CUANDO LA CENSURA JUEGA SU PARTIDO
Del
Coca Cola-gate de Cristiano Ronaldo a los
casos
de Osaka, Tite y Neuer
POR GUSTAVO VEIGA
En junio, el poder del deporte les marcó la cancha a los protagonistas sin importar disciplina ni continente. En el caso del fútbol, la lógica comercial de la UEFA no difiere demasiado de la tolerancia cero de la Conmebol.
A la memoria
del querido Rodrigo Munilla,
periodista generoso como pocos.
Hay un avance notorio sobre la libertad de expresión de los deportistas y cualquier otro protagonista que interactúe con ellos en su actividad específica. En lo que va de junio quedó demostrado. Fueron sancionados o apercibidos por distintos motivos para que guarden silencio. Coca Cola pidió un correctivo para Cristiano Ronaldo porque despreció a la gaseosa durante una conferencia de prensa de la Eurocopa y su gesto hizo que se derrumbaran las acciones de la multinacional en la Bolsa. El francés Paul Pogba se expuso a un castigo semejante porque imitó al portugués y escondió un porrón de cerveza Heineken que formaba parte de la escenografía publicitaria que lo rodeaba.
A Tite, el entrenador de Brasil, la Conmebol lo multó en 5 mil dólares porque criticó a la organización de la Copa América. Otro tanto había pasado con el goleador de Bolivia, Marcelo Moreno Martins, y pese a que pidió disculpas. La ola punitiva no es exclusiva de la organización del fútbol o sus auspiciantes que exigen silencio a cambio del dinero que aportan. También abarca a otros deportes, como el tenis. Ahí quedó como caso testigo el de la japonesa Naomi Osaka, penada con el pago de 15 mil dólares por negarse a dar notas a los periodistas en el torneo de Roland Garros.
Aunque es
discutible su enunciado, la Carta Olímpica establece en su artículo 50: “No se
permitirá ningún tipo de manifestación ni propaganda política, religiosa o
racial en ningún emplazamiento, instalación u otro lugar que se considere parte
de los emplazamientos olímpicos”. Los casos de Cristiano Ronaldo, Pogba, Tite,
Martins y hasta la tenista Osaka no estaban bajo el alcance del COI, pero
ninguno se había pronunciado a favor de determinado gobierno, grupo étnico o
expresiones de la fe. Se los apercibió o castigó porque desafiaron a las
autoridades de sus deportes o no aceptaron ponerle el cuerpo a determinados
productos. La condición sine qua non para que los sponsors cumplan a piacere
con sus programas de marketing.
La carita de tomar
vinagre que puso Cristiano cuando ocultó ante las cámaras dos botellas de Coca
Cola quizás les provocó una úlcera a los CEOS de la empresa con sede en
Atlanta, EE.UU. Medios británicos publicaron que desde la compañía exigieron
una sanción económica para el crack de la Juventus. Lo estaban observando por
las pantallas de TV, computadoras y celulares millones de espectadores
extasiados con la escena. Pero el portugués fue más allá. Tomó una botellita de
agua mineral y reivindicó al H2O. “Agua” dijo, como si estuviera jugando a la
Batalla Naval. Por esa acción, casi una declaración de principios, Coca Cola
perdió más de 4 mil millones de dólares en el mercado de acciones. La UEFA
analizó la posibilidad de multarlo con 20 mil euros, suma que a un
multimillonario como él podría representarle el precio de una cena.
Pogba siguió su
camino aunque se ocupó de ocultar una cerveza Heineken ante los camarógrafos.
