1992: MENSAJE AL PORVENIR
Eduardo
Sanguinetti, filósofo,
poeta
y performer.
Fragmento del discurso que expuse en el
International Congress on Arts and Communication (Saint John's College -
Cambridge University), Cambridge, England, julio de 1992, en ocasión de ser
distinguido como Deputy Director General y Advisor del IBC de dicha
universidad, en mi condición de fellow de The World Literary Academy.
Ustedes lo que poseen es la experiencia, algo metafísico de lo cual cuando tienen tiempo para el miedo, tienen miedo, ante lo cual, y allí mismo está la desviación, capitulan, se mueren, caballeros solitarios como son de su impotencia, huérfanos de la historia, articulaciones muertas de la naturaleza...
Están en la búsqueda de una coherencia
desde su nacimiento fueron arrojados en una amnesia, ávidos de universo,
regeneradores de nada.
No hablo de la historia del espíritu, ni
de las aproximaciones fisiológicas, psicológicas, sino del final... No de las
realidades perturbadoras de genio y de idiotez, de jerarquías y de amarguras...
No hablo de futuro, ni de religiones,, de parlamentos, de academias ni de
apatías, de simpatías...
¿Sería necesario que hablara de todo?
¿De todo al mismo tiempo?... Es imposible... Por lo tanto, solo puedo decir
todo aquello de lo cual yo podría hablar, lo que concierne a la filosofía, a la
poesía...No hago sino mención de la ignorancia, y la vergüenza... No tiene
sentido ir al fondo de ninguno de estos temas...
Quizás les pueda agradar que no hable
aquí realmente de nada, pero no puedo dejar de mencionar al poder de los
estúpidos, a la justicia criminal, a la avidez burguesa, a la hipocresía de los
políticos, a la genuflexión de los intelectuales...
No tienen por qué temer que no mencione
nada a propósito de sarcasmo, de idealismo, de sadismo... Del norte y del
sur... Y aún decir que la ciudad de Buenos Aires es la más sucia de todas las
capitales, con los miembros paralizados, la cabeza podrida y los nervios
destrozados...
No pudo dejar de mencionar a Séneca,
Dante, Shakespeare, Holderlin, Novalis,Rousseau, Nietzsche, Dostoievsky,
Kierkegaard, Mahler, Benjamin, Doeblin, Jouyce, Heidegger, Sartre, Miller,
Vian, Bioy Casares, Borges... ¿Cómo se hace de un hombre puro y honesto un
criminal de un día para otro?
Menciono también los asilos, las
cárceles y las neuralgias sociopolíticas. Ah! no olvidemos a los distribuidores
de premios: ¿O bien debo hacer aquí un discurso de agradecimiento?... O algo
sobre los empresarios, los fugadores devenidos en hombres de negocios, las
celebrities, o quizá sobre genios desconocidos... Sobre la irreflexión y la
bajeza, algo sobre la moral y el rock and roll.
No Sé... Sobre la vej3ez como horror
ejemplar, sobre el suicidio de los pueblos... No hago más que rozar todo y
arrojar algunas palabras: ·aislamiento", "degeneración",
"vulgaridad", "prostitución"...
Hago hincapié en el envejecimiento, la
inutilidad creciente, y puesto rápidamente nos cansamos de la comedia, del
espectáculo de la existencia, de todo el arte dramático... Un día, en un solo
instante, en el instante decisivo, nos arrojamos al espejo que ya no refleja
nuestra imagen.
No hablo tampoco ni de imperios en
putrefacción, ni de monarquías, ni de repúblicas, de dictaduras, ni de amor a
la patria, ni de abyecta neutralidad... ni del hecho de que las revoluciones no
les han aportado lo que esperaban.
Pero no cuento nada tampoco sobre Kafka,
Cortázar, Camus, Foucault, Kerouac, Lennon, Piazzola... pero me pregunto si no
debería de todos modos presentar alguna cosa optimista, al estilo de los
tiranos... algo grotescamente fatalista, algo sobre la tristeza, la fantasía,
la melancolía...
Cómo se hace dinero o bien cómo se
pierden los amigos y el dinero... todo es malentendido... en la medida en que
la muerte misma no es otra cosa que un malentendido. Sería inteligente citar un
verso de Baudelaire, una frase de Proust... acordarnos también de los
sacerdotes, de los médicos, los físicos y los guardias suizos...
Que me hagan sonreír los que gobiernan,
los fanáticos o los poderosos de turno, no es casualidad.
