HOGUERA
ORLA DE FORZADOS
Escrito
José
Rivero Vivas
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José
Rivero Vivas
ORLA
DE FORZADOS – Obra:
C.05 (a.05) – Cuento –
Ilustración de la cubierta: La calle.Friedrich, Berlín,
1914.
Óleo
sobre lienzo de Ernst Ludwig Kirchner.
(ISBN: 978-84-18138-20-1) – D. L.: TF 278-2020 –
Ediciones IDEA, Islas Canarias. (Año 2020)
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José Rivero Vivas
HOGUERA
BIBIANA
ORLA DE FORZADOS
Fragmento:
Págs. 208,209
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¡Zas!... Mi pensamiento volaba a
Octavio, el dador, el genio, el duende, el fantasma, el Mefistófeles, el diablo
mismo, que todo podía y nada se le resistía. Mi odio hacia él crecía y mi
soberbia desbordaba sin barreras que contuvieran su pujanza. ¿Qué línea seguir
para compensar la destemplanza?
-¡Ah,
pícaro Octavio! -me comentaba a mí misma- ¡Qué bien supiste esclavizarme
a tu imperio!
Me
rebelaba convulsa, infantil en mi fuero, sintiéndome impotente en mi
aislamiento, en mi nula observancia y mi obtusa incomprensión.
I curse Octavio and insult him because
of being dizzy and moody.
Echaba
pestes de su recuerdo y soltaba miles de improperios contra su memoria: sus
antepasados, su casta, sus parientes, sus amigos, inclusive Delfino, y quienes sin aproximarse a rango,
abogaban en su favor. Mas, su imagen, abominable para mi ensueño, torturadora
de mi ego ensoberbecido, resultaba de una complacencia asombrosa para mi
estado; influía generosa sobre mis sentidos y me hacía percibir la almibarada
sustancia que no hallaba en compañía de mis elegantes cortejadores.
My mother came to
complain about my behavior.
-Viví mi alegría
–dijo-; pero tuve a bien guardar recato.
En
ese momento me di cuenta de lo estúpido de mi obrar, porque pude haber gozado
lo que ahora trataba de asir; pero fui terca y pretenciosa, y no lo alcancé.
Esa es la verdad desgarrada. Después, tampoco, claro. Lograr lo que anhelamos
es difícil.
Today, with time
past, my strongest sensation is sorrow. La aflicción me consume y me siento
transida de desilusión y pesadumbre. Qué mala pata he tenido. Mira que Octavio
me lo decía:
-Bibiana,
las cosas son como son, no como aparentan; adviértelo.
-Ya
estás con tu filosofía. No obstante, conforme con cuanto expone otro pensador,
que hoy no mencionas, estás en un error.
-¡Vaya!
Veo que sabes mucho.
Eso
era lo que me compungía: ser tratada como una niña. Me creía tonta, además de
considerarme ignorante, y no advertía mi abatimiento cuando, al hablarle quedo,
por la timidez suscitada, él no me replicaba en absoluto.¡Qué enfado cogía!
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LOS AMANTES
– NC.04 (a.14) –
Finalista en
Premios Guipúzcoa 1970 -
NUESTRO LOCO
AMOR POR ANA – NC.03 (a.13)
Obras
publicadas en un volumen:
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LOS AMANTES – Año 1984
Dibujo en
portada: La editorial.
(ISBN:
84-85443-33-0). Depósito Legal: M. 99 – 1983.
Colección:
ONZEVARAS
Ediciones de
Nuevo Sendero, Madrid.
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(Fragmento: Páginas 39,40)
-Ven -decía Esteban-. Anda, no tengas miedo.
Lo repetitivo de su frase de aliento le decía a Mariana el grado
de temor y empecinamiento en que Esteban se enterraba. Ella, no sabía por qué,
casi obedecía a ciegas, creyendo, en lo más recóndito de sí misma, que no había
culpa en su proceder y sí martirio y sacrificio: iba a perder el hijo para que
el padre, su amor, pudiera seguir adelante hasta hallar verdadero camino en la
lucha por la plaza que merecía en la sociedad. Después, como él mismo decía,
tendrían tiempo de tener un hijo, y dos y tres, y darles el confort y bienestar
de que eran dignos,
Mariana iba serena, confiada y, como quien dice, ajena a la
culpa, lo que se resolvía en frágil inocencia; pero inocencia, al fin y al
cabo.
