EDUARDO SANGUINETTI,
FILÓSOFO Y POETA.
En celebración de
la primavera revolucionaria latinoamericana.
Ha llegado la hora
de Latinoamérica Libre y Soberana. Ha llegado la hora de la Patria Grande.b
Hora de unidad, coraje e igualdad por la verdad y la libertad. Hora de los
pueblos amantes de la solidaridad y la dignidad.
En esta Primavera
Latinoamericana, en que el pueblo de Chile imbuido de sumo coraje y
patriotismo, decide llevar a cabo una épica histórica de liberación, lanzo
nuevamente mi "Manifiesto de los Indignados contra el
Neoliberalismo", que, creo, sintetizará el sentir y pensar de los pueblos
de Latinoamérica. Dejo el texto del Manifiesto, que lancé en Parque Rodó
(Montevideo), en diciembre de 2011, replicado en todos los países de habla
hispana del mundo:
“Siglos, que nos
observan, nos han visto nacer, soportar, silenciar, rebelarnos y prepararnos a
resistir, pues ha llegado la hora del cambio, y no hay más humano y más pleno
que el cambio llevado a cabo y ejecutado para resistir al poder de las bestias,
a la justicia criminal, a la avidez neoliberal, a los políticos asesinos, a la
inflexión de los intelectuales mercenarios, a la manipulación de las
corporaciones económico-mediáticas, a las libertades restringidas, a la verdad
que fue violada en toda su evidencia, ¿no es razón suficiente?
En las ciudades, desiertos,
montañas, en cuanto paisaje existe en este planeta, construiremos con
espontaneidad y en emergencia una comunidad que no admite más este sistema
asesino.
Nuestras vidas no valen para los
poderosos del mundo, valen menos que las máquinas y los animales. Somos menos
que piedras, que plantas, que objetos vacíos.
En el camino de la vida, no
tenemos palabra, no tenemos rostro, no tenemos nombre.
Nuestras vidas valen menos que
las drogas y los armamentos del terror.
No teníamos hoy, no teníamos
mañana.
Nosotros no existimos, para el
poder, ese que hoy se viste mundialmente con el nombre de “neoliberalismo”,
nosotros no contamos, no producimos, no compramos, no vendemos.
Somos un número inútil para las
cuentas del gran capital.
En respuesta, a las calumnias
perpetradas a los puros, a un sistema donde la ética no encontró su espacio y
la nobleza ha sido aniquilada, donde la miseria se instaló como forma de vida,
nos unimos indignados, para buscar paz, equidad y libertad en verdad, y para
ver si encontramos alivio a nuestro dolor, de haber soportado ser archivos de
piedras y plantas olvidadas.
Nuestros sueños que hablan, nos
cuentan hoy otra historia que viene de ayer y apunta hacia el mañana.
Nos habla la libertad y la verdad
a nosotros, los Indignados, los que somos gente simple y sencilla, los que
somos gente común, como nos nombran los poderosos.
Todos los días y sus noches que
arrastran, quiere el poderoso bailemos su música sin melodía y repetir su
brutal sometimiento.
El hombre falso, gobierna sus
tierras y tiene grandes máquinas de guerra que reparten el dolor y la muerte en
la Tierra. El falso que es gobierno nos manda la basura, los mentirosos que
engañan y regalan olvido a su gente.
Nosotros los indignados, somos la
voz que se arma para hacerse oír. El rostro que se esconde para mostrarse, el
nombre que se calla para ser nombrado, la estrella que llama al hombre y al mundo
para que escuchen, para que vean, para que nombren, el mañana que se cosecha en
el ayer.
Detrás de nuestro rostro, detrás
de nuestra voz lanzada, detrás de nuestro nombre, detrás de los seres amados
que ya no están, detrás estamos nosotros.
Detrás están los mismos hombres y
mujeres, sencillos y simples que se repiten en todas las razas, se pintan de
todos los colores, se hablan en todas las lenguas y se viven en todos los
lugares.
