"ESPAÑA EN EL CORAZÓN"
BARBIJAPUTA
El diario La Razón
organizó un foro para hablar de actualidad política con el líder de Vox,
Santiago Abascal. Un foro ad hoc, para él, para Vox, para el partido afín a ese
medio.
No era una
entrevista por sorpresa, no era un ardid con temas específicos que el
entrevistador supiera que constituyen el talón de Aquiles del político. Nada de
eso. Era un espacio seguro para Abascal, un lugar para lucirse, para predicar
al coro. Sin embargo, el ultraderechista no supo qué contestar a las preguntas
que le hicieron.
¿Su excusa? Tener
"a España en el corazón" y no en "la cabeza".
Esto, que juro que
no es obra de El Jueves, sino una noticia real, no es la primera vez que pasa.
Ni es la primera vez que le pasa a Abascal, ni a la ultraderecha española (ni
siquiera es la primera vez que le pasa a sus homólogos alemanes: el candidato
de la ultraderechista AfD no supo responder a ninguna pregunta sobre sus
propuestas políticas concretas en cuanto le quitaron del cuestionario el tema de
refugiados).
El problema de esta
completa ignorancia sobre qué temas ha de tratar un gobierno, no es sólo que en
Andalucía ya estén gobernando, sino que no dejan de crecer en las encuestas
para las generales y municipales como si de un partido con programa se tratara.
Crecer sobre la nada es posible y, llenarte de nada, también.
Conseguir que una
masa importante de la ciudadanía se mueva al compás de tu batuta lanzando sólo
consignas vacías como "llevar a España en el corazón" es tan antiguo
como el mundo mismo. El propio Abascal debe de pensar que para conseguirlo sólo
se necesita gente enfadada por unas causas pero lo suficientemente poco
profundas como para hacerles creer que las causas de su malvivir son otras. Por
supuesto, apoyados por la inestimable ayuda de los medios de comunicación, propiedad de hombres blancos y de clase alta,
nostálgicos del feudalismo en general.
Abascal lo cree así
y por eso ni siquiera ve la necesidad de prepararse absolutamente ninguna
entrevista, porque, de hecho, cuanto menos conteste, mejor le va. Un poco como
Rajoy, que hacía del silencio política. También lo creen así los asesores de
Inés Arrimadas. Se entiende así que el cordón sanitario de Ciudadanos sea al
PSOE y no a Vox.
Y mientras la
derecha usa esa parte del electorado para sacar rédito político, mientras al
mirarlos a la cara ven el símbolo del dólar, las demás estamos temblando como
hojas porque tenemos pánico a sus votos. Esos votos a la nada, al no-programa
político, a la "España del corazón", que puede arrebatarnos en
cuestión de meses unos derechos que han costado años y vidas de sacrificio
obtener.
Por su parte,
lacayos de Abascal, como Rocío Monasterio, tampoco saben muy bien qué ocurre,
por ejemplo, en las escuelas a las que quieren meter mano "urgentemente".
Pero da igual, se sacan cosas de la manga para justificar esas medidas
"urgentes" que quieren llevar a cabo, inventándose problemas que no
existen para, a continuación, presentarse a sí mismos como la solución a ellos.
"Les dicen a
nuestras hijas que prueben a ser chicos y a nuestros niños que sean chicas.
¿Por qué tienen que adoctrinar a nuestros niños? ¿Por qué no nos dejan en
paz?" https://t.co/RdG1daHLiSpic.twitter.com/z0OEwWpbUm
Estos talleres a
los que hace referencia Monasterio no existen. Europa Press ni se molesta en
desmentirlo, legitimando así que... bueno, algo de eso sí que habrá. Tanto
Europa Press (y la prensa en general con honrosas excepciones) como Vox dejan
en la pelota del colectivo LGTBI (en este caso) que se las apañen para ir
limpiando toda la basura que ellos esparcen. No esperen tampoco que salga
Ciudadanos a desmentir estos bulos. Su relación con el colectivo LGTBI se
limita a ponerlo como atrezzo en algunos discursos. Del PP ni hablamos.
Muchas feministas
nos encontramos en una tesitura curiosa: aunque no queramos votar porque
estamos huérfanas de partidos, sentimos que debemos hacerlo para evitar un mal
mayor. Y nos encontramos con que tenemos dos opciones para que nuestro voto
cuente y no vaya al trifachito: o PSOE o Unidos Podemos.
¿Cómo vota una al
PSOE y se va a dormir tranquila cuando sabe que están permitiendo que personas
migrantes se ahoguen en el Mediterráneo impidiendo salir a los barcos de
salvamento? Porque esto es algo que está haciendo específicamente este PSOE de
hoy.
¿Cómo vota una a
Unidos Podemos solo porque es lo menos malo? ¿Es esta una forma de ejercer un
derecho libremente para ellas y sus compañeras? Pero lo más importante es: ¿le
importa a alguien que seamos tantas las mujeres huérfanas de partido político?
¿Le importa a alguien que haya un porcentaje tan vergonzosamente alto de
abstencionistas?
Ya sabemos la
respuesta. Pero nada que afecte a las mujeres, a las personas migrantes o a los
colectivos oprimidos es nunca urgente.
Una vez más, las
que más tenemos que perder en unas elecciones somos las que ni en el mejor de
los escenarios tenemos mucho que ganar. Y a la contra vienen los privilegiados
que no tienen miedo a nada porque ningún partido es una amenaza para ellos, y
sólo tienen posibilidad de seguir ganando y ganando. En detrimento nuestro,
claro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario