EL ATACANTE ESTÁ
DENTRO
ANA PARDO DE
VERA
Este jueves nos enteramos de que la decana de los juzgados de Madrid permitía a Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, entrara el viernes a declarar como imputada (hoy, investigada, aunque ella no sepa por qué) en coche, es decir, por el garaje de los juzgados de Plaza de Castilla, donde la ha citado el titular del número 41, Juan Carlos Peinado. La decana María Jesús del Barco ha valorado los informes de seguridad y concluye que "se advierte un posible riesgo" para la "integridad física" de Gómez.
Es innegable la existencia de esa amenaza, desde
luego, a poco que se indague en los movimientos de las redes de ultraderecha en
los últimos días: ver a la esposa de Pedro Sánchez sentada en el
banquillo como investigada, gracias a las querellas y bulos del pseudosindicato
ultra Manos Limpias provoca un éxtasis en fachilandia solo similar al
que provocaba el acoso durante meses a la casa de Pablo Iglesias e Irene
Montero, que lo era aunque los tribunales no lo consideren: introducir
mierda (sic) en el buzón de quienes fueron vicepresidente y ministra del
Gobierno, en una casa privada con niños pequeños, entre otras aberraciones, es
acoso, lo niegue una jueza de Madrid o su porquero.
Hazte Oír, otra asociación ultra como
Manos Limpias, vinculada a la secta El Yunque (escuchen el podcast Dios, patria, Yunque, del
periodista y colaborador de Público Miquel Ramos), no
da abasto estos días del Orgullo, por ejemplo, repartiendo sus autobuses por
Madrid entre la homofobia, la transfobia y recorriendo la calle Ferraz (sede
del PSOE) contra Begoña Gómez. Además, Hazte Oír había convocado para
este viernes una concentración frente a los juzgados de Plaza de Castilla para
ver entrar a la mujer de Satanás Sánchez, pero ni Gómez entrará a pie ni la Delegación del Gobierno ha
autorizado la concentración, lo cual quiere decir exactamente
nada.
En todo caso, el juicio está consumado para la
(ultra)derecha, da igual lo que concluya el empecinado Peinado: Vox y PP ya
tienen lo que querían, a la mujer del presidente del Gobierno sentada ante el
juez por los motivos que (no) sea. Recortes de prensa, alguno reconocido
como bulo por la propia Manos Limpias, que rechaza el Tribunal Supremo
como detonantes para abrir un proceso penal; la Guardia Civil que no ha
encontrado indicio alguno de delito, la Fiscalía Europea, la Audiencia
Provincial de Madrid, la Audiencia Nacional ... Un carajal de jurisprudencia y
tribunales que dejan a Peinado retratado como un juez que abre investigaciones
abducido por la ultraderecha para ver si encuentra algo y porque es la mujer
del presidente y hay que vaciarle hasta los bolsillos. El daño está hecho,
digo, porque el agresor está dentro; y es juez
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