Se sabe que abrazó al Islam y las bebidas alcohólicas no son aceptadas en su
credo. La imagen del volante del Manchester United se viralizó y no era para
menos. Había sido elegido el mejor jugador del partido entre Francia y
Alemania, todo un clásico. Justo un día después de que el portugués la
emprendiera contra la gaseosa. Pero a diferencia del desplome bursátil de Coca
Cola, las acciones de la cervecera subieron en la Bolsa de Ámsterdam un 1,36%
hasta alcanzar el precio de 99,54 euros cada una. El valor de mercado de la
compañía de Países Bajos llegó a los 6.873 millones de dólares, 93,8 millones
más que los 6.780 del día anterior.
La dieta saludable
de Cristiano en base a agua, brócoli, pollo y arroz o el mandamiento religioso
de Pogba contra el alcohol mantuvieron en vilo por unas horas a los
auspiciantes de la Eurocopa. El francés fue trending topic en las redes
sociales. La cerveza y la gaseosa son los dos principales patrocinadores del
torneo. La publicación El Economista de México señaló que según “cifras del
Global Data Sponsorships Data Base, aportan 45 y 35 millones de dólares anuales
a la UEFA, respectivamente, es decir, entre las dos marcas proporcionan 80
millones al organismo rector del fútbol europeo”.
Los argumentos
economicistas con que Coca Cola pretendió que se castigara al portugués, son de
una naturaleza diferente a la mordaza que aplicó la Conmebol en este lado del
mundo. A Tite, el técnico de Brasil, lo sancionaron con una multa de 5 mil
dólares por sus críticas a la organización de la Copa América. Dijo que había
sido programada de manera “desordenada” durante una conferencia de prensa
realizada el 12 de junio, un día antes de su apertura.
Al boliviano Moreno
Martins, quien juega en el Cruzeiro de Brasil, lo castigaron más duro. Le
informaron que deberá pagar 20 mil dólares porque cuestionó al torneo que se
disputa en Brasil y además le impidieron jugar contra Chile en la derrota por 1
a 0 del 18 de junio. Su pecado había sido hablar de los casos positivos de
covid-19 detectados durante la Copa y que afectaron a varios equipos. Lo hizo
en una publicación de su Instagram que luego retiró. De nada le valieron las
disculpas posteriores. Su sanción incluso fue discriminatoria si se la compara
con la aplicada a Tite.
El posteo de
Instagram de Moreno Martins apuntando a la Conmebol.
Del “Coca Cola no,
tomen agua” de Cristiano y que enojó al sponsor de la gaseosa, al brazalete del
arcoíris, un símbolo del movimiento LGBT+ que utilizó el arquero alemán y
capitán Manuel Neuer durante la Eurocopa, se desprende una certeza. Los dos
hechos fueron analizados con lupa por la UEFA para aplicar posibles sanciones.
Su mirada ultrasensible no difiere de la que mantiene la Conmebol para
disciplinar su rebaño. Tolerancia cero. En el caso de los dirigentes europeos,
hay una razón de peso en su lógica comercial. Los más de 11 mil millones de
dólares que Coca Cola viene invirtiendo desde que se vinculó con el fútbol como
socio estratégico.
Las multas no son un disuasivo de uso exclusivo en el más popular de los deportes. En el tenis le pusieron una a la japonesa Osaka, de 23 años, y figura del circuito internacional. En el Abierto de Francia le descontaron 15 mil dólares por declarar que no concedería entrevistas a la prensa. Se justificó con que prefería darle prioridad a “su salud mental”. Esa manera de desenchufarse fue demasiado audaz para las autoridades.
La deportista mejor
pagada del mundo suele dar opiniones a favor de las políticas de género o
contra el racismo. Temas que gozan de mucho consenso, y no ameritan sanciones.
Pero con su silenzio stampa fue demasiado lejos para el mundo del tenis. Rafael
Nadal la cuestionó indirectamente y salió en defensa de los periodistas que se quedaban
sin su palabra. Dijo: “Sin la gente que escribe las noticias y nuestros logros
por el mundo, probablemente no seríamos los deportistas que somos hoy en día”.
¿Estará el español
en lo cierto?
gveiga@pagina12.com.ar
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