TRAS LEER
“DESDE EL CALLEJÓN SIN SALIDA”, DE VÍCTOR RAMÍREZ: LA VOZ REBELDE EN ESTE PARAÍSO PODRIDO
Por José Almeida Alfonso
A comienzos del 2002 en “La Tribuan”
El Paraíso Podrido es el nombre genérico que utiliza nuestro escritor V.R. para
englobar sus reflexiones periodísticas actuales, es decir sus artículos, sus
apreciaciones sobre el vivir cotidiano en este "torreón carcelario"
que es su Patria Canaria y, cómo no, sobre el mundo en general, y que desde
hace unos meses vienen apareciendo en las páginas de opinión de este periódico,
La Tribuna…
…Pensamientos que pueden parecer revolucionarios para unos,
ingenuos para otros, fuera de lugar para algunos, pero que muchos esperamos
como fresquita agua de mayo para alimento de nuestra marchita y maltratada
autoestima, para reafirmación de nuestra pisoteada identidad.
Somos muchos los que decimos que si no fuera por la voz, cada
vez más en peligro de desaparecer, de nuestro querido y admirado Víctor
Ramírez, en Canarias no existiría la verdadera y libre expresión de algunas formas
de pensar radicales y esenciales para que se den los pasos previos para que empecemos a vivir dignamente,
verdaderamente en una sociedad más justa, fraternal e igualitaria.
*
Pero, en fin, no quería escribir hoy de su “Paraíso podrido” (tiempo habrá), sino de otro conjunto de artículos periodísticos
publicados por Víctor en un periódico local -Diario
de Las Palmas- entre diciembre de 1996
y mayo de 1997 y que acaban de aparecer en formato de libro publicado por la
admirable Editorial Benchomo, artículos que no han perdido mínima
actualidad.
Todos ellos fueron agrupados
bajo el nombre genérico de “Desde el callejón
sin salida”, título que refleja toda una declaración de principios y que nos puede
conducir a varias reflexiones. Los artículos suman sesentainueve, de los cuales
dieciséis fueron censurados o vetados; el lector juzgará el hecho de su
imperdonable censura. (¡Para que luego se presuma de que existe libertad de
expresión!).
Antes de entrar de lleno en parte del auténtico pensamiento vivificador,
liberador, emancipador, que V.R. vierte a raudales en estos artículos (hago un
inciso para manifestar que no se puede escribir una historia cabal del
periodismo en Canarias sin hacer elogiosa mención a la revolucionaria
aportación formal que introduce nuestro autor en sus creaciones periodísticas)
he de insistir en que este canario de procedencia guanche es padre de cuatro
hijos y abuelo de dos niñas, y se gana el sustento familiar dando clases en un
Instituto de Enseñanza Secundaria (todas sus demás numerosas aportaciones
culturales en radio y prensa y libros son gratuitas porque –según sus palabras-, si
no llena él esos huecos que le permiten, los llenarán godos o canarios
infragodos, peores éstos que aquéllos).
*
Nuestro amigo Víctor ha llegado a declarar que sería un ingrato si no
devolviera parte de todo el bien que ha recibido de sus semejantes, de su
pueblo canario ignorantado hasta lo indecible; también que preferiría morir a
traicionar a su Patria, a sus ancestros.
Por eso se desvive con sus
gratitudes: de las menos relevantes, es la grabación de dos discos compactos,
uno dedicado a su mentado maestro José Alfredo Jiménez -titulado “Que te vaya bonito”- y otro dedicado a corridos mexicanos –donde ha encontrado fuentes de inspiración para su
faceta de novelista.
Obras tan fundamentales -desde
“Cada cual arrastra su sombra”, de 1971, hasta “El arrorró del cabrero”, de 1999- son muestras de una manera de enfrentarse al hecho literario
de un modo único, personal, originalísimo, incluso magistral. Sus novelas están
ahí para disfrute de quien las lea y para conocimiento de una realidad que se
nos oculta, que nos esclaviza, que nos acobarda.
Aunque le duele que su pueblo sea mayoritariamente analfabeto funcional,
él sigue empeñado en escribir narrativa y artículos, y participando en
conferencias, para rescate y difusión de nuestro acervo cultural -pictórico,
escultórico, literario, artesanal, musical...
En su afán de dar lo mejor de
sí, participa en diversos programas radiofónicos animado por la idea de
compartir lo poco o mucho que ha podido aprender en esta sociedad marcadamente
controlada por unos pocos poderosos que imponen sus formas y maneras sobre el
resto.
