VÍCTOR RAMÍREZ, ESCRITOR,
CANTANTE Y PROFESOR
Con mi mayor afecto Don
Wenceslao
Horacio Pulido González
W. HORACIO PULIDO
EL DÍA, DGO 29 OCTUBRE 1995
SURGEN en la vida
circunstancias imprevistas y sorprendentes que te obligan a cambiar parte de
tus normas de conducta y despertar pasiones, costumbres, aficiones ocultas en
el anonimato, al ser marginales de tus actividades profesionales.
Cientos de
artículos periodísticos y un par de novelas están en el olvido de los archivos,
sin sentir la ilusión de verlos publicados por carecer de una supuesta previa
aceptación popular.
No me preocuparon
en ningún momento los posibles costos editoriales, tan sólo la negligencia,
derivada de otras ocupaciones más materialistas y rutinarias, destruyeron mi
voluntad de resucitar el espíritu amortajado en los archivos, de los escritos
que un día tuvieron vida, aceptación y crítica pública.
Y de improviso se
produce lo que me atrevo a calificar de milagro con esta singular y maravillosa
persona que es el grancanario Víctor Ramírez. ¿Cómo se produce este improvisado
encuentro? Por una circunstancia fortuita leí en la sección de cultura del
periódico EL DIA una breve crónica musical relativa a Víctor.
La fotografía que
ilustra dicho escrito presenta a Ramírez grabando un compacto con canciones del
inmortal compositor mejicano José Alfredo Jiménez. En sus comentarios destaca
emocionado la admiración y cariño que siente por la música de este artista tan
popular y querido de su pueblo. El título de la grabación es «Que te vaya bonito»,
canción de J.A. Jiménez.
Fue inenarrable,
considerando mi apasionada predilección por las canciones de este compositor,
que impactaron mi espíritu musical, cuando escuche por vez primera su famosa y
popular melodía «Pa' todo el año», que después grabé de varios cantantes,
Javier Solís, Trío Calavera, Johnny Albino, Gonzalo Rey, el barítono español
Sergio de Salas y algunos más.
Pude establecer
contacto con Ramírez por mediación del redactor jefe de la sección de cultura,
Raúl Gorroño, que me relacionó con el Centro de Cultura Popular, donde unas
amables y atentas señoritas; entre ellas Anabel, me facilitaron el teléfono y
la dirección de Ramírez en Las Palmas.
Inmediatamente
realicé una llamada a su domicilio, atendiéndome su hijo Víctor Francisco, muy
conocedor de las vocaciones musicales de su padre, que se encontraba ausente en
su ocupación profesional de la Universidad Laboral. Le anuncié mi próximo viaje
a Las Palmas, desde donde trataría de localizar a su padre.
En cuanto llegué al
domicilio de mis hijos, comuniqué mi teléfono, y al atardecer recibí la atenta
y cariñosa llamada de Víctor Ramírez, citándome para que presenciara el final
de su grabación, a la que me fue imposible asistir por la dilatada ocupación
del horario que le exigía su trabajo. Pero al siguiente día, previa otra
llamada suya, fui citado para entrevistarnos en el bar pizzería Bistro, muy
cerca de mi provisional domicilio en la zona del Monte Lentiscal.
Al saludarlo me
sorprendió su dinamismo y jovialidad, en un hombre que frisaba los cincuenta
años. Como si me conociera de toda la vida nos sentamos en el bar para charlar.
Mi hija Lourdes, que me acompañaba, portaba un radio cassette conteniendo unas
grabaciones de José A. Jiménez, para que me identificara a uno de los cantantes
cuyo nombre ignoraba.
En principio
indagué por aspectos de su vida que amablemente me proporcionó. Nacido en Las
Palmas en 1944, trabajó inicialmente como maestro de primarias y actualmente
como profesor de Enseñanzas Medias en la Universidad Laboral, todo en un ciclo
de 20 años. Casado, con cuatro hijos y ya una nieta, ha publicado numerosos
libros de narrativa y de artículos insertos en los diarios locales.
Prescindiré de la
relación de estos libros por la limitación de espacio del que dispongo, pero sí
haré reseña de tres ejemplares que tuvo la gentileza de regalarme:
«Diosnoslibre»,
selección de cuentos con prólogo de Ángel Sánchez; «Respondo», publicado por la
editorial «Benchomo», y el más reciente, «La escudilla>> en marzo de
1994, serie de artículos que vieron su luz periodística en el «Diario Las
Palmas».
No es mi propósito
entrar en disquisiciones de tipo político que no vienen al caso. No obstante
estoy obligado a manifestar que Víctor Ramírez es un hombre disconforme en sus
relaciones humanas, que discrepa de ciertas instituciones estatales y ataca,
igual que yo, a los «vividores» de los presupuestos generales.
Le dignifica que
toda sus publicaciones carecen de objetivos beneficiosos y en ocasiones se ha
visto obligado a financiarlas mediante letras bancarias.
Quiero volver al
principal objetivo de nuestra entrevista, basada en su arte musical, que le
convierte en un bohemio comedido. Aparte de la obligatoriedad que siente para
publicar sus artículos, sin afanes lucratívos, esos mismos propósitos mantiene
en la reciente grabación de su compacto, de cuyos beneficios de venta sólo
aspira percibir el 5'% en material grabado, que piensa repartir entre sus hijos
y algunos íntimos amigos, entre los cuales me ha incluido generosamente.
Me he puesto en
contacto con el Centro de Cultura Popular, sito en La Laguna (Tenerife), donde
Anabel me informa que la grabación cantada por Victor se encuentra en Madrid
pendiente de ultimar y enviar al Centro.
Victor Ramírez, que
conoció mi dilatada actividad periodística y total ausencia de publicaciones,
me increpó amablemente incitándome a que imitara sus actuaciones. Sus ideas y
consejos me servirán para poner en orden mis multitudinarios escritos,
seleccionar lo que pueda ser valioso y positivo ¡y adelante hacia la editorial!
Volviendo a su
actividad musical, cuando me dijo que posee más de cien canciones de José
Alfredo Jiménez y que me las grabaría todas, sentí deseos de darle un fuerte
abrazo.
Víctor Ramirez
realiza además. unas magníficas actuaciones radiofónicas los martes, miércoles
y jueves en la emisora «Onda Isleña» de Las Palmas. Los mejore cantantes de
rancheras (Pedro Infante, Javier Solís y el propio José Alfredo Jiménez)
desfilan en sus programas, donde Víctor incluye algunas canciones de su propia
cosecha.
Le entregué varias
cintas de cassete vírgenes, en las cuales me ha grabado lo mejor de
J.A.Jiménez. Mi gratitud por todo ello y por sus magistrales asesoramientos y
consejos literarios, que se mantendrán permanentemente, y deseo de corazón
servirle cuando visite Santa Cruz de Tenerife en sus proyectos artísticos.
Me dijo en varias
ocasiones, y estoy obligado a reproducir sus palabras: "Hace mucho tiempo
que practico mi independencia y libertad, desde donde soy llamado".
Enhorabuena,
querido Víctor, y que la buena suerte te siga acompañando en tus actividades
artísticas y profesionales. Levaré la ilusión de continuar nuestra reciente y
sincera amistad.
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