Todo eso tiene algo de imposible, de
inaudito... pero pienso realmente que no hay nada que exaltar, nada que
condenar, nada que acusar, pero hay muchas cosas risibles; todo es risible
cuando se piensa en la muerte.
Se atraviesa la vida, se perciben
impresiones, no se reciben impresiones, se atraviesa la escena, todo es
intercambiable, se recibe una formación más o menos buena en la tienda de
accesorios: ¡Qué error!
Se comprende: una humanidad que no
sospecha nada; hombres con simplicidad; cierta bajeza y la pobreza de sus
necesidades. Todo es prehistoria altamente filosófica e insoportable.
Los siglos son pobres de espíritu, los
componentes de la tontería y de la brutalidad más intransigente se han hecho
necesidad cotidiana. Los estados, los gobiernos y los pueblos son estructuras
condenadas sin cesar a la infamia, a la calumnia... al fracaso. La vida es
desesperación en que se apoyan las filosofías, las que, finalmente, son
prometidas a la demencia, al diseño y a la publicidad.
Instrumentos de la decadencia, criaturas
de la agonía, todo es claro, nada se comprende.
Pueblan un traumatismo, tienen miedo,
tienen derecho a tener miedo. Lo que piensan ha sido pensado, lo que sienten es
oscuro.
No tienen que tener vergüenza del
desprecio que sienten aquellos que tienen tierras a los que no tienen necesidad
de tierras, los sedentarios desprecian a los que no se detienen nunca, los
ricos a los pobres, los pobres a los ricos, los religiosos a los incrédulos,
los incrédulos a los religiosos, los del campo a los de la ciudad, los de la
ciudad a los del campo y etcétera. Todo el mundo desprecia a todo el mundo...
Pero entonces: "¿Qué queda?"...: "Es evidente que la pregunta es
completamente idiota".
¿Y este texto? ¿No es más que ninguno,
un truco que embauca, una demostración que aplaca, una retórica que persuade,
un metalenguaje que inhibe? Afortunadamente no. Voluntariamente no.
Mientras desde los poderes se proponen
modelos suaves, dulces y débiles, tan complejos y sutiles como una caricia, la realidad
se dispone y se entrevé rotunda, agria y dura como una trompada. ¿Cómo definir
un lugar donde todo lo que no está prohibido es obligatorio?... ¿Cómo nombrar a
un sistema que denuncia como reaccionaria cualquier crítica?...
A una academia invisible que denuncia
como académico todo ataque... ¿Acaso como una especie de especie nueva de
despotismo que se pretende definitivamente dialéctico por lo que resulta
antidialéctico? ¿Un pluralismo fundamentalismo que se previene contra todo
cambio proclamándose la Era del Cambio. Contra la discusión y la
relativización, proclamándose la Era de lo Relativo.
Una situación de bajas defensas perfecta
para el advenimiento de todo tipo de nostalgias de disciplina o de obsesión de
diferencia: la puerta abierta a fundamentalismos,racismo, academicismos y
mesianismos camuflados de progreso. De huidas hacia atrás o hacia delante, en
arte y en vida.
La autoría se transforma en autoridad,
en estatus, la profanación se vuelve sagrada. El culto y la transgresión de los
límites se transforma en una forma de centralidad excéntrica y la realidad se
transforma en sujeto del destino mientras el autor apenas su objeto.
El escepticismo no previene cómo piensa
el escéptico de ver demasiado, sino de tener la vista cansada. El escéptico es
una víctima del sentido. Uno se siente entonces, tentando a volverse escéptico
del escepticismo, indiferente a la indiferencia, en una nueva modalidad de
pasión.
El desafío sería vivir sin la ficción de
los valores. No más allá, sino más acá del bien y del mal, del entusiasmo y la
decepción, de creencias y nihilismos. Aquí, donde todo es cercano, apasionante,
doloroso y vivo.
¡Ah! y sin tranquilizantes.
(*) Filósofo (Cambridge, Inglaterra),
poeta, performer, ecologista, artista y periodista argentino. Pionero en el
arte performativo. Precursor del minimalismo en América Latina y del Land Art
según Jean Baudrillard. Autor del "Manifiesto de los indignados contra el
neoliberalismo'' año 2011. Miembro-asesor de The World Literary Academy
(Cambridge, Inglaterra), "Biography of the year Award" Historical
Preservation of America (1986), "Man of the Year" IBC Cambridge 2004,
Honoris Universidad de Bologna, Nominado en dos ocasiones a la Beca Guggenheim.
Miembro activo de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE)
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