JULIAN ASSANGE: UN GRAN HOMBRE MUERE EN ABSOLUTA INDIFERENCIA
POR VAN
OPSTAL LAST
Érase una vez un
gran hombre, un poco extraño para algunos, pero con el deseo de dar a conocer
la verdad sobre el mundo en el que vive. Se llama Julian Assange y nació el 3
de julio de 1971 en Australia. Es un cibermilitante, un hombre brillante que
descubre que la brecha es demasiado grande entre la realidad del mundo político
y la información conocida por los ciudadanos. Propone, por lo tanto, crear un
sitio donde todos puedan, con total protección virtual, enviar información
confidencial. Así, nace Wikileaks. Assange y cuatro personas se encargan y
llevan adelante el sitio.
En 2010, WikiLeaks
publica documentos sobre la guerra de Irak, incluido un video, que se ha vuelto
viral a nivel internacional; Asesinato colateral. Este último muestra el ataque
aéreo del 12 de julio de 2007 en Bagdad. Este es un flashback de guerra de
Estados Unidos durante el cual un helicóptero estadounidense Apache abrió fuego
contra un grupo de civiles, incluidos dos reporteros de Reuters. Al menos 18
personas murieron durante esta redada. Civiles Inocentes. Este video fue
escandaloso. El presidente Obama tuvo que hablar con urgencia. Julian Assange
se convirtió, ese día, en el objetivo, el enemigo público número 1 de los
Estados Unidos. Las autoridades estadounidenses comenzaron a investigar al
portal WikiLeaks y a Assange bajo la Ley de Espionaje que data de 1917. Además,
varias agencias gubernamentales, incluido el FBI, lanzaron sus investigaciones
contra Assange.
Wikileaks también
ha denunciado, paralelamente, los circuitos de corrupción de dictadores
africanos o algunas compañías offshore rusas .
En 2010, Assange
viaja a Suecia, donde un fiscal abre una investigación preliminar tras el
testimonio de dos mujeres suecas, una de las cuales quería obligarlo a probar
el SIDA (lo que hizo) después de tener relaciones sexuales con él, la otra se
negó a firmar la declaración presentada por la policía. Después de haberlo
clasificado, Suecia reabrió la investigación preliminar en mayo de 2019.
En 2012, Julian
Assange, acorralado por todos lados, busca asilo en la Embajada de Ecuador en
Londres. Permanecerá allí, encerrado, de 2012 a abril de 2019. Con el cambio de
presidente en Ecuador, a principios de 2019, Assange es arrestado en la
embajada por las fuerzas de seguridad británicas. Desde entonces ha sido
enjaulado en Inglaterra. Estados Unidos solicita extradición por «piratería».
Al momento de escribir esta nota, Julian Assange se está muriendo. Habría
perdido casi 9 kilos desde el comienzo de su confinamiento. Apenas encontrando
palabras para describir la inusitada barbarie a la que es sometido, y marcada
por un envejecimiento prematuro, como efecto colateral.
¿Qué pasa con el derecho
internacional y la soberanía?
Sin entrar en los
misterios de la ley británica, el caso Assange plantea una cuestión fundamental
del derecho internacional. Assange es ciudadano australiano, no ciudadano
estadounidense. No cometió ningún delito en aquél país. Filtró información
confidencial pero la transmitió a otros (Chelsea Manning fue su confidente) y
bajo ningún punto de vista la ha robado. Desde un punto de vista periodístico,
más precisamente desde el periodismo de investigación (rama cuasi en extinción),
todos los periodistas hacemos esto, con información generalmente menos
importante, pero el principio es el mismo. Sino, el caso Watergate no hubiese
acontecido. En la propia prensa yanky, se habla constantemente de información
proveniente de «fuentes oficiales no identificadas».
Si Assange va a ser
extraditado al «país de las libertades» y encarcelado por el resto de su vida,
significa que, en principio, todos los países que espían a los yankys deberían
entregarles a sus espías, así como a todos los periodistas que publican
información al respecto. Información obtenida por «medios ilegales». Pero
cuando esta misma situación se produce a la inversa, es decir, desde las
Agencias de Inteligencias yankys, desde la propia Defensa americana, ¿qué tribunales
internacionales actúan para extraditar?
Si bien Estados
Unidos no es un defensor de la soberanía nacional de otros países además del
suyo, aquí hemos alcanzado una etapa extraordinaria y la falta de reacción de
los gobiernos aliados de Estados Unidos, principalmente británicos y
australianos, ilustra el grado extremo de sumisión.
Un hombre (casi)
solo
La gente defiende a
Julian Assange, como el director estadounidense Oliver Stone, quien dijo:
«Julian Assange es
un editor de la verdad. Ha hecho un trabajo notable en nombre de la humanidad a
pesar de su trato inhumano. Este caso es crucial para la supervivencia nuestros
derechos a ser informados y a nuestra libertad esencial para luchar contra la
opresión de los Estados Unidos y el Reino Unido, ¡y ahora contra la tiranía!».
Pero muy pocas figuras públicas defienden a este hombre. Citemos, sin embargo,
tres que desarrollan interesantes reflexiones sobre el «caso Assange»: John
Pilger, periodista australiano; Craig Murray, ex diplomático británico y Roger
Waters, músico y fundador de la banda Pink Floyd.
Solicitud de
liberación inmediata
Ciudadanos del
mundo, apoyo a Julian Assange, exigimos su liberación inmediata y su regreso a
su familia en Australia. ¡Este hombre sufriente no ha cometido ningún crimen,
excepto para denunciar los de los demás!
Manifestación en
Bruselas todos los lunes
Un pequeño comité
de apoyo a Julian Assange se reúne en la Place de la Monnaie en Bruselas, todos
los lunes, de 17h a 19h para mostrar su indignación. Si tú también, estás
indignado por la lenta muerte de Julian Assange; puedes solicitar una cita
aquí.
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