CONVOCAN UNA CONCENTRACIÓN EN APOYO A EVO MORALES Y CONTRA EL GOLPE DE
ESTADO EN BOLIVIA
CERCA DE UNA VEINTENA DE
ORGANIZACIONES EXIGEN AL GOBIERNO ESPAÑOL Y A LA UNIÓN EUROPEA QUE DIRIJAN SUS
ESFUERZOS A RECUPERAR LA INSTITUCIONALIDAD DEMOCRÁTICA
Cerca de una veintena de
organizaciones canarias convocan a la ciudadanía de Tenerife a participar en
una concentración en apoyo a Evo Morales y contra el golpe de Estado en
Bolivia. El acto reivindicativo tendrá lugar este domingo a las 11.00 horas, en
la plaza 1 de mayo de Santa Cruz de Tenerife, frente al mercado Nuestra Señora
de África.
La iniciativa cuenta
también con el apoyo de ciudadanos y ciudadanas bolivianas residentes en las
Islas, que han expresado su profunda preocupación y malestar por el golpe de
Estado que ha obligado al exilio al presidente electo Evo Morales y que ha
costado ya una treintena de muertos, producto de la represión desatada por los
y las golpistas.
Las organizaciones
convocantes exigen al gobierno español, que desconozca al gobierno golpista,
rompa relaciones diplomáticas con sus representantes y llame a consultas a su
embajador en La Paz hasta que sea restituido el presidente legítimo Evo Morales
y la normalidad democrática en el país. Asimismo, reclaman que el gobierno
español promueva a nivel internacional acciones de diálogo o se sume a ellas
con el fin de restablecer la Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia y
las instituciones y leyes abolidas por el golpe, mientras que exigen a la Unión
Europea que reconsidere su complicidad con el golpe de Estado y que mantenga
una actitud inequívoca a favor de la democracia.
Los
colectivos convocantes manifiestan que el resultado de las elecciones celebradas
el 20 de octubre pasado en Bolivia es indiscutible, así como su elección como
presidente por el 47 % del censo electoral, lo que hizo innecesario pasar a la
segunda vuelta. Estp es así especialmente después de quedar demostrada la
falsedad de la auditoría presentada por la Organización de Estados Americanos
(OEA) con la que las y los golpistas justifican su actuación, según la cual
fueron fraudulentas estas elecciones.
El informe
de la OEA está incompleto, es parcial y no entrega antecedentes técnicos
suficientes para argumentar un fraude bajo ninguna circunstancia. La
implicación de este organismo de su propio secretario, que de manera inédita se
sumó a la proclamación del falso fraude, evidencian que la OEA sigue siendo
fiel a su origen y trayectoria como instrumento de intervención de Estados
Unidos en América Latina.
En la línea de lo que
falsamente calificados como “golpe suave” que Estados Unidos ha estado
promoviendo de manera incesante en los países latinoamericanos donde desde
finales del siglo pasado se impulsan proyectos políticos para el rescate de la
soberanía nacional, días después de los comicios, distintos grupos violentos
asaltaron el poder político bajo amenazas y forzaron la salida del presidente
hacia el exilio tras amenazar su vida y la de integrantes del gobierno, así
como de sus familiares, mientras la Comandancia de la Policía y las Fuerzas
Armadas reclamaron su renuncia y facilitaron la formación e intervención de
grupos paramilitares. A ello se suma la autoproclamación de una presidenta que no
cuenta con el respaldo de los votos para asumir esa función.
Las y los golpistas
constituyen un grupo social minoritario, de cultura occidentalizante, una
oligarquía blanca que ha sido la beneficiaria del orden postcolonial
constituido tras la independencia en el siglo XIX. A ello se añade el
fundamentalismo de ciertos grupos evangélicos que fueron introducidos en
América Latina desde los años 80 del siglo pasado por parte de la CÍA, como
instrumento de dominación y control ideológico.
Su forma de actuar es claramente
fascistas, evidenciado por la violencia inusitada y los objetivos de los grupos
paramilitares, y el decreto emitido por el gobierno usurpador por el que se
exime de responsabilidad penal a las fuerzas de seguridad, una decisión que
anuncia una escalada represiva ante la resistencia de la ciudadanía. En este
sentido, las organizaciones advierten que los delitos de lesa humanidad no son
perdonados ni eximidos por el derecho internacional.
En 13 años de gobierno
desde 2006, Evo Morales y su partido, el MAS, gobernando junto a los
movimientos sociales, promovieron la redacción de una nueva Constitución en la
que se reconocieron los derechos de los pueblos indígenas, las mujeres, los y
las campesinas y el pueblo trabajador en general; aumentaron el salario mínimo
al 1000 %; las mujeres accedieron a los espacios institucionales, ocupando el
50 % de los cargos públicos del Estado, de ellas, el 68 % son mujeres
indígenas; edificaron 138 hospitales para el sistema público de salud y más de
1100 escuelas públicas, a lo que se suma el bono monetario para estudiantes y
la reducción del analfabetismo del 22,7 % al 2,3 %; se reconocieron los
derechos de la población indígena mediante la creación del Estado Plurinacional
y, en coherencia con su cultura, se alentaron medidas de protección del
medioambiente; establecieron el sistema público de pensiones para mayores de 65
años; crearon cerca de 13.000 cooperativas y construyeron fábricas para el
procesamiento de litio, de cemento y automotrices, con el fin de abandonar la
dependencia industrial; construyeron más de 25.000 kilómetros de carreteras,
para articular el territorio del país en torno a las vías de comunicación;
lanzaron el primer satélite boliviano al espacio, el Tupac Katarí; estas y
otras medidas sacaron a Bolivia de las estadísticas como país más pobre de
Sudamérica y lo situaron en el de más crecimiento, con un aumento del 400 % en
el PIB, el aumento de la esperanza de vida en 5 años y la disminución de la
pobreza en un 50 %. Además, eliminaron las ocho bases militares de Estados
Unidos en su territorio y sacaron a la DEA y la CÍA del país.
A juicio de las
organizaciones convocantes, el interés de la oligarquía local y de sus aliados
imperiales es revertir la situación de Bolivia a antes de 2006. Para las
empresas multinacionales y las potencias imperiales, se trata de garantizar el
control de los riquísimos recursos naturales de Bolivia, que van desde el
petróleo y el gas natural hasta el litio –como primer productor mundial– y el
hierro, mientras que, para la oligarquía local, el objetivo principal es
recuperar la hegemonía política por la única vía en que pueden hacerlo –la
fuerza– y desplazar a la mayoría social indígena, campesina y trabajadora, que
en este periodo ha conquistado sus derechos.
En el
momento del lanzamiento de la convocatoria, firman el manifiesto colectivos de
solidaridad internacionalista: Plataforma Bolivariana de Canarias, Comité
Canario de Solidaridad con los Pueblos, Plataforma Canaria con Venezuela
Bolivariana, PCB Ezequiel Zamora, Colectivo Internacionalista Tiwizi, Frente
Internacionalista y Bolivariano; partidos políticos: Partido Comunista de
España (PCE), Alternativa Nacionalista Canaria (ANC), Partido Comunista del
Pueblo Canario (PCPC), Ahora Canarias, Canarias Se Defiende y Unidad del
Pueblo; organizaciones sindicales: Alternativa Sindical Obrera Canaria (ASOC) y
Comisiones de Base CO.BAS; juveniles: Unión de Juventudes Comunistas de España
(UJCE) y Juventud del PCPC, y de mujeres: Asociación Mujeres Nómadas Canarias.
Continúa abierto el plazo para sumar más firmas a esta iniciativa.
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