miércoles, 16 de junio de 2021

EXIGEN AL OBISPO ANTIFEMINISTA DE CANARIAS LA DESTITUCIÓN DEL CURA BÁEZ

 

EXIGEN AL OBISPO ANTIFEMINISTA DE CANARIAS LA DESTITUCIÓN DEL CURA BÁEZ

POR EUGENIO FERNÁNDEZ

El obispo Mazuelos se limita a prohibir a Báez que siga hablando sobre el caso de las niñas asesinadas.

La Plataforma Feminista 8M de Tenerife ha reclamado la destitución inmediata del párroco Fernando Báez, por sus «abominables declaraciones» en torno al asesinato de las dos niñas Olivia y Anna, a manos de su padre, Tomás Gimeno. Este mismo martes, sin embargo, se hacía público que la diócesis de Canarias, dirigida por el obispo José Mazuelos, se limitará a prohibir al «padre Báez» que continúe haciendo declaraciones sobre el caso de las niñas. No parece – apunta Eugenio Fernández – la ideología ultraconservadora de Mazuelos sea la más adecuada para que pueda llegar a alguna suerte de entendimiento con los colectivos feministas (…).

   Mediante un comunicado remitido a la redacción de Canarias semanal, la Plataforma Feminista 8M de Tenerife ha reclamado la destitución inmediata del párroco Fernando Báez, por sus «abominables declaraciones» en torno al asesinato de las dos niñas Olivia y Anna, a manos de su padre, Tomás Gimeno.

  «Sus indignas palabras justificando el asesinato de las niñas al indicar como causa la ruptura matrimonial y que la madre “recoge lo sembrado” le hacen merecedor -afirman desde esta plataforma feminista- de todo el desprecio de la sociedad».

Para este colectivo resulta «incomprensible que, a estas alturas de la historia, haya alguien que rechace el derecho de las mujeres a separarse, a rehacer su vida, a ser considerada una persona y no un objeto propiedad de un hombre».

   «Y también es increíble y escandaloso el hecho que se infiere de sus palabras, que es el derecho de un hombre a disponer de la vida de sus hijas como si éstas fueran, también, objetos de su propiedad».

  «No estamos -recuerdan- en tiempos del paterfamilias romano, propietario absoluto de la vida y la muerte de sus familiares, aunque el cura párroco Báez eche de menos esos tiempos. Y aunque muchos (incluidos algunos jueces y fiscales) sigan pensando y comportándose como si viviéramos en esa época».

«LA REACCIÓN DEL OBISPADO HA SIDO INSUFICIENTE», DICEN

Ante la gravedad de los hechos, la Plataforma Feminista estima que «la reacción del Obispado desmarcándose de sus barbaridades ha sido insuficiente, al faltar un compromiso activo contra la violencia de género«.

«Un compromiso -dicen- que, hasta ahora ha sido más que insuficiente. Porque durante años multitud de homilías han sido el espacio donde se promueven en las mujeres actitudes de sumisión y de resignación, actitudes contrarias a la autonomía y la libertad, al ejercicio de sus derechos. Y en su comunicado, aunque hace referencia a la violencia vicaria como una forma de grave injusticia contra la infancia, que lo es, no menciona que es una forma de violencia contra las mujeres, que es lo que subyace al uso de los y las menores como arma para infligir el peor de los daños posibles a una madre».

Las feministas destacan, igualmente, que «mientras haya gente con poder que difunda ideas tan dañinas para los derechos humanos como las que expresa, habrá un colchón de legitimidad para esas incalificables conductas». Por todo ello, insisten en que son necesarios «gestos reales y efectivos».

«Hacen falta -apuntan- una defensa clara de los derechos de las mujeres, una crítica explícita de las actitudes machistas, y desautorizar de verdad al machismo. Quitándole a los machistas el cargo que usan para dañar a las mujeres«.

¿DESTITUIRÁ A BÁEZ UN OBISPO ANTIFEMINISTA?

