domingo, 28 de julio de 2024

EN EL TRATO AL INMIGRANTE SE PERPETÚA EL RÉGIMEN COLONIAL


EN EL TRATO AL INMIGRANTE SE PERPETÚA 

EL RÉGIMEN COLONIAL

JOSEBA ACHOTEGUI

El análisis de la vida de los inmigrantes extracomunitarios nos muestra que siguen siendo tratados como pertenecientes a las colonias, reciben un trato colonial. Señalaré en este texto tres aspectos muy importantes de este trato colonial:  la desvalorización de su vida personal, el desprecio por su cultura y el trato vejatorio

1.    Se desvaloriza la vida personal familiar, personal, de los inmigrantes, se les deshumaniza. Así, se rompen sus familias , algo que sería intolerable para los autóctonos, para los que hay innumerables disposiciones y dispositivos destinados a  proteger a sus familias.

Lamentablemente, en  nuestra sociedad, quienes se muestran como mayores defensores de la familia,  son los  más crueles al restringir el derecho a la vida familiar de los inmigrantes. Cuando hablan de la importancia de la vida familiar,  por supuesto solo se refieren a la suya, la de los autóctonos

Es más, hay toda una ingeniería legal que rompe  los lazos familiares con reagrupaciones familiares que pueden tardar más de 8 años, toda una infancia rota

Estamos viendo cómo hay incluso ayuntamientos que consideran que  para los inmigrantes, poder vivir en familia es un mérito, un premio,  no un derecho humano fundamental. Además este premio se otorgaría graciosamente a quienes cumplieran un extenso y creciente pliego de muy discutibles condiciones económicas,  culturales, a las que no hace mucho se ha añadido una  condición especialmente pintoresca y peregrina:  la evaluación del grado de civismo del inmigrante. Difícilmente se podría encontrar un término más vago e inespecífico y por lo tanto de más arbitraria evaluación

Todo estos ataques a la vida familiar  suponen la ruptura del apego, un instinto fundamental en los seres humanos, pero que no es tenido en cuenta en los inmigrantes. Podemos ver  la creciente deshumanización con lo que se aborda la temática de la migración en nuestra sociedad es perceptible que casi nunca se tiene en cuenta el lado humano,  emocional,  personal de la migración, sino que el análisis casi siempre se queda en los aspectos  económicos demográficos , estadísticos

2.    El desprecio de la cultura de los inmigrantes, considerada inferior. Como señala Edward Said en "Cultura e imperialismo" los escritores occidentales invisibilizan con frecuencia en sus obras a las personas de otras culturas, a los colonizados,  y cita como ejemplo el personaje de Calibán, el esclavo negro de la Tempestad de William Shakespeare, que no tiene vida propia,  que no es como los personajes blancos de la obra

Menciona también Said a un gran escritor como Albert Camus, que ubica muchas de sus obras en la Argelia ocupada por Francia, en la que los nativos son un mero decorado. Señala Said que aunque Camus hubiera situado sus novelas en París,  el resultado habría sido el mismo.  Y es importante señalar que Camus está considerado  todo un prototipo del intelectual comprometido y solidario, pero que vivía en el marco mental del colonialismo.

Como señala Ashis Nandy el dominio colonial tiene dos niveles: un nivel de dominio sobre los recursos de los países colonizados, y otro a nivel simbólico basado en el desprecio a las culturas de los colonizados, de ahí viene el planteamiento de la misión civilizadora de occidente. De ahí viene la idea de carga del hombre blanco, como justificación del colonialismo

3.    Se trata al inmigrante como un ser inferior, sin derechos,  sometido a situaciones vejatorias por ejemplo en los centros de reclusión de inmigrantes o en las colas, a veces de días para obtener los papeles. Todo ello nos recuerda las imágenes de los tratos vejatorios coloniales

Como señala Frantz Fannon,  el fascismo y su brutalidad en el corazón de Europa pareció algo terrible e inimaginable,  un escándalo, pero es el régimen habitual en las colonias de cualquier parte del mundo.

En el "Retrato de descolonizado"  Alberto Memmi plantea cómo la humillación en la que vive el  inmigrante  le genera rencor

Incluso pensadores postestructuralistas como Foucault no se libran de estos errores de perspectiva y así este autor plantea que los suplicios y torturas, los métodos disciplinarios,  son propios de lo que denomina  época de la anatomopolítica  tal como muestra el personaje de Daniel de "Vigilar y castigar ",  y luego son suprimidos porque llega la época de la biopolítica en la que el poder se busca el control y el gobierno de la vida de las personas.  Pero  en realidad esto ocurre en las metrópolis para los autóctonos,  no para los inmigrantes, como vemos en los terribles viajes migratorios o en los muertos en la Valla de Melilla por ejemplo  La biopolítica es para los autóctonos en París o Madrid

 

https://josebaachotegui.com/

 

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