UN GRAN ERROR
AIZPURUA tar JOSU Mª
La Transición fue
una gran ceremonia de la confusión; los fascistas quisieron salir corriendo
entre la gente que huía del fascismo para confundirse con ellos y evitar rendir
cuentas sobre su Golpe de Estado, su Dictadura de 40 años, y sus muertos tras
la Guerra. Sus actos fueron delitos de sangre y tortura que no admitían
redención.
Pero nos convencieron de que la Ley de Amnistía era para “nosotros” los antifranquistas, cuando sus delitos eran los mayores del paquete. Pero nos confundieron.
Y hoy nos vuelven a
confundir con un supuesto Felipe VI, cuando es evidente que el rey del Estado
español es Felipe I, de la instauración monárquica de Franco en la
persona de Juan Carlos I, que inauguró una nueva Monarquía bajo los principios
fundamentales del Movimiento fascista, en contra de otra nueva Monarquía que
Juan de Borbón intentaba representar, obviando la abdicación de la dinastía
Borbón que su padre Alfonso XIII realizó ante el rechazo popular electoral que
tuvo el efecto de la ascensión al poder de la II República.
El Estado español
dejó de ser monárquico, entró en la modernidad republicana, hasta el golpe de
Estado militar del 36 en el que se impuso Franco como dictador durante 40 años.
Franco, rechazó la
pretendida restauración de Juan Borbón, e instauró una nueva monarquía sobre su
pupilo Juan Carlos Borbón, como Juan Carlos I, que juró los Principios
Fundamentales del Movimiento fascista. Abjuró de ellos ya en el inicio de la
Transición.
De esta línea
monárquica, por herencia, Felipe Borbón y Grecia, recibe su reinado que nada
tiene que ver con la histórica que terminó en Alfonso XIII por huida y
dimisión. En prueba de machismo real, su hermana Elena por primogénita debiera
ser la heredera real y el príncipe ese muchachote especial de los mil nombres
que responde al de Froilán. ¡Vaya saga que eligió el Caudillo!
De VI nada
de nada; es un I con nada buena esperanza. Felipe I y de las JONS.
Asuman ya la
realidad pos-Transición y enfréntense a una revisión histórica, constitucional,
y de Sistema, pues sus presupuestos democráticos son más falsos que un euro de
2,50.
Esta Monarquía
actual, no tiene base histórica distinta de Franco, no tiene respaldo
Democrático, y es un mascarón de proa de una farsa de transición para llegar al
mismo sitio. Los falsos transicionistas; son los monárquicos de hoy.
Y no es opinión: es
lógica.
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