Los mismos hombres y mujeres
olvidados, los mismos excluidos, los mismos intolerados, los mismos
perseguidos, somos los mismos nosotros.
Detrás de nosotros estamos
nosotros, detrás de nuestras pancartas y nuestro sonido, está el rostro de
todas las mujeres excluidas, de todos los indígenas olvidados, de todos los
hombres perseguidos, de todos los jóvenes despreciados, de todos los migrantes
golpeados, de todos los presos por su palabra y pensamiento, de todos los
trabajadores humillados, de todos los muertos de olvido, de todos los hombres y
mujeres simples y ordinarios que no cuentan, que no son vistos, que no son
nombrados, que no tienen mañana. Indignados
Me he convocado e invitado a este
encuentro para venir a buscar y a encontrarme, y encontrarnos.
Todos ustedes han llegado hasta
mi corazón y deben ver que no soy especial, deben ver que soy un hombre simple
y ordinario, deben ver que soy el espejo rebelde que quiere ser cristal y
romperse, deben ver que soy lo que soy para dejar de ser lo que somos y para
ser los nosotros que somos.
Nosotros somos los indignados, me
invito para escucharlos y hablarnos todos, para vernos los todos que somos.
Indignados
En los sueños les contaron
historias antiguas que recuerdan nuestros dolores y rebeldías, no acabarán sus
sueños donde no viven, no se rendirá nuestra bandera multicolor y siempre
vivirá nuestra vida la verdad.
Nosotros los indignados, los
rebeldes, no seremos derrotados y seguiremos el camino junto a todos, que son
en la estrella humana, que ayudará al mundo a ser libre.
Así nos dice la estrella humana,
que un pueblo que son cien pueblos, que un pueblo que es estrella de todos los
pueblos, que un pueblo que es hombre y es todos los pueblos del mundo, vendrá
para ayudar en su lucha a los mundos que se hacen gente, para que el hombre y
mujer verdaderos vivan sin dolor y se ablanden las piedras.
Todos nosotros somos la comunidad
y pueblo que viene a ayudar al hombre que se hace en todas partes, en todo el
mundo, en todos los pueblos, en las gentes todas.
Todos ustedes son la estrella
humana que tiene espejo en nosotros.
Pueden seguir camino, si los
nosotros que somos nosotros caminamos juntos.
Hoy, miles de seres de los cinco
continentes levantan la voz y caminan aquí y en todas partes, para escucharse
las unas a las otras y para oírse ellas mismas. Hoy, miles resisten en los
cinco continentes aquí y en todas partes, por la vida y en contra de la muerte.
Hoy, miles de colores de los
cinco continentes se pintan aquí y en todas partes, para anunciar un mañana de
inclusión y tolerancia.
Hoy, miles de corazones de los
cinco continentes se viven aquí y en todas partes, por la humanidad y contra el
neoliberalismo.
Hoy, miles de seres humanos de
los cinco continentes gritan su “¡ya basta!” aquí y en todas partes… gritan ¡ya
basta! al conformismo, al nada hacer, al cinismo, al egoísmo hecho deidad del
sistema asesino.
Hoy, miles de pequeños mundos de
los cinco continentes ensayan un principio aquí y en todas partes, cual
principio de la construcción de un mundo nuevo y para todos, es decir, un mundo
donde quepan todos los mundos.
Hoy, miles de hombres y mujeres
de los cinco continentes inician aquí y en todas partes, el primer gran
encuentro de todos los seres libres, por la humanidad y contra el
neoliberalismo.
Indignados de todo el mundo
bienvenidos a la rebelión, a este y cualquier rincón del mundo donde todos
somos iguales porque somos diferentes.
Bienvenidos a la búsqueda de la
vida y la lucha contra la muerte y la destrucción, bienvenidos a este primer
gran encuentro de todos los seres libres, por la Humanidad y contra el
Neoliberalismo.
Libertad, amor, armonía,
belleza”.
(*) Filósofo y poeta
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