sábado, 16 de febrero de 2019

El POZO DE LA MEMORIA...3


El POZO DE LA MEMORIA...3
DUNIA SÁNCHEZ
La memoria de los arboles, paso una extensa planicie donde la naturaleza uniforme y homogénea se cambia su rumbo. Lo verde…Sí, lo verde se comienza avistar en la plenitud ascendente de su frescor. El frío aumenta y la vía ya no es recta sino serpenteante. He dejado atrás el hambre de la lluvia, y subo por un monte donde todo es sombra, donde todo es sonido de los pájaros que pactan con este lugar. Todo se mueve en un mar de nubes que atravieso, que penetro en toda su corpulencia. Aún me quedan kilómetros hasta llegar a ese lugar, ese lugar de encuentro o desencuentro, según como se mire.
No sé cómo me sentiré pero ya albergo en mí la desesperanza, el horror, la pena. Voy nutriéndome de ella, asimilándola en mi pecho, en mi alma.  Al menos la veracidad será vertical. Oh, tanta horas de conducción sola, me estremezco, me erizo y un temblor se adhiere a mí. Encontrarla después de tantos y tantos años. Solo tengo un nítido recuerdo de ella. Un recuerdo vago que me retuerce con ternura mi mente. Inspiro y espiro…uhm, el olor a tierra húmeda, el olor de ella quieto en el tiempo.  Y me pregunto ¿por qué? Porqué de tanto sufrimiento. Me la imagino…no sé…sola entre los barrotes de la mudez, entre los barrotes de la sangre, entre los barrotes asfixiantes a la libertad ¿Qué somos?, me pregunto si no podemos expresar nuestras alas al viento…al viento ¿Qué somos?, me pregunto si no caminamos en la línea recta de una sociedad. Pero ahora parece que todo ha cambiado o no lo parece, no sé qué pensar. Ronroneo su vida en la actualidad, en este presente en la deriva de la humanidad. Sería explosiva, inconformista, esclava de sus propias ideas hasta llevarlas a cabo. No sería callar y callar entre los barrotes de la nada. La arboleda es cada vez más espesa, más exuberante. En este viaje a ese rincón que nunca he estado absorbo todo este fresco que da la madre tierra. Uhm…una tierra ausente de la basura arrojada sobre su faz, una tierra ajena a la dejadez, una tierra virgen donde parece que los años no han pasado, una tierra donde la masa forestal hace que aun podamos respirar. Inspiro y espiro…uhm , tierra que amo, tierra bella, tierra perfecta. Mi deseo, que no lleguen aquí las maquinarias de los tormentos, de la devastación, del dolor. Sí, el dolor, porque ella también sufre. Ella tiene vida, vida propia , vida milenaria de una época de muy atrás, terciaria, puede ser. Estoy tan exhausta ante este monumento de la naturaleza, ante espacio indescriptible que me pierdo en un ayer remoto, que me pierdo en el descubrimiento ante mi mirada.

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