JM
AIZPURUA
Agradezco mucho el
interés canario por las cosas vascas de mi tierra, y por ello me animaré a
descubrir más temas, pero sepan que hoy son los dramas canarios los que me
agobian y los de mi lejana isla haitiano-dominicana donde si aquí hacemos
cesto; allí hacen ciento.
Creo profundamente
que nuestros problemas, vascos, canarios, haitianos y dominicanos, tienen un
origen común: el imperialismo esclavista castellano, sectario y supremacista, que
ha producido una casta oligárquica, endogámica y prepotente, de tan pocas luces
que, al ponerse el sol en su Imperio, no han sabido rectificar y seguir por el
lado moderno de la Historia siguiendo la luz europeísta.
Nunca se debió
poner una pica en Flandes, y hoy es más nítido que nunca que cada uno en su
casa y sin pica, es como se hace país.
Mis amigos
sietecalleros de Bilbao se me quejan de mi devoción chicharrera, pero se callan
cuando les digo que aquí, los txipirones miden 20 metros y las antxoas son calderones.
El farol de Artekale; ya no alumbra.
Pero no puedo
eludir mi situación; encerrado en mi casa por orden goda dictada en la
distancia, hasta ahogados por el bicho: dan lecciones. ¡Señores; que no es así!
No de arriba para abajo si no de abajo para arriba.
Ya no tenemos
tierra, y tampoco mar pues me dice mi amigo Alí que ya en sus textos han puesto
las aguas canarias como marroquíes; ¡se quedaron con nuestros calderones y
txipirones!
¿Habrá que pedirle
permiso al sultán para bañarse en la playa? Pepe; te jodieron.
Este asqueroso
bicho nos ha dado la oportunidad de ver que Canarias, dependiente, de quien sea,
pero mejor de Alemania, no tiene porvenir. Su destino está solamente en las
manos de sus hijos y residentes, pues esta tierra tiene encanto suficiente para
encontrar un destino compartido para sus habitantes en el que sus hijos puedan
al fin gozar de una vida digna equilibrada con su tierra y con sus mares, vivida
en equilibrio y con las bases de humanidad solidaria propias del siglo XXI.
Responsabilidad
Canaria: he aquí la fórmula de la victoria.
Cuando nosotros los
vascos de los 60 cogimos las brochas y nos fuimos a las tapias a bramar contra
el franquismo, quizás no conseguimos mucho, pero si lo suficiente para que vosotros
los jóvenes canarios del 20, no tengáis que hacerlo, pero que con el mismo
espíritu guerrero asumáis la transformación de vuestra patria, con las
herramientas que hoy día están a vuestro alcance y rompáis el falso traje de
“alocado joven irresponsable” que el caciquismo os impone y poco a poco vuestro
voto y vuestra visión juvenil rompa con esa generación perdida que siguiendo el
mandato caciquil, terminó de camarero u au-pair perdida por Europa y con sus
títulos en el desván.
Hay muchos canarios
silenciados, refugiados en las artes, que pueden abriros los ojos, y este
vasquito irreductible quiere contribuir a ello. En cabeza ajena se puede
escarmentar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario