UNA SESIÓN ACADÉMICA EN EL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
JOSÉ ANTONIO MARTÍN
PALLÍN
Abogado. Comisionado español de la Comisión Internacional de Juristas
(Ginebra). Ha sido Fiscal y Magistrado del Tribunal Supremo
20/03/2023Ramón Tamames, acompañado por el líder de Vox,
Santiago Abascal. - EFE / Javier Lizón.
Este martes, con permiso de la autoridad competente, de acuerdo con las previsiones constitucionales, el profesor Ramón Tamames pronunciará una conferencia magistral, sobre los males pasados, presentes y futuros que acechan a nuestra patria y a nuestra democracia. El profesor Tamames ha tenido la gentileza de filtrar el contenido de su intervención a los medios para el conocimiento de la opinión pública y para que sus oponentes puedan preparar sus argumentos y réplicas.
Conozco
a Ramón Tamames desde hace muchos años y hemos compartido algunas aventuras
políticas, como el referéndum de la OTAN, y mantenido una relación amistosa.
Hace poco tiempo Ramón tuvo la gentileza de llamarme para pedirme autorización
para utilizar el título de un artículo mío publicado en el diario El País, ("El grito de la tierra") que quería
incluir en un trabajo que demuestra su preocupación por el cambio climático.
No hubiera escrito estas líneas si su
conferencia magistral hubiera tenido lugar en cualquier centro académico, pero
me preocupa profundamente que se haya infiltrado en una moción de censura
contra el Gobierno prevista en la Constitución. La posibilidad de que cualquier
persona pueda encabezar el trámite y llegar a la presidencia del Gobierno no se
debatió suficientemente en las comisiones constitucionales del Congreso y del
Senado. Si repasamos las actas, se puede comprobar que el modelo adoptado fue
el de la Ley Fundamental de Bonn y de su texto se desprende que las mociones de
censura o confianza deben quedar dentro del ámbito exclusivo de la composición
parlamentaria. Nuestra Constitución deja abierta la posibilidad de encabezar la
censura a cualquier persona, lo que no parece responder a un modelo de lo que
se conoce como parlamentarismo racionalizado.
En nuestro texto constitucional la
moción de censura está regulada en el artículo 113. No deja de resultar extraño
que una persona ajena al mundo parlamentario y al margen del sistema de
partidos políticos pueda postularse para derribar al Gobierno y, al mismo
tiempo, investirse como presidente del Gobierno por el tiempo que estime
necesario hasta el agotamiento de la legislatura. Indudablemente se trata de
una anomalía permitida por la imprecisión de nuestro texto constitucional por
lo que no queda más remedio que aceptarla.
El profesor Tamames, con el rigor
académico que le caracteriza, ha estructurado su discurso en 31 capítulos con
un amplio espectro de cuestiones, la mayoría de las cuales me parecen ajenas al
contenido de una moción de censura. Se remonta a los tiempos del Imperio y hace
unos comentarios sobre la Segunda República, la Guerra Civil y la Ley de
Memoria Democrática que suscribiría Pio Moa.
El borrador que se ha filtrado a los
medios parece más bien el índice de un libro que un discurso de investidura de
un político que quiere de verdad hacer frente a los problemas del presente con
responsabilidad y sentido del compromiso que contrae con la sociedad al
prestarse a ser el mascarón de proa de una moción de censura.
Es cierto, como he dicho, que el
artículo 113 de la Constitución establece un régimen abierto para moción de
censura en cuanto a la elección de la persona que va a encabezar, si triunfa,
el nuevo Gobierno. La cuestión fue objeto de controversia cuando se debatió el
borrador de la Constitución. Se llegó a una solución que en cierto modo
desvirtúa el carácter netamente político y partidista de las mociones de
censura que pretenden sustituir a un Gobierno, en este caso de coalición, por
otro que, en este caso sin duda, encarnaría el mayor retroceso de derechos
humanos vividos en la Unión Europea, incluyendo Hungría y Polonia. Si
extendemos la amplitud y flexibilidad del texto constitucional, podría presidir
una moción de censura un obispo, celebridades del mundo de la televisión, de la
artes escénicas o presidentes de clubs de fútbol.
El profesor Tamames se alinea con los
que consideran como un dogma que no se puede contradecir, sin padecer un duro
castigo, la sagrada indivisibilidad de la patria común de todos los españoles.
Soy absolutamente contrario, por inconstitucional y antagónico con las normas
de la Unión Europea, a cualquier referéndum unilateral para declarar la
independencia de una parte del territorio de la nación. Pero le recuerdo que el
derecho de autodeterminación esta incorporado a nuestro ordenamiento jurídico a
través de los Pactos Internacionales de derechos civiles, políticos, económicos
sociales y culturales firmados y ratificados por España. Como el profesor
Tamames pretende realizar un recorrido por el pasado, debe recordar que la
declaración unilateral de independencia de Lluís Companys, en plena República
española, se hizo con el propósito de integrarse en la República federal
española y no con ánimo de convertirse en una nación autónoma.
Al margen de las consideraciones que
puedan hacerse sobre la educación y la sanidad que, como sabe perfectamente el
profesor Tamames, están transferidas a las comunidades autónomas, puede
resultar atractiva la propuesta sobre las pensiones que formula un economista
de reconocido prestigio porque, en principio, me parecen contradictorias con
las posiciones de PP y Vox. Está en juego la viabilidad del sostenimiento de
las generaciones futuras.
Sin
perjuicio del inusual contenido de una mención de censura, el profesor Tamames
ha tenido oportunidad de realizar innumerables entrevistas. Al hilo de su
indudable protagonismo se ha referido al presidente Pedro Sánchez como el
dirigente de "una moderna autocracia absorbente".
Estoy seguro de que los politólogos habrán recibido con gran interés y regocijo
este novedoso término del que desconozco sus precedentes. En definitiva, ha
venido a cubrir con el oropel de un refinado lenguaje la atrabiliaria
imputación de la derecha mediática que pretende trasmitir a sus fieles devotos
que vivimos bajo una dictadura. Me gustaría una mayor precisión del profesor
Tamames para posicionarse sobre este punto. De verdad piensa que la dictadura
de Franco puede ser homologada a lo que estamos viviendo. Hubiera tenido la
oportunidad de explayarse a su gusto ante las famosas cortes españolas con
procuradores de chaquetilla blanca y camisa azul incluidos los exóticos ropajes
de algunos representantes saharauis.
Ante
lo irremediable, le deseo que la fuerza le acompañe y pueda culminar el debate
sin contratiempos. Este insólito espectáculo le está haciendo mucho daño a la
democracia. Sus principios y sus reglas no pueden convertir la sede de la
soberanía popular en un salón de conferencias. En todo caso, el éxito mediático
en la derecha esta asegurado. Los titulares y los comentarios ya están
redactados. Me los imagino: Tamames noquea a Sánchez, o
los más moderados Tamames pone a Sánchez contra las cuerdas.
Los comulgantes ya tienen alimento espiritual. Solo falta un último detalle. En
la puerta del Congreso se debe poner un cartel, habitual en estos casos:
entrada libre hasta completar el aforo.
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