PEDRO SÁNCHEZ VENDE AL PUEBLO SAHARAUI A CAMBIO DE GAS Y FRONTERAS
BLINDADAS
El giro de la
política exterior española sobre el conflicto del Sáhara Occidental busca
retomar la llegada de gas argelino y blindar el rol de gendarme de Marruecos en
la frontera sur de la UE.
SANTIAGO LUPE
Este viernes se hacía pública la carta del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, al rey de Marruecos, Mohamed VI, por la que el Estado español reconoce por primera vez la ocupación ilegal del Sáhara Occidental por parte del régimen marroquí. Sánchez da por buena la propuesta de una autonomía regulada por la monarquía alauita. Según la misiva esta sería "la base más seria, realista y creíble para la resolución del contencioso”.
Se abandona el apoyo oficial del Estado español a las resoluciones de la ONU para la celebración de un referéndum de autodeterminación. Un giro en la tradicional posición española que corrobora lo que ya se venía haciendo de hecho por los diferentes gobiernos del Régimen del 78.
Durante 47 años, la
UCD, el PSOE y el PP han apoyado con palabras las reivindicaciones del pueblo
saharaui, mientras que con la real politik exterior avalan la ocupación
marroquí del Sáhara, a cambio de la participación en el expolio de sus recursos
de empresas españolas del sector pesquero, la construcción y la energía - como
King Pesca, Acciona o Gamesa - y acuerdos con la dictadura de Mohamed VI para
que haga el trabajo sucio en el control de la frontera sur de la UE.
Esta política ha
sido y es parte de las políticas de Estado del imperialismo español. El Sáhara
Occidental, como colonia africana española, fue entregado a Hasan II, padre del
actual monarca, por Juan Carlos I en noviembre de 1975. Un pacto entre ambas
casas reales, auspiciado por EEUU, Arabia Saudí e Israel.
La decisión de
Sánchez, sin embargo, tiene una gran trascendencia. Consolida el alineamiento
español con la dictadura marroquí contra el pueblo saharaui, como recientemente
hiciera el nuevo canciller alemán, Olaf Scholz, o las administraciones Trump y
Biden.
Con este respaldo
se dan por restablecidas las buenas relaciones diplomáticas entre los reinos de
España y Marruecos. Se cierra así la crisis abierta tras el retorno de los
enfrentamientos armados entre el ejército ocupante y el Frente Polisario en
noviembre de 2020.
Este “éxito” de la
diplomacia española y europea, del que se felicitaba este mismo viernes el
expresidente Zapatero, es un espaldarazo a la ofensiva del imperialismo español
y europeo en el contexto bélico y belicista que atraviesa Europa tras la
ocupación rusa de Ucrania.
Si con Juan Carlos
I se vendió al pueblo saharaui a cambio del respaldo de Washington y los
petrodólares al proceso de Transición, bajo el reinado de su hijo, Felipe VI,
se hace buscando incrementar la llegada de gas magrebí a la UE y consolidar la
función de gendarme de Mohamed VI ante el previsible aumento de la llegada de
millones de seres humanos desde África en los próximos años.
Tras una larga
guerra entre el Frente Polisario y las fuerzas ocupantes que se prolongó hasta
1991, se acordó la celebración de un referéndum de autodeterminación con el
auspicio de la ONU. Sin embargo, este se fue posponiendo una y otra vez. En
noviembre de 2020, tras los ataques de Marruecos a parte de las zonas liberadas
del Gerguerat, se reanudó el conflicto armado hasta la actualidad.
La reanudación de
la guerra llevó a la crisis diplomática entre Marruecos y Argelia, y el primero
con el Estado español, sobre todo tras la acogida al líder del Polisario,
Brahim Gali, en mayo de 2021 para ser atendido en un hospital.
Esta crisis
desencadenó que en noviembre de 2021 no se renovara el contrato de suministro
que mantenían desde hacía 25 años la argelina Sonatrach con Naturgy, y de esta
compañía española con Marruecos, para la operación y el mantenimiento de los
500 kilómetros del gasoducto Magreb-Europa en suelo marroquí por el que llegaba
un 40% del gas argelino transportado por tubería a la península.