Éste es uno de los puntos de
denuncia de la que parte la mayoría de sus artículos periodísticos: artículos
que son como melodías, variaciones musicales sobre un mismo tema que nos
alumbran sobre tal o cual cuestión que, antes, tal vez no veíamos ni sentíamos
y con las que, gracias a su pluma iluminadora, tomamos contacto bajo nueva luz.
*
En el último artículo del libro “Desde el callejón sin salida”, titulado "La perenne
inquisición" es tajante cuando afirma: "Si algo he llegado a odiar con toda
mi alma, es la utilización del miedo y de la ignorancia de los pobres infelices
para su explotación religiosa y -por ende- para su degradación (...) A fin de
cuentas ahí es donde se sustenta toda tiranía. Y continúa siendo la tiranía,
más o menos camuflada, el verdadero sistema político imperante en el
mundo".
He ahí lo que podíamos
denominar el eje sobre el cual radica una buena parte del pensamiento
reivindicativo y libertario de Víctor Ramírez. Pero no es el único.
Sin embargo lo que de verdad
anima e inspira en estos momentos de tantas traiciones y abandonos y cobardías,
lo que de verdad impulsa a Víctor a seguir manifestándose públicamente es su
deseo visceral e irrenunciable de que nuestra colonizada Patria Canaria logre
su independencia, se emancipe de la tiránica "madrastra arbitraria":
España.
En el artículo titulado "Parte de nuestra dignidad
colectiva" dice: "En una Patria colonizada –Canarias
no ha dejado de ser posesión o colonia española en ningún momento de nuestra
historia- el dilema para todo erudito, para toda persona notoria, es muy
simple: no tiene más que elegir entre ponerse al servicio del poderío
metropolitano o al servicio de la liberación de la Patria. Los que eligen
servir traidoramente al -o servirse mezquinamente del- invasor dirán que su
Patria no está colonizada, sino 'integrada'. Justificarán ellos que no es
posesión ultramarina, posesión mantenida a punto de ignorantaciones y pistolas,
sino que es una parte de España".
Aquí se refleja diáfano el
principal pensamiento de nuestro intelectual más vivo y comprometido con su pueblo canario. ¿Dónde están los demás intelectuales canarios?
¿Quizá temen moverse más de la cuenta y se queden sin comer del pesebre
colonizador siempre abundante para los traidores y usurpadores? ¿Acaso
prefieren dormir en sus falsos y efímeros laureles?
*
El libro que les sugiero leer si quieren sentirse más canarios dignos y
menos 'ninguneados' –“Desde
el callejón sin salida”- les descubrirá otros tantos
matices y variaciones que, en el corto espacio de un trabajo periodístico, es
imposible mínimamente apuntar. Al final, o estás con Víctor -es decir a favor
de la independencia, de la justicia, de la fraternidad- o estás con los
verdugos, con los tiranos, con los invasores. Acaso sabe él que esta lucha casi
es kamikase, casi parece suicida. Pero ahí se mantiene, 'predicando y dando trigo' con el ejemplo de su vida, de sus obras,
de su pensamiento libre y liberador.
Y, aunque cada día somos más
los que compartimos los mismos ideales independentistas (ideales que,
simplemente, permanecían dormidos, aletargados, escondidos, pero ideales que
siempre estuvieron aquí dentro de nosotros y que, gracias a compatriotas como
Víctor, resucitaron, salieron a la luz... y ya no volvió a ser lo mismo... todo
en nosotros sería otra sensibilidad), Víctor nos recuerda que, tras releer la
novela de Luis Rodríguez Figueroa “El
cacique”, "volvió a sentir punzante la desesperanza del convencimiento:
en nuestra Patria Canaria es difícil la emancipación porque la tremenda mayoría
de mis compatriotas no leerán. Después de leer, ya me costaría mucho vivir en
la ignominia de la mentira y el miedo".
Y no se cansa de repetir que lo bueno que pueda haber en él procede de
lecturas, "pocos ejemplos dignificadores, acaso ninguno, tuve de
personas concretas con quienes he convivido (...) Mas, desde las páginas de
algunos libros salieron energías que conmovieron mi conciencia hacia las ansias
de verdad y que vitalizaron mi sensibilidad hacia los anhelos indómitos de
libertad, de decoro, de respeto al pueblo y de odio a toda clase de opresión y
opresores".
“Desde el callejón sin salida” es el quinto libro dedicado a artículos publicados
en el mismo periódico vespertino local -en uno matutino sería impensable la
publicación de esos artículos. Antes fueron editados “Respondo”, “La escudilla”, “La rendija” y “Palabras de Amazigh” -toda una suma del pensamiento más rebelde y justiciero existente en
nuestra Patria. Si los leyéramos, no seríamos como somos.
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