FRENTE AL ODIO, ME QUEDO CON TU GRANDEZA
RUBÉN SÁNCHEZ
La cofundadora de Vox Cristina Seguí acaba de ser condenada a 15 meses de prisión por haber humillado a una niña víctima de una violación grupal en mayo de 2022 en la localidad valenciana de Burjassot
Condenada
por haberse apropiado de un vídeo que obtuvo de sus redes sociales y publicarlo
en Twitter y Telegram afirmando que era una mentirosa, que se había inventado
la violación, que quería hacerse famosa y ganar dinero a costa de unos chavales
inocentes. Unos chavales que han acabado condenados a su ingreso durante hasta
7 años en centros de internamiento.
Cristina Seguí ha sido condenada por delito contra la integridad moral con agravante de género. Y también por un delito de descubrimiento y revelación de secretos. Junto a los 15 meses de cárcel, la sentencia también establece el pago de una indemnización a la víctima. Una niña que como consecuencia de que esta… señora revelase su identidad y la acusase de haber presentado una denuncia falsa ha visto multiplicado por mil su sufrimiento. Una niña que ha tenido que cambiar dos veces de instituto por el continuo señalamiento al que estaba siendo sometida. Una niña que ha intentado suicidarse.
Cuando
los repugnantes mensajes publicados por Seguí comenzaron a cobrar repercusión
en Twitter, cuando ella y Javier Negre continuaron humillando a esta niña en su
canal de desinformación, Edatv, en FACUA decidimos certificar digitalmente las
publicaciones para denunciar los hechos. Acudimos a la Agencia Española de
Protección de Datos por la difusión ilícita del vídeo. Y aportamos los
documentos a la fiscal de delitos de odio y contra la discriminación de
Valencia, Susana Gisbert. Todas las pruebas fueron borradas. Seguí eliminó sus
publicaciones obligada por Protección de Datos, aunque se jactó tras ello de
haber conseguido su objetivo. Negre eliminó su programa de YouTube. Pero los
certificados digitales que habíamos aportado han servido dos años después para
demostrar sin ningún género de dudas lo que realmente difundió y afirmó la
ultraderechista.
Cuando
denunciamos los hechos ante Protección de Datos, cuando aportamos las pruebas a
la Fiscalía, cuando declaré como testigo durante la instrucción judicial,
cuando lo hice durante el juicio y cuando nos hemos hecho eco de la sentencia,
he leído a más de una persona en las redes sociales preguntarnos: “¿Y qué hace
FACUA dedicándose a esto en lugar de hacer su trabajo?”.
No
alcanzo a entender cómo alguien puede tener la poca empatía de preguntar por
qué FACUA, por qué mis compañeros y yo, hemos salido en defensa de una
niña de 13 años víctima de una violación en manada a la que una ultraderechista
y su manada de fanáticos insultaban y denigraban. Soy incapaz de entender hasta
dónde puede llegar la bajeza de ciertos seres. Pero prefiero quedarme con la
grandeza de la gente solidaria, de la gente dispuesta a darlo todo por los demás.
Aunque por ello tengamos que pagar a veces un altísimo precio.
No os
podéis imaginar el orgullo que siento de formar parte de FACUA y de poder
ayudar desde ella a defender a la gente de los abusos. De todo tipo de abusos.
Sobre todo, a la gente más débil. A la gente que más sufre.
Soy Rubén
Sánchez y en ocasiones veo fraudes.
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