Su cierre hizo
bajar del 52% al 31% la cantidad de gas argelino transportado por este método,
elevando hasta un 70% la cantidad llegada en buques metaneros a un coste hasta
un 30% más caro.
La búsqueda de
alternativas rápidas al gas ruso ha acelerado las negociaciones con otros
productores, incluida Argelia, para aumentar su producción y envío. El
movimiento español, precedido del alemán, trata de normalizar las relaciones
con Marruecos como un primer paso para facilitar un restablecimiento del flujo
del gas por el oleoducto clausurado lo antes posible.
El ministro de
Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha asegurado que el cambio de posición
sobre el Sáhara Occidental no pone en riesgo las relaciones con Argelia,
tradicional aliada del Polisario. Todo apunta a que en esta nueva venta del
pueblo saharaui participa también el reaccionario régimen argelino a cambio de
poder colocar la mayor cantidad de gas posible aprovechando los altos precios
del mercado.
Estamos pues, ante
una consecuencia más del “efecto mariposa” generado con la guerra de Ucrania y
la escalada belicista del imperialismo europeo en forma de planes de rearme y
guerra económica.
La otra gran
política imperialista que se pretende afianzar con esta normalización de
relaciones es la función de Marruecos como gendarme de la política migratoria
de la UE. Las previsiones de un mundo mucho más convulso - con gravísimas
consecuencias en regiones de Oriente Medio y África atravesadas ya por
múltiples conflictos bélicos y ahora una alarmante amenaza a la seguridad
alimentaria - van a llevar a la Europa imperialista, que hoy cínicamente habla
de acogida para referirse a las refugiadas ucranianas, a desplegar políticas
cada vez más agresivas para repeler la llegada de personas.
Que la gendarmería
marroquí siga haciendo buena parte del trabajo sucio en la vigilancia de las
costas del Sáhara Occidental y el norte marroquí, es aún más importante ahora
que en el vecino Mali - otro régimen tradicionalmente cipayo del imperialismo
europeo en esta tarea - el gobierno ha “subcontratado” a compañías de
mercenarios rusas como parte de sus fuerzas armadas.
La decisión de
Sánchez ha vuelto a desatar discrepancias en el gobierno de coalición. Desde
Unidas Podemos se ha rechazado el contenido de la carta y se han manifestado a
favor de un referéndum de autodeterminación como única solución.
Sin embargo, como
con el resto de discrepancias manifestadas en las últimas semanas sobre la
política de rearme o el envío de armas a Ucrania, la permanencia de sus
ministras y ministros en el gobierno "más progresista de la historia"
sigue sin estar en discusión. Las declaraciones y tuits son humo en contraste
con el aval que su presencia en el gobierno significa para sus políticas cada
vez más reaccionarias e imperialistas.
Este nuevo golpe a
la causa del pueblo saharaui de parte de su antigua potencia colonial ha
despertado la indignación en la izquierda y el fuerte movimiento de solidaridad
existente en el Estado español.
Desde los pueblos y
la clase obrera de los países imperialistas debemos movilizarnos en solidaridad
con la lucha del pueblo saharaui y luchar contra nuestros propios gobiernos
que, como el de PSOE-UP aquí, son responsables de la ocupación, el expolio y el
exilio perpetuo de miles de saharauis.
Debemos exigir la
salida de todas las empresas españolas y europeas que participan del expolio
imperialista del Sáhara Occidental y sus costas, el corte de los envíos de
armas y equipamientos militares al régimen marroquí y la derogación de las
reaccionarias políticas de extranjería y fronteras blindadas de las que Mohamed
VI es un socio preferente.
Si algo demuestra
la carta de Sánchez es que una salida al conflicto de manos de la ONU o la
Comunidad Internacional es una mera ilusión. La lucha contra la ocupación
marroquí desde la diáspora europea, los campamentos, el frente y los
territorios ocupados, tiene que vincularse y ser apoyada por quienes luchan
contra la dictadura de Mohamed VI en Marruecos.
No habrá salida
posible sin tumbar la monarquía alauita y avanzar al establecimiento de
repúblicas de los trabajadores y sectores populares que puedan relacionarse y
federarse fraternalmente en todo el Magreb.
No hay comentarios:
Publicar un comentario