¿ESTÁ EL PP REPARTIENDO PISTOLAS
O NAVAJAS?
MARTA
NEBOT
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo (i), y el
presidente del PP de la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón (d), que gobernará
con Vox. FOTO: Jorge Gil
Las comparaciones ciertamente son odiosas, aunque unas generen más odio que otras. Yo no pretendo generar ni un poco. Creo que, aparte de eso, sirven para hacer pedagogía y comedia y que eso es lo mejor que se puede hacer en este momento.
Insisto en que no
pretendo promover odio. Por favor, no me malinterpreten. No puedo estar más en
contra. El odio me parece enfermizo y un error siempre. Solo planteo un dicho
popular que me viene al pelo como preámbulo antes de comparar incomparables.
Y perdónenme tanta
previa también, pero es que las novedades de esta semana dignas de comparación
tienen que ver con un partido político que tiende a querellarse contra los
periodistas que no lo complacen. Contra mí ya lo hizo. Así que escribo para
ustedes y para el juez, por si acaso.
El martes en
Baleares se nombró como presidente de sus Cortes, a un miembro de Vox
negacionista de la violencia de género, antivacunas, que cree que los europeos
blancos católicos estamos siendo reemplazados por africanos negros musulmanes.
La frase más ilustrativa encontrada entre sus publicaciones dice que "las
mujeres son más beligerantes porque carecen de pene". Sí, la trasnochada y
caducada envidia del miembro masculino de Freud repescada por la ya poderosa
ultraderecha española.
Recordemos que el
padre del psicoanálisis defendió que las niñas tienen envidia de pene porque,
cuando les llega el complejo de Edipo, les falta uno para fantasear con
relaciones sexuales con su madre. Además, hasta su época, finales del siglo XIX
principios del XX, se consideraba que la histeria femenina era una enfermedad
que se curaba con relaciones sexuales. Hace mucho que la psicología moderna lo
niega y que no admite la envidia de pene sin hablar de envidia de útero. Pero
¿qué importa la ciencia cuando uno se dedica al populismo? ¿Qué importa la
igualdad de géneros establecida en las leyes cuando se trata de repartir poder
y de alcanzarlo a cualquier precio?
¿Habrá pensado el
PP que al entregar este importante puesto a alguien como él es probable que no
amoneste igual a una mujer que a un hombre en el hemiciclo? ¿O es que en el
Partido Popular también creen que las mujeres necesitamos que nos bajen los
humitos?
En Aragón, esa
misma autoridad también está, ya desde el viernes, en manos de la megaderecha.
La nueva presidenta borró sus redes sociales poco antes de la votación en la
que fue elegida. Entre sus hits: "Irene Montero solo sabe arrodillarse
para medrar".
Thank you for
watching
¿Está capacitado
alguien con semejante historial para tratar igual a todos los políticos del
parlamento que va a presidir? ¿Cómo tratará a los diputados regionales de
Podemos Aragón? ¿Les obligará a llevar rodilleras o se disculpará con ellos en
la primera sesión para poder fomentar y promover las buenas relaciones entre
todos los grupos parlamentarios como exige su puesto?
Me temo que la
lista de esperpentos democráticos con alto cargo no ha hecho más que empezar,
pero, en realidad, no es eso lo que me parece más peligroso, sino más bien
simbólico. Es como si este Gobierno de coalición hubiera puesto de presidente
del Parlamento a algún rapero cañero, como Valtonyk, por ejemplo. Claro que,
para eso, el susodicho tendría que querer el cargo, estar dispuesto a borrar
sus canciones y a partir de ahora decir lo mismo más fino y descafeinado, como
pronostico sobre lo que empezará a pasar próximamente.
En cualquier caso,
estas altas autoridades actuarán bajo los focos y los taquígrafos. Más grave me
parece que el PP esté entregando el control de las policías locales en decenas
de ayuntamientos a los que niegan la violencia de género, a los que abogan por
aplicar la fuerza para acelerar cualquier desahucio, a los que predican que los
inmigrantes irregulares solo son delincuencia, indignos de derechos o de
compasión. Es como si el Gobierno de izquierdas hubiera entregado las
relaciones institucionales con la Iglesia a las organizadoras de la procesión
del Santo Chumino Rebelde o a las del Coño Insumiso. O, peor –y más exagerado–
como si hubiera entregado el Ministerio de Interior a Bildu.
¿Qué va a hacer Vox
al frente de las consejerías de Familia recién creadas en sustitución de las de
Igualdad, en muchos pueblos? ¿Defenderá a todas las familias por igual teniendo
en cuenta que niega muchos de sus tipos?
Y que conste que
tampoco escribo para meter miedo a nadie. No creo ni en el odio ni en el miedo
como instrumento político porque valoro la convivencia y la inteligencia
colectiva por encima de todo. Lo hago como puro análisis de la España en la que
ya estamos y a la que es posible que vayamos aún más.
El mismo Feijóo que
propone que Sánchez tras el 23-J le dé sus votos para no gobernar con el temido
Vox, del que él siempre renegó,
justifica que en València su partido gobierne con ellos y en Extremadura
no por el porcentaje de voto. No da explicaciones ideológicas. Son solo
números. Solo negocios. ¿Si en ValÈncia había que gobernar con los ultras
porque obtuvieron el 12% de los votos, que habrá que hacer en las generales en
las que Vox hoy tiene más del 15%? Da por hecho el acuerdo entre la derecha
presuntamente razonable y la otra. Ya se comenta, entre fuentes autorizadas,
que para alcanzar la Moncloa podría entregar a Vox el Ministerio de Defensa,
"porque depende de Exteriores y así los ultras estarían controlados".
¿Controlado Vox, un
partido que recuerda tanto del franquismo, al frente de los cuarteles? ¿De
verdad piensan seguir repartiendo pistolas a los monos? Y conste que no llamo
mono a nadie. Que solo hago uso del refranero español: "No hay nada más peligroso que un mono
con dos pistolas". En Ñamérica dicen "mono con metralleta". Y en
algunos de sus países "mono" significa "rubio", así que
cada quien que elija la acepción que mejor le venga.
Hay otro dicho que
afirma que el auténtico peligro es un "mono con navaja de barbero".
Cuidado, señor Feijóo. Cuidado. Está jugando con fuego o con monos, dependiendo
del dicho que se aplique.
No hay comentarios:
Publicar un comentario