SIN APLAUSOS: ISA GUERRA E IRMA ARIOLA.
JUAN FRANCISCO
SANTANA DOMÍNGUEZ
“Sin aplausos”, ya
el título nos hace comprender las concepciones de la filosofía de vida que
poseen tanto Isa Guerra como Irma Ariola, cuales son la humildad y la
predisposición a luchar, sin esperar nada a cambio, por un mundo mejor en el
que no quepan las desigualdades y los prejuicios, en el que las fobias sean
erradicadas para siempre y la normalidad, esa a la que deben aspirar los seres
humanos que se precien de serlo, sean las señas de identidad de la sociedad que
deseamos. En ambas autoras hay rotundidad y claridad, lucha y compromiso, y el
deseo que no haya etiquetas ni prejuicios en cuanto al sentir individual porque
el sentimiento es particular, único e identificador, y es esa individualidad y
esa libertad de hacer lo que se quiera, sin menoscabar los derechos de los
otros, lo que mueve a ambas, Isa con su deseo de erradicar los errores que
tanto dañan al prójimo e Irma en lucha constante contra la hipocresía. Las dos
se unen en este poemario para hacernos llegar su denuncia contra todo tipo de
injusticias y poniendo su palabra al servicio del esfuerzo de derribar los
muros que separan los géneros, deseando que esa igualdad, ese respeto y ese
equilibrio se instale para no irse nunca de nuestro lado.
Tienen un discurso
claro y rotundo y es por ello que han decidido sumar sus deseos para derribar
barreras y vallas, borrar los prejuicios y como resultado de todo ello lograr
una sociedad más respetuosa con la mujer y, por ende, con todos los seres
humanos, en la que la dignidad de todos y cada uno de ellos sea la señal que
caracterice, a partir de ya y por siempre, a la sociedad a la que aspiramos. Su
apuesta clara y rotunda se verá compensada porque los puentes que se están tendiendo,
cada día más, se verán fuertemente cimentados y por ellos podremos caminar, sin
ser señalados, todos y cada uno, a su manera y con el objetivo de que la
felicidad de sentirnos libres sea el bien al que todos aspiramos.
Irma e Isa, Isa e
Irma, I &I(podría ser el título de un poemario) ponen, a tal respecto, su
montaña porque no se trata de granitos y todos los que aquí estamos debemos
sumarnos a esa iniciativa que se llama RESPETO y RECONOCIMIENTO de los OTROS,
no englobando a todos en el NOSOTROS que hasta ahora se ha defendido, blindado
por defender que todos sigamos unas reglas, y en busca de ese NOSOTROS en el
que tengan cabida todas las individualidades, atendiendo a las tendencias,
sentimientos y deseos que a nadie dañan y que tanto bien aportan al conjunto y
al ser individual. Ya nos lo decía Ángel Sánchez en el prólogo, estamos ante
dos poetas en lucha y es por tanto que estamos ante un poemario reivindicativo
de justicia hacia todas y todos, en la que nadie, por sus formas de ver y de
actuar, y, por ende, de amar, se sienta rechazado y sí comprendido porque lo
que queremos ser es lo que nos aporta eso que llaman sentirse realizados,
felices y llenos de dicha.
Es éste uno de esos
instantes en los que estás, en el que todos caben en el azul que todo lo
inunda, cuando se pueden, Isa, decir tantas cosas, sintiendo que estás en todas
partes dando voz a los sin palabras, ¡tantas cosas!: Qué no me cuenten cuentos
y que aquella pacífica desobediencia se convierta en obligado currículo.
Rememoro al leerte aquel Imagine o el Let it be en aquella arena, tu misma
arena y tu misma playa ¡Cuánto ha resistido aquella mirada en mi mirada!
¡Cuánto poder en los sueltos poemas! ¡Cuánta fuerza contenida en los brazos de
la Tierra y en los brazos de todas las mujeres!¡Cuánto cuesta derribar los
muros del miedo! ¿Dónde está Isa, también yo me pregunto, dónde está esa
dignidad? No tiene ni idea el Alcalde o el que calla y sí que veo la luz que
atraviesa la bala, la misma luz que con mi Esperanza retoza. Es plasmar la belleza
en todos los rostros con los que el tiempo juega, es eso y es esto el poder de
la palabra.
Irma Ariola
denuncia lo que cree denunciable, preocupándose por los temas que a los seres
solidarios preocupan: la trata de seres humanos, la irracional violencia de
género o el exilio interior al que se ven arrastrados los injustamente
señalados… ¡Sí que debe ser revisada esta sociedad, tan deshumanizada e
irracional!; ¡cuántas miradas perdidas en las calles y cuánto abandono a su
triste suerte!; esas pateras me llagan y me inundan de tristeza porque las
siento tan mías, tan cercanas, tan llenas de sueños arruinados…; ¡cómo se nos
clavan los improperios de las bocas que se dicen comprensivas!; que no te
pregunten por temas tan sangrantes pues ya lo dices claramente, señalando a los
escaños tan cargados de desencuentros y sonrisas…¿qué saben ellos lo que es
necesidad, lo que es verdadero abandono? No saben nada y sí nadan en la
opulencia mientras el resto naufraga. Muchos de ellos, sí Irma, ellos son los
corruptos. ¡Cuánta mentira enmascarada! Y de falsas doctrinas está el universo
lleno, de homofobia, de insolidaridad, de desigualdades y en cambio, tú eres,
Isa es y yo soy Orgullo y Rebeldía.
Con un aplauso,
mejor con muchos aplausos, creo que se debe premiar esta noche a Sin aplausos,
poniendo en práctica la tan deseada pacífica desobediencia y el respeto a los
otros como señal de la sociedad madura y solidaria que tanto deseamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario