AL ALBA
MAITÉ CAMPILLO
Hablar de
revoluciones, imaginar revoluciones, situarse mentalmente en el seno de una
revolución, es hacerse un poco dueño del mundo. Quienes hablan de una
revolución se ven llevados a hacerla. Es tan evidente que tal o cual privilegio
debe ser abolido, que se procede a abolirlo; es tan cierto que tal opresión es
odiosa, que se dictan medidas contra ella; es tan claro que tal personaje es un
miserable, que se le condena a muerte por unanimidad. Y, una vez saneado el
terreno, se procede a edificar la Ciudad del Futuro (A.C.)
La palabra impresa embalsama la verdad para la posteridad
Dejó escrito el
escritor cubano Alejo Carpentier además de otro tipo de manifiestos cargados de
sentimiento e inteligencia «Mucho me interesaba observar el vuelo de las aves
de la tierra y del mar, pues estas suelen ser más avisadas que el hombre en
escoger los rumbos que le convienen». Las ideas y lucha implacable contra la
injusticia surge voluntaria entre impulsos espontáneos de rebeldía cuando se
siente un intenso deseo de exportar la conciencia que emana de adentro “para
dormir en la cama hay que tener vocación”. Caminaba por una calle vacía, ningún
virus aleteando entre personas, azotaba cariñoso el viento las mejillas, las
calles estaban vacías porque habían asesinado a toda la población. Los virus al
menos dejan algunos vivos para que la especie humana no se extinga, militares o
milicos, OTAN o sionismo como buenos “demócratas”, arrasan con todo. Hoy en
plena pandemia los militares sionistas han destruido una clínica, que los
palestinos habían construido para atender posibles infectados, y han vuelto a
bombardear Gaza. El sionismo israelí y su ala derecha del Pentágono requiere
una respuesta contundente por parte de todo el planeta que se enorgullezca de
tener conciencia y alardee de dignidad. En el siglo XX ha habido muchos más
genocidios que han matado mucho más que las pandemias. La de los nazis
alemanes, fascistas italianos, japoneses, españoles, las que ha producido el
gringo en multitud de países del mundo de forma incesante. Contra ello hay una
vacuna eficaz la única justicia posible que no es otra que la revolución, tomar
las riendas de nuestro destino en nuestras manos ¿si no en las nuestras en la
de quién va a ser?. Pienso y creo que hubiera sido todo más hermoso, si el
conjunto de trabajadores del mundo hubiera protagonizado la voluntad del
ejemplo, lo que de aportación tuvo la revolución bolchevique como motor de
historia, lo que representó la nueva sociedad que se pretendió crear y, burguesía
parásita y especuladores cesaron.
Años de plomo,
represión sin límite, “operaciones especiales”, corrupción política,
descomposición ideológica, arrepentimientos y traición. De este lado del mundo
no han cambiado mucho las cosas, la mentira y la trampa son cotidianas, como lo
fueron las declaraciones -recogidas en Boletín Oficial- a la United Press en
julio de 1937 <>. Antimperialismo, ser o no ser, luz que se debe reconocer
para que los barcos se identifiquen. El 21 de diciembre de 1907, el general
Roberto Silva Renard bajo las órdenes del gobierno de Pedro Montt de Chile
asesinó a más de 3.600 personas en Santa María de Iquique, eran mineros del
salitre (y sus familias): A la hora señalada el ejecutor de la orden, ordena a
los soldados disparar a los miembros del comité que se encontraban en la azotea
de la escuela, cayeron asesinados con la primera descarga, la multitud
desesperada se arrojó sobre la tropa y ésta abre una vez más fuego con las
ametralladoras. En aquel momento las fuerzas del ejército entraron a la escuela
y acribillaron al resto de trabajadores y familias. Siete años más tarde el
general asesino escapa malherido de un atentado por parte del anarquista
español Antonio Ramón Ramón, cuyo hermano Manuel, resultó asesinado en la
Escuela Santa María, moriría unos años más tarde a causa de estas heridas.
Tardó casi siete años en conseguir llevar a cabo el acto de justicia sobre el
general fanfarrón orgulloso de haber sido clave de la carnicería humana. Fue en
la matanza de Santa María de Iquique donde Antonio Ramón pierde a su
hermanastro Mauricio Vaca Ramón asesinado junto al resto de trabajadores.
Antonio lo tuvo claro, tenía conciencia y sentido profundo político, se trataba
de ajusticiar a un asesino del pueblo. Siete años de espera en que la justicia
calló y el Estado amparó, y defendió, al general asesino dirigido por las
autoridades. Roberto Silva Renard, no solo participó en la matanza de Iquique,
también en la de Santiago en 1905, amparando como fiscal la matanza de
Valparaíso de 1903. Leal al despotismo de la clase dominante reprimió
sistemáticamente al pueblo chileno, jamás tuvo que enfrentar sus actos frente a
la justicia. Hasta que llegó Ramón Ramón a parar la injusticia porque la
justicia ni existía ni existe todavía, el pueblo chileno sigue luchando. Puñal
en mano luego de identificar al general quiso ejemplarizar más allá de vengar a
su hermano el acto de justicia que por la justicia nunca llegó. No logra su
cometido y Roberto Silva quedó impune, no obstante las puñaladas no fueron en
vano, deterioraron su salud. Antonio “el justiciero”, tuvo que afrontar la
injusticia clasista del poder criminal (Nunca se supo si murió en la cárcel que
de seguro será lo más certero ‘crimen silenciado’ para matar el militante y
líder de lucha héroe de la justicia popular).
