sea posible, que es intolerable establecer un paralelismo entre los pactos del Gobierno de coalición con EH Bildu y los acuerdos que Núñez Feijoó está perpetrando en ayuntamientos y comunidades autónomas colocándole la alfombra roja a los fascistas de Vox para que estos campen a sus anchas y acaben triturando la democracia?

 

¿Acaso no es verdad todo lo que dijo el delegado del Gobierno de Madrid? ¿Acaso no es verdad que los patrioteros de pulsera siembran el odio, la desafección, el miedo, y que por el camino que vamos, las cosas no solo no van a mejorar sino que nos vamos a ver de nuevo metidos en la noche de los tiempos?

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