Este mismo martes, sin embargo, se hacía público que la diócesis de Canarias, dirigida por el obispo andaluz José Mazuelos, se limitará a prohibir al llamado «padre Báez» que continúe haciendo declaraciones sobre el caso de las niñas asesinadas.

Antes, en una declaración pública efectuada ante varios medios de comunicación, Mazuelos ya había dejado caer la posibilidad de que no se aplicara ninguna sanción real al polémico cura grancanario, limitándose a desautorizarle públicamente.

Para justificar esta opción, el obispo aseguró que aunque, a algunas personas les gustaría que así fuese, «la Iglesia  no es una empresa, donde si alguien lo hace mal se le echa, sino una familia, donde aparecen diversos elementos que hay que aceptar».

   «En una familia  insistió el prelado– estamos los listos. Está el tonto. Está el más atrevido. Y hay que entrar en ese misterio de la Iglesia como familia».

Finalmente, el obispo trató de excusar una posible decisión benevolente con el polémico «padre Báez», quien también  tiene en su contra diversas denuncias por presuntas agresiones incluso a un menor,  asegurando que  «consultaría a los expertos en derecho canónico» para ver qué le aconsejaban sobre este caso.

Aunque resulta imposible adelantar si una fuerte presión social sostenida podría obligar al obispo a tomar una determinación más drástica con el cura Báez, lo cierto es que la propia ideología ultraconservadora de Mazuelos no parece ser la más adecuada para llegar a alguna suerte de entendimiento con los colectivos feministas.

Y es que, pese a  ser relativamente joven, el recien nombrado obispo de la Diócesis de Canarias representa a la perfección las esencias más reaccionarias que la jerarquía de la Iglesia Católica ha impuesto en España, a lo largo de la Historia,  a golpe de hostia y espada y que el propio «padre Báez» trata ahora de perpetuar entre su «rebaño» en nuestro Archipiélago.

En el vídeo que adjuntamos a este texto, fragmento de una conferencia destinada a advertir contra «la ideología de género que va carmoniendo nuestra sociedad», el obispo Mazuelos mezcla churras con merinas, en una suerte de batiburrillo tridentino y simplón, en el que pone de manifiesto tanto su furibundo anticomunismo como su rechazo a la lucha de las mujeres por alcanzar la igualdad.

  Confundiendo como si fueran una única cosa las distintas corrientes del feminismo y la tradición marxista – algo habitual entre la nueva extrema derecha, que ha acuñado para ello el vacuo término de «marxismo cultural», el obispo alerta sobre cómo este «gran Mal» pretendería acabar con la institución familiar.

 «Ahora el opresor es el macho heterosexuá’ patriarca’ (sic). El patriarcado del machismo heterosexua’ (sic) es nuestra guerra ahora – afirmó el obispo, arremetiendo con furibundia contra el feminismo para empezar a calentar motores.

  «En cuanto eliminemos a ese -continuó, sin explicitar si se refiere al «patriarcado» o al «macho heterosexua'(sic) patriarcal» -, encontramos la panacea y el paraíso».

  «Y pa’ colmo se encuentra – concluyó  Mazuelos con tono magistral- con otro elemento importante que le encanta al marxismo, atacar a la familia» porque, según el señor Obispo, a los malvados rojos  «nos les interesa que haya células en la sociedad donde las personas puedan pensar y diferir».

Todo indica, en suma, que no es este excelso Príncipe de la Iglesia el más adecuado para hacer avanzar a su milenaria Institución en la lucha contra el machismo y en favor de la igualdad. Una razón más para redoblar los esfuerzos colectivos y la exigencia de que la respuesta de la jerarquía eclesiástica no quede, una vez más, en una simple y superficial «declaración de buenas intenciones».

El obispo de la Diocesis de Canarias explica que «la Iglesia es una familia, y en ella hay que aceptar a sus diversos elementos»


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