CAPITALISMO
DECADENTE Y GANSTERIZADO: FÁBRICA DE NEOFASCISMO. CASO MILEI
“De esas
mezclas abigarradas surgen en las entrañas de las metrópolis capitalistas y
maquinarias ideológicas los diversos fascismos”
La
civilización capitalista occidental entró hace unas décadas en una fase de
decadencia y descomposición que luce irreversible.
Sus cambios
son para peor y sus síntomas persistentes.
Cada vez
menos libertades.
Cada vez más
atada su acumulación de capitales a las guerras y al negocio de las armas.
Cada vez mayor calentamiento global, depredación, contaminación ambiental, alteraciones climáticas y vulnerabilidad extrema de los seres humanos y del planeta.
La vida se
prolonga cada vez más enferma y signada por la fármaco-dependencia.
La
alimentación, cuanto más sabrosa, más tóxica y propicia a enfermar.
Las
desigualdades han roto todos los récords, alcanzando niveles estremecedores y
aberrantes.
Una élite
mega millonaria domina inestable y violentamente el mundo.
La mentira y
la fuerza se tornan en mecanismos por excelencia de la dominación y la opresión
anestesiada.
Los medios de
comunicación se han convertido en fuentes de enajenación colectiva y la post
verdad.
La vocación
destructiva de la OTAN espanta.
Las
indignaciones y justas rebeldías populares son sangrientamente reprimidas.
Por todos los
poros de la superestructura del capitalismo, desde su enorme poder electrónico,
informático y digital acumulado -junto a sus formidables adelantos tecno
científicos- brotan por inducción las ideologías del pasado que prometió
conjurar y que ahora su decadencia agresiva lo induce a apelar a ellas para
tratar de contrarrestar su erosionada estabilidad y reforzar su dominación a
base de más violencia y pérfidos engaños.
Un clasismo
opulento y cruel.
Patriarcado
en todas sus expresiones y por múltiples vías.
Racismo
cerval.
Xenofobia.
Fundamentalismos
y oscurantismos religiosos de todas las marcas.
Despotismo y
sobre explotación.
Delincuencia
que brota de sus entrañas y convierte en funcional a su ilimitado afán de
lucro.
Hambre y sed
insaciable del agua, biodiversidad, energéticos, minerales punta agotados en
sus predios y abundante en los ajenos imprescindibles para la continuidad de su
ya irreversible modelo consumista y dispendioso.
Todo se vale
para apoderarse del oro, la plata, el cobalto, el titanio, el litio, el uranio,
el boro, las tierras raras, el, opio… Golpes, invasiones, guerras, masacres,
exterminios…
Todo se vale
para tratar de desplazar las potencias emergentes que ya erosionan su hegemonía
mundial y para aplastar soberanías en África, Asia y Nuestra América;
reforzando la nueva colonialidad.
De esas
mezclas abigarradas surgen en las entrañas de las metrópolis capitalistas y
maquinarias ideológicas los diversos fascismos, que se reproducen al interior
de sus territorios y centros de poder, se exportan y expanden hacia sus
neocolonias y dependencias en disputas.
De ahí los
FN-Le Pen en Francia, AfD o el FPÖ austriaco, Vox en España,
Trump en EEUU, Bolsonaro en Brasil, José Antonio Kast en Chile y ahora
Javier Milei en Argentina.
Esto sin
entrar en los detalles del crecimiento de las ultraderechas. que en no pocos
casos resultan fuentes nutricias asociadas a los neofascismos.
- MAS
ALLÁ DE LO FENOMENAL DE MILEI.
Llama la
atención el hecho de que cómo los fenómenos engendrados por la descomposición
capitalista van elevando el tono bestial de los engendros neofascistas, que a
su vez la dictadura mediática del gran capital promueve con una desfachatez que
raya en lo perverso. Y ese es el caso de Milei convertido en gran show
mediático global.