Ramón Ramón realiza
en Chile el llamado ‘proletarios del mundo uniros’, responde contundente a la
injusticia, y al No sirves para nada, que J. A. Goitisolo plasmó de forma
poética y dijo a viva voz: “NO SERVIR, Y ADEMÁS PARA NADA”… LA LIBERTAD TOTAL!!!
El 18 de julio de 1982, el presidente golpista de Guatemala Efraín Ríos Montt,
se dirige a la población indígena como parte del programa, ‘Fusiles y Frijoles’
y dice: “Si están con nosotros, los vamos a alimentar; si no lo están, los
vamos a matar” (¡Vaya si lo hizo!) El genocidio guatemalteco fue uno de los más
sangrientos del siglo XX. Durante los años 80, y en plena guerra civil, se
perpetraron masacres contra comunidades mayas ixiles radicadas en el país en la
región petrolera de Franja Transversal, al norte del Departamento de El Quiché,
acosados por militares y paramilitares. Les quitaron sus tierras y luego los
asesinaron. La soldadesca del general Efraín Ríos asesinó a más de 100.000
personas dejando a unas 500.000 mil en una desolación sin limite, se llevaron a
cabo violaciones de mujeres y niñas ixiles, hubo miles de torturas,
guerrilleros desaparecidos y recluyeron a los mayas en campos de concentración
llamados cínicamente ‘polos de desarrollo’.
El genocidio contra
el pueblo armenio se realizó en las primeras décadas del siglo XX (1915-1923).
Fue impuesto por el imperio otomano bajo el gobierno de los Jóvenes Turcos, que
aniquilaron a dos millones de personas, durante una deportación salvaje donde
miles y miles morían acribillados, de enfermedades, hambre, sed… en él masacró
también a grupos de asirios y griegos. Cerca de dos millones de personas,
fueron asesinadas por militares y milicias civiles entre 1965, y 1966 en
Indonesia, durante la guerra fría. Uno de los peores crímenes de lesa humanidad
del mundo que tardó 50 años en ser reconocido. Al menos un millón de militantes
del Partido Comunista de Indonesia (PKI) fueron asesinados quedó prácticamente
erradicado. El Partido Comunista de Indonesia tenía unos tres millones de
militantes, el tercero del mundo más fuerte tras la Unión Soviética y China. En
octubre del 1965, el General Suharto, con la complicidad del yanqui dio un
golpe de estado, ahí empezó la atroz persecución y masacre de todos los
sectores de izquierda. En octubre de 2017, el imperio gringo desclasifica 39
documentos de su embajada en Yakarta que cubren el periodo de 1964 a 1968, los
textos confirmaron que la potencia occidental tuvo conocimiento y apoyó el
genocidio. El 26 de noviembre de 1965, el cónsul estadounidense envió un telegrama
desde Surabaya, en el que reportaba que al menos 15.000 comunistas habían sido
asesinados al este de la isla de Java. Un mes después el cónsul informa que
prisioneros comunistas en manos del Ejército eran «entregados a civiles para
ser masacrados” mientras otras víctimas eran secuestradas en barrios populares
antes de ser abatidas y los cuerpos incinerados. Pero la complicidad de EEUU
con la purga anticomunista en Indonesia, no fue un descubrimiento con los
documentos desclasificados. Durante la época de la masacre, los diarios
estadounidenses ya informaban, alegrándose, que la masacre de comunistas en
Indonesia era la mejor noticia para Occidente de Asia. (Un tribunal popular
formado por seis fiscales internacionales, siete jueces testigos y experto,
declaró que la masacre anticomunista en Indonesia es uno de los mayores
genocidios del siglo XX, señaló a EEUU, Reino Unido y Australia como cómplices
en diferentes grados de esta matanza).
