UN ARTÍCULO QUE NINGÚN MEDIO ALTERNATIVO
PUEDE… NO CONTAR
FALSIMEDIA
No ver, no contar nada
Un olvido empaña el apoyo que los principales medios de comunicación occidentales vienen prestando a los dirigentes ucranianos en su enfrentamiento con Moscú desde 2014: la promoción por parte de Kiev de políticas revisionistas de la memoria y la complacencia de las autoridades con los neonazis en el espacio público.
Tras la revuelta de
Maidán, el inicio de la guerra civil en Donbass y la anexión de Crimea por
parte de Rusia en 2014, el presidente ucraniano Petro Poroshenko promulgó las
«leyes de descomunistización» (1) en mayo de 2015. Castigan la promoción de las
ideas comunistas, prohíben los símbolos soviéticos y elevan al rango de
«luchadores por la independencia» a los grupos antisemitas que colaboraron con
los nazis: la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN), cuyas milicias
participaron en el exterminio de judíos, y su rama militar, el Ejército
Insurgente Ucraniano (UPA), responsable, entre otras cosas, de la masacre de
cien mil polacos. Ambos se benefician ahora de un homenaje nacional el 14 de
octubre. Y cada 1 de enero, en Kiev, una marcha de antorchas honra la memoria
de Stepan Bandera, líder de estas dos organizaciones y colaborador del Tercer
Reich. Este simpático cuadro estaría incompleto si no se menciona la
integración en el ejército, en mayo de 2014, del Batallón Azov, una milicia
neonazi que toma prestado su emblema de la división SS Das Reich.
Procedente de una
familia judía, el presidente Volodymyr Zelensky se mantiene a distancia de esta
furia, a la que no se podría simplificar la política ucraniana. Pero de todos
modos: el 28 de abril, cientos de personas desfilaron en la capital para
celebrar la división SS Galicia, formada por voluntarios ucranianos (2). Los
medios de comunicación franceses no dijeron ni una palabra al respecto.
¿Habrían tomado la misma decisión si el Kremlin hubiera autorizado una
concentración neonazi en la Plaza Roja?
En Estados Unidos,
el observatorio del periodismo Fairness and Accuracy in Reporting (FAIR)
realizó un recuento esclarecedor: entre el 6 de diciembre de 2021 y el 6 de
enero de 2022, el New York Times publicó 228 artículos en los que se mencionaba
a Ucrania; nueve contenían la palabra «nazi» de alguna forma; y ninguno
mencionaba el revisionismo oficial, la tolerancia de las autoridades con las
movilizaciones fascistas o la presencia de neonazis en las fuerzas armadas. En
las columnas del Washington Post, esta cifras eran 201, 6 y cero respectivamente.
Sin embargo, FAIR señaló que todo ello «seguramente tendrían un impacto en la
formación de la opinión pública estadounidense, al menos si el público
estuviera informado». Por supuesto, dijo la asociación, «esto no le da a Rusia
el derecho de atacar a Ucrania, pero los medios de comunicación estadounidenses
deberían informar a los estadounidenses sobre el país [Ucrania, ndlr] con el
que sus impuestos están armando» (3).
¿Y en Francia, qué
hay de todo esto? Entre el 1 de enero y el 15 de febrero de 2022, de los 152
artículos que mencionan a Ucrania que aparecieron en Le Monde (14 de los cuales
no estaban relacionados con el conflicto actual), cinco contenían la palabra
«nazi». Dos mencionaron las inclinaciones fascistas de algunos nacionalistas,
pero sólo para señalar que Moscú estaba instrumentalizando la situación (8 y 11
de febrero de 2022). Otro informaba sobre la participación de las milicias
ucranianas en el genocidio de los judíos, pero era una reseña de un libro sobre
la historia de la Segunda Guerra Mundial (21 de enero de 2022). Si nos vamos a
Le Figaro, lleva al mismo resultado: 171 artículos mencionan a Ucrania (18 sin
relación con la situación internacional), 8 de los cuales contienen la palabra
«nazi». Uno de ellos informa sobre un libro sobre el exterminio de los judíos
en Europa y, por supuesto, menciona a Ucrania. Ninguno de ellos informa sobre
hechos que suelen ser considerados intolerables por la prensa. Pero como tienen
lugar en un país aliado de Occidente contra Rusia, pasan el tamiz moral de los
periodistas sin obstáculos.
Un texto de Pierre
Rimbert. Le Monde Diplomatique en francés, edición de marzo.
Notas:
(1) Lire Laurent
Geslin et Sébastien Gobert, « Ukraine, jeux de miroirs pour héros troubles »,
Le Monde diplomatique, décembre 2016.
(2) Lev Golinkin, «
Secretary Blinken faces a big test in Ukraine, where nazis and their
sympathizers are glorified », The Nation, New York, 6 mai 2021.
(3) Gregory Shupak,
« Hawkish pundits downplay threat of war, Ukraine’s nazi ties », FAIR, 15 janvier
2022.
https://www.monde-diplomatique.fr/2022/03/RIMBERT/64441
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