Pero más allá
de lo grotescamente teatral del nuevo presidente de Argentina, es necesario
apreciar que ese proyecto enlatado realmente corresponde a una fase de la de la
pretendida ultra colonización de Nuestra América, a cargo de EEUU y del poder
imperialista supranacional; a contracorriente de nuestra nueva independencia y
el derecho a vivir dignamente.
Una etapa,
claro está, con un destino incierto por todas las indignaciones y rebeldías que
habrá de desatar, y cargada a la vez de muchas incertidumbres.
Vale de todas
maneras ir más allá de la superficie y resaltar las conexiones imperialistas
del fenómeno Milei y las reales intenciones del poder detrás del trono, que no
ha resistido la tentación de sacarnos la lengua y enseñar la seña.
Argentina
tiene un siglo de actividad en la producción de oro, plata, plomo,
aluminio y cobre. Barrick Gold explota actualmente el oro de los glaciares, un
crimen ecológico de gran magnitud.
La creciente
demanda mundial de litio y silicio le imprimen a ese país suramericano un nuevo
nivel en la demanda voraz de las corporaciones mineras vinculadas a la
microelectrónica, la informática, la automovilística eléctrica y la industria
aeroespacial.
En el año
2019, las exportaciones del sector minero metalífero alcanzaron los USD 5.106
millones, representando un 7,8% del total de las exportaciones
argentinas. La mayor venta al exterior fue de oro y plata, con una
participación de un 55,6% del total, la siderurgia con 22%, aluminio16%, litio
3,6%, plomo 1,9% y otros 0.9%.
Argentina
ocupó el cuarto lugar mundial en litio,
el noveno en plata,
el décimo séptimo en oro y el séptimo en boro.
Se trata ahora de elevar la parada al litio y al silicio dentro de un tono
privatizador y desnacionalizador de altísimo vuelo.
La
felicitación y valoración del magnate de Tesla, dueño de una poderosa industria
aeroespacial y de comunicación, Elon Musk, respecto a la “victoria” de engendro
neofascista Javier Milei en los recientes comicios argentinos, no es un simple
formalismo. La señal procede del centro del Estado Profundo Mundial y se dirige
al escogido por su laboratorio mercadológico, quien de seguro contó con su
ilimitado financiamiento y la inmensa ayuda de su dictadura mediática.
Musk va en
grande detrás del litio latino-caribeño después del su fracasado golpe de
Estado en Bolivia. Argentina es su nueva estación a partir de ese atraco
electoral.
Milei no es
solo un fascista de nuevo tipo, ultra neoliberal, auspiciador del saqueo al
patrimonio público y natural de esa nación…Milei fue el rabioso escogido para
ascender vertiginosamente explotando la desesperación, la banalidad y la
ignorancia juveniles inducidas por décadas; volcándolas solo contra la
acumulación de fullerías del partidismo tradicional pro peronista, exculpando
al gran capital privado gansterizado.
Precisamente
por lo útil de su histeria esquizoide, teatral o real, y por sus confesos
vínculos con la mafia calabresa del magnate Macri y otras similares, fue
escogido como instrumento presidencial de una nueva etapa ultra neoliberal y
ultra recolonizadora, para servir a las elites capitalista que dominan la
Argentina y gran parte del mundo. A Musk le encantan tales atributos personales
de Milei porque los siente muy cercanos.
Milei, por
demás, podría ser usado además como una avanzada del neofascismo en el Cono Sur
y la vecina Chile podría ser contemplada como una próxima estación de ensayo de
esas fuerzas tenebrosas… operación que podría ser facilitada por las
decepciones que podría generar el progresismo derechizante de Boric, combinadas
con las potenciales raíces electorales neofascistas de José Antonio Kast, más
la existencia de numerosos grupos fascistas y de la extrema derecha chilena que
activan en esa dirección con un fuerte apoyo militar y empresarial.
El desafío
que implica esa nefasta perspectiva no admite descuido, desde ya procede
salirle al paso sin contemplaciones a esa gran amenaza.
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