Eduardo Galeano
describe como el subsuelo produce golpes de Estado, revoluciones, historias de
espías y aventuras en la selva amazónica… por su parte, el dictador René
Barrientos, se apoderó de Bolivia de en 1964 y, entre matanza y matanza de
mineros, otorgó a la firma Philips Brothers la concesión de la mina Matilde,
que contiene plomo, plata y grandes yacimientos de cinc, con una ley 12 veces
más alta que la de las minas norteamericanas, la empresa quedó autorizada a
llevarse el cinc en bruto, para elaborarlo en sus refinerías extranjeras,
pagando al Estado el 1y medio% del valor de venta del mineral. En Venezuela el
gran lago de petróleo de la Standard Oil y la Gulf, tiene su asiento la mayor
misión militar norteamericana de América Latina. Los frecuentes golpes de
Estado de Argentina estallan antes o después de cada licitación petrolera. El
cobre no era en modo alguno ajeno a la desproporcionada ayuda militar que Chile
recibía del Pentágono hasta el triunfo electoral de las fuerzas de izquierda,
encabezadas por Salvador Allende; las reservas norteamericanas de cobre habían
caído en más de un 60% entre 1965 y 1969. En 1964 en su despacho de La Habana
“Che”, muestra al escritor que la Cuba de Batista no era solo de azúcar: los
grandes yacimientos cubanos de níquel y de manganeso explicaban mejor, a su
juicio, la furia ciega del imperio contra la Revolución. Las reservas de níquel
de EEUU se redujeron a la tercera parte: la empresa Nicro-Nickel, había sido
nacionalizada y el presidente Johnson había amenazado a los metalúrgicos
franceses con embargar sus envíos a los EEUU si compraban el mineral a Cuba.
Manuel Hevia nos
cuenta como el imperio yanqui, al triunfo de la Revolución Cubana, poseía una
vasta experiencia en la ejecución de medidas de subversión política e
ideológica y guerra económica, como instrumentos de su política exterior
durante la década de los años 40 y 50 del pasado siglo. La subversión se había
aplicado con anterioridad de forma conjunta por Gran Bretaña y Estados Unidos
contra los países del eje nazi-fascista durante la II Guerra Mundial. Este
último país emergería después como cabeza del sistema capitalista mundial y
comenzó a aplicar estos instrumentos a escala planetaria como parte de la
denominada política de contención del comunismo que trajo consigo la llamada
‘Guerra Fría’. ¿Formará parte de sus múltiples ‘operaciones encubiertas’,
estratégicas en sabotaje y subversión, la pandemia que azota el planeta?. Al
producirse el golpe de Estado de Fulgencio Batista en 1952, EEUU, poseía la
total hegemonía económica, ideológica, política y militar sobre el continente.
Como parte de su «política de contención» sobre América Latina, basada en el
supuesto peligro de una amenaza comunista, EEUU, reforzó su presencia en Cuba,
mediante la asistencia militar y el establecimiento de misiones dentro del
Ejército, la Marina de Guerra y la Aviación de la tiranía. La CIA refuerza su
«centro local» en la embajada estadounidense en La Habana y ampliaba la
capacidad de su labor de inteligencia, mediante su penetración secreta en
estructuras gubernamentales, políticas, económicas y sociales del país. En
contubernio con los órganos represivos batistianos, aplicaba modernos recursos
técnicos secretos para labores de seguimiento, control telefónico y escucha
microfónica contra ciudadanos cubanos o extranjeros que militaban en movimientos
revolucionarios y progresistas (como sucedió en Chile).
Camina, solo hay un
camino no te detengas, desfila protestas, uno mi paso como una más dando la
cara al mundo en puño unido. Nazismo, fascismo, imperialismo, capitalismo no
son simples sinónimos su contenido es explosivo. Mengele es la muerte fría sin
precedentes. Hablo del hoy unido al ayer que siguió engordando por igual
represión, opresión, imposición y vigilancia oteando a las ordenes del crimen.
Sobre las hipotéticas divisiones fronterizas burla la clandestinidad de sus
victimas, es el dios del capitalismo tipo Pato` Donald Trump, en sus salas de
autopsias imponen las victimas, nadie se libra de la ofensiva de su oleada
mortífera. Frente a él crece en mis sueños con más pulso que nunca amor y
complicidad en entrega implacable, unas veces uno y otras el azar obliga que te
ubiques, aterrizo a la búsqueda de una raíz como base de vida humanizada. En
ese intento insisto ahuyentando sentencias del hereje, cadenas, condenas y
destierros del capitalismo perseguidor. El poder sagaz lanza nueva avalancha
destructiva. Su Prima de Riesgo es cortante, lanzada para reconvertir la
reconversión económica y segar nuestra yugular. Para los que apuestan la lucha
en la calle es el oxígeno aporrear contra el sistema que oprime y ahoga: menos
aplausos y más lucha, más pancartas y más puños, el carnaval quedó abolido, por
el monopolista coronavirus. <>
Al compañero de
complicidad en noches sin dormir y tardes sin siesta, a Luis Eduardo Aute,
muerto en plena pandemia hoy sábado 4,4,2020. A él dedico estas líneas escritas
en el exilio por León Felipe:
Yo no sé muchas
cosas, es verdad, digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
Que la cuna del
hombre, y mujer, la mecen con cuentos…
Que los gritos de
angustia los ahogan con cuentos…
Que el llanto del
hombre lo taponan con cuentos…
Que los huesos del
hombre, mujer, y niños, los entierran con cuentos…
Y, que el miedo del
hombre, ha inventado, todos los cuentos.
Yo sé muy pocas
cosas, es verdad…
Pero me han dormido
con todos los cuentos y sé todos los cuentos.
Maité Campillo
(actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)
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