AYUSO CONTRA EL COLECTIVO LGTBIQ+
ANITA
BOTWIN
El texto propuesto
por el Gobierno de Ayuso va a suponer un auténtico borrado de las personas del
colectivo y un considerable retroceso en su protección
Ayuso se llena la boca de libertad, pero mientras tanto autoriza la aplicación de las mal llamadas terapias para sanar cualquier forma de diversidad sexual. Con esta derogación parcial de la ley trans, ejecutada por la presidenta de la Comunidad de Madrid, desaparecen las protecciones a las personas LGTBIQ+ y se tira por tierra cualquier forma de penalización de las conductas discriminatorias. Volvemos a retroceder en derechos humanos, en nombre de una libertad que nunca fue tal.
El texto propuesto por el Gobierno de Ayuso va a suponer un auténtico borrado de las personas del colectivo y un considerable retroceso en su protección. Quien fuera un perro en Twitter, ha decidido destrozar lo conseguido por colectivos que llevan luchando décadas.
Mientras vemos
hordas franquistas a la par que trasnochadas, como si fueran personajes sacados
de la última serie de Los Javis, «La Mesías», Ayuso ha decidido adelantar por
la ultraderecha a la ultraderecha misma aprovechando el ruido de la amnistía
para cercenar derechos, eso que a la derecha se le da estupendamente bien. Con
esta derogación, que es un ataque a la democracia y a los derechos civiles,
retiran la inversión de la carga de prueba, una herramienta que obliga al
acusado de discriminar a personas trans a demostrar su inocencia, y se derogará
el derecho al reconocimiento de la identidad de género libremente manifestada,
al igual que al libre desarrollo de la personalidad y a ser tratado de
conformidad a la identidad de género.
Esta proposición de
ley es un ataque directo a los avances conseguidos con mucho esfuerzo en la
anterior legislatura, es un ataque directo al Ministerio de Igualdad y sus
leyes revolucionarias
Ayuso usó al
colectivo LGTBI para rascar los votos necesarios que le permitieran gobernar
sin los ultras (algo más ultras que ella) y ahora les vende al mejor postor,
¿quién podría imaginarlo? Esta proposición de ley es un ataque directo a los
avances conseguidos con mucho esfuerzo en la anterior legislatura, es un ataque
directo al Ministerio de Igualdad y sus leyes revolucionarias. Este retroceso va a aumentar directamente los
delitos de odio y transfobia, ya que solo en 2021, según datos de Interior, la
policía investigó 477 delitos de odio por orientación sexual e identidad de
género en todo el país y eso teniendo en cuenta que tan sólo el 20% interpone
una denuncia, por lo que las agresiones son mucho más numerosas.
Toca de nuevo
defender derechos que desde luego nunca están a salvo ni asegurados. A Ayuso no
le ha hecho falta VOX para esto, porque Ayuso y los suyos ya han comprado el
marco de la extrema derecha y han asumido su argumentario. Como la educación
está transferida a las Comunidades Autónomas, ella terminará con toda la
educación a favor de la comunidad LGTBIQ+.
Ahora que
precisamente escuchamos a diario los cánticos homófobos como «Marlaska Maricón»
en las manis de la caye borroka cualquiera podría pensar que no necesitamos una
educación que vele por los derechos del colectivo. Al revés, su ideología
fascista es homófoba y por ello gobiernan en esa dirección, porque saben de la
importancia de la educación para transformar sociedades, para adoctrinar en
función de sus propios intereses.
Lo de Ayuso no nos
pilla de sorpresa, cualquier maniobra de su gobierno suele ir en contra del
bienestar social, de los avances y los derechos humanos. No es una sorpresa que
Ayuso y los suyos sean homófobos, ya el año pasado se le ocurrió decir sobre el
Orgullo(o al otro lado del pinganillo): “Antes se celebraba ese día y ya
estamos un mes entero aguantándolo”. No parecía muy cercana a la celebración de
un colectivo que ha sido y sigue siendo de los más vulnerables y oprimidos.
Con esta doble
derogación quedan también desprotegidas la infancia y la adolescencia. Por
supuesto la cultura LGTB queda fuera en la agenda y se eliminará cualquier
mención a la diversidad sexual en el sistema educativo. Esto es porque se están
eliminando todos los planes contra el acoso LGTBI que deben cumplir los centros
educativos. Este ataque a los derechos humanos también tendrá sus víctimas, que
volverán a sufrir el odio y la LGTBI-fobia por una parte de la sociedad que
vive aún en el pleistoceno. Les borran de los libros y de la cultura para que
dejen de existir, por lo que es un ataque directo contra las identidades de género.
Ayuso ha vuelto a
maltratar a la ciudadanía para la que se supone que gobierna. Aún no olvidamos
lo que hizo en las residencias durante la pandemia, alguien así no iba a
cambiar un ápice ni iba a dar su brazo a torcer para gobernar por el bienestar de
las personas en un Madrid que me resulta casi irreconocible. Por suerte, las
calles volverán a llenarse y no solo de nostálgicos trasnochados. Las calles
volverán a llenarse frente al odio: visibilidad, orgullo y resiliencia.
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