"¡VIVA FRANCO!" COMO EXPRESIÓN
DE NORMALIDAD
ANA PARDO DE VERA
El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha emitido ya su informe sobre el proyecto de ley de memoria democrática que tiene previsto aprobar el Gobierno. Sí, el Poder Judicial, que lleva dos años y medio en funciones con la escasa dignidad que supone cobrar un sueldo que ya no te corresponde (y si solo fuera eso...), ha decidido ponerse exquisito y decirnos al común de los mortales que quizás el tema de la libertad de expresión no cuadra bien con eliminar fundaciones pro-dictadores como la Fundación Francisco Franco, pese a que las instituciones europeas pidieron hace tiempo acabar con cualquier vestigio de defensa de regímenes fascistas o aliados.
Después de
encarcelar a titiriteros por los carteles de sus marionetas, a cantantes de rap
desconocidos hasta que los jueces les dieron fama, de secuestrar libros bien
contrastados sobre el narcotráfico gallego, publicaciones pornográficas (en
viñetas satíricas) de los reyes... el CGPJ se alza como la más demócrata de las
instituciones y nos dice que ni apología del franquismo ni nada, que la
Fundación Francisco Franco y sus voceros (patrocinadores, publicistas y
mecenas) pueden hacer lo que les dé la gana mientras no humillen a las víctimas
del franquismo.
¿Qué más
humillación se le ocurre al CGPJ que la de no haber tomado una medida, jamás,
que haga justicia y restaure la memoria de los fusilados, torturadas,
exiliados,... del franquismo? Restos humanos en cunetas de toda España sin que
al Estado le importe un euro, legislación franquista que viene a legitimar
comportamientos ídem, una Transición que hizo borrón y cuenta nueva, sobre
todo, con las víctimas de una dictadura salvaje (los demócratas), una Historia
sin conocer gracias a una ley de secretos oficiales de 1968... Pero no hay
humillación, dicen con la superioridad moral del poderoso.
En las últimas
horas, al tiempo que se conocía el informe del guardián de las esencias de la
libertad de expresión, ahora CGPJ, la agencia EFE publicaba que Alemania ponía
veto a la cuenta de Twitter de la Fundación Francisco Franco, horrorizado el
país germano en su lucha contra los brotes de ultraderecha y filonazis que
asedian sus instituciones y las europeas, con que una organización que exalta
una dictadura afín a la de Adolf Hitler goce de tan buena salud en España.
Aquí llaman
"libertad de expresión" a exaltar a Franco y mantenerle un
chiringuito de recuerdo, porque creen que no hay humillación a las víctimas y
sus familiares, víctimas de segunda y tercera generación, en definitiva.
Víctimas que solo llevan 46 años esperando justicia, lo que las revictimiza por
cada Gobierno que pasa. Las víctimas de crímenes del Estado siguen sin ser
atendidas por las instituciones de lo que se llama una "democracia plena"
y cuanto más tarden en asistirlas, con la complicidad de unas leyes que no
siempre son justas, más humilladas estarán. Diga lo que diga ese Poder Judicial
que quiere darnos lecciones de democracia desde sus sillones espurios. A estas
alturas.
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