TRIBUNAL SUPREMO BRITÁNICO DA VÍA LIBRE A LA EXTRADICIÓN DE ASSANGE
A ESTADOS UNIDOS
La
máxima instancia judicial del Reino Unido favorece el pedido estadounidense de
extraditar a Julian Assange. Esto constituye un preocupante avance de Estados
Unidos contra la libertad de prensa en todo el mundo.
DIEGO SACCHI
El Tribunal Supremo, máxima instancia judicial del Reino Unido, desestimó este lunes un recurso presentado por la defensa del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, lo que habilita su extradición a Estados Unidos.
Ahora el caso pasa a la ministra británica del Interior, Priti Patel, que debe decidir si autoriza la entrega a Estados Unidos, aunque se espera que la defensa recurra otras partes del proceso.
El Tribunal Supremo rechazó la petición de Assange con el argumento de que no plantea "ningún punto legal debatible", lo que significa que sigue vigente el fallo del Superior y la deportación puede ejecutarse si eventualmente así lo ratifica la ministra.
Washington había
recurrido en diciembre un fallo del 21 de enero de 2021 de la jueza británica
de primera instancia Vanessa Baraitser, quien negó la entrega del fundador de
WikiLeaks al considerar que presenta riesgo de suicidio y que las condiciones
penitenciarias estadounidenses podían exacerbarlo.
Los jueces del
Superior dieron la razón a Estados Unidos al coincidir en que la jueza debió
pedirles en ese momento garantías sobre el régimen penitenciario que se
aplicaría al acusado a fin de minimizar los riesgos para su salud.
Según el fallo existirían
suficientes garantías de que el fundador de WikiLeaks será tratado
correctamente en suelo norteamericano. Cabe preguntarse qué
"garantías" puede ofrecer Estados Unidos, que realiza detenciones
extrajudiciales en la prisión de Guantánamo (en Cuba) con graves violaciones a
los derechos humanos, cuestión denunciada justamente por WikiLeaks.
En un comunicado,
la defensa de Assange ha precisado que tiene "derecho a presentarle sus
argumentos en un plazo de cuatro semanas antes de que (Patel) tome una decisión".
La persecución es
repudiada por un amplio arco de organizaciones de derechos humanos, periodistas
y defensores de las libertades en todo el mundo. La situación del periodista
australiano es grave, después de años de detención arbitraria, sin acceso a luz
solar, aire fresco, ejercicio y atención médica adecuada. La salud del
periodista australiano está muy deteriorada con una frágil salud mental y
varios intentos de suicido, por lo que este fallo representa un peligro para su
vida.
Estados Unidos requiere
al periodista para procesarlo por 18 delitos de "espionaje e intrusión
informática" que pueden acarrear hasta 175 años de cárcel por revelar
crímenes de guerra de dicho país.
La revelación de
las violaciones a derechos humanos que hace Estados Unidos durante sus
invasiones e intervenciones militares en otros países fue una de las causas
porque la que la justicia estadounidense encarceló a Chelsea Manning, la
principal fuente de las filtraciones de documentos clasificados había
demostrado sobre el accionar de las tropas de EE.UU. en Irak y Afganistan.
Manning, que hoy
tiene 29 años, había recibido originalmente una condena de 35 años, pero la
fuerte campaña nacional e internacional por su liberación, junto a al
arrepentimiento que mostró ante la justicia, culminó con su libertad, tras
cumplir siete años en prisión. Chelsea Manning había filtrado en 2010 al portal
WikiLeaks un número récord de documentos de la guerra de Irak y de Afganistán y
cables del Departamento de Estado de EEUU.
La persecusión
contra Julian Assange es una muestra de la hipocresía del imperialismo
norteamericano, que ataca la libertad de prensa mientras se muestra como
"defensor de la democracia".
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