-No tengo miedo -le dijo.
-¿No?
-Bueno, sí; por lo del aborto. De resto, no.
Entraron en una barraca, que estaba vacía totalmente. No había
ni un ladrillo. Nada. No había donde sentarse. El suelo era de tierra y estaba
húmedo, rezumando agua de tanto como había llovido aquellos días.
-Siéntate -le dijo.
Ella miró a todos los rincones, no
viendo siquiera un objeto al cual pudiera tomársele por asiento, y permaneció
de pie.
-Mira, la mujer vendrá en un momento. Me voy, porque no quiere
que la vea nadie.
Y se fue. La dejó sola. Pasó
más de un minuto. En el primer momento, Mariana se sintió ausente, fuera de
sí, en lo ignoto. No pensaba ni meditaba, No miraba tampoco. Estuvo esperando
como si en aquel instante hubiese participado en parte de su muerte. Mariana no
sentía nada, y aguardaba a que llegase la mujer que iba a sacarle de sus
entrañas, por arte maldiciente, el hijo que, por ley natural, comenzaba a
formarse en su vientre.
Transcurrido el primer rato, Mariana pasó a estar consciente en
el discurrir del tiempo, y, con ello, a impacientarse. También sintió el
flagelo de la reflexión, lo que le aportó la advertencia del miedo que la iba
minando. La mujer no venía, y ella empezó a notar la soledad, fría, húmeda y
embarrizada, en que la barraca y el desamparo exterior la sumergían.
Comprendió, quizá, la deshumanización del hombre que tan aposta la traía para
que unas nanos, viles, deshicieran su propia descendencia. Mas, cegada que
estaba por los achares y carantoñas de su guapete caballerito, Mariana se dejó
envolver por su voluntad, y allí estaba pasando el tiempo, mientras zozobraba
por el miedo que la incógnita que parir forzado, y para negación, aportaba a su
ser, mísero y culpable-inocente.
La mujer llegó. Venía envuelta en un sobretodo que le cubría la
cabeza, no viéndosele más que los ojos. Iba toda de negro, con una sereta en
las manos y pinta de harapienta, como si pretendiera simular ser pedigüeña y
pordiosera, para de esta forma ahuyentar sospechas.
No habló nada con ella. Miró a todas
partes y le hizo señas de que se tendiese. Mariana se sintió reacia: el suelo
estaba mojado y le daba reparo echarse allí. La mujer, advirtiéndolo, rebuscó en
la sereta y sacó unas hojas de periódico que tendió en el suelo. Mariana se
echó encima, tal cual le había indicado la mujer. Esta, seguidamente, se
acuclilló junto a ella, la desnudó de medio abajo, le dio a beber un menjunje,
practicó unos masajes en su vientre, y... Mariana quedó desvanecida.
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OLOR PRÓVIDO - Obra: NC.13
(a.88) – Novela –
Ilustración de la cubierta: Artista,
1910.
Óleo
sobre lienzo de Ernst Ludwig Kirchner.
(ISBN 978-84-8382-097-1) D.L. TF – 1351 – 2007 –
Ediciones
IDEA,
Islas Canarias. (Año 2007).
Más que relato es un escrito
que brota espontáneo, como reflejo de cada situación determinada. No se va
hacia atrás ni hacia delante, no se busca pretérito ni futuro; siempre se está
en presente, aun cuando en la redacción se utilice diferente tiempo y distinto
espacio. El texto aparece embarullado, porque en realidad no se cuenta…
José
Rivero Vivas
MAL
DE MAR
(Novela en Revisión)
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(Fragmento: Cap. 9 – Folios: 126-128)
Jesusa tuvo la desventura de conocer a Lucas. Un
vaina.
Un cualquiera. Un desalmado. Lucas, según Tía
Raquel, era esbelto y guapo; encandilaba Lucas, y enamoró a Jesusa cuando recién comenzaba a trabajar para ganarse la
vida. Fueron novios varios meses, hasta que, un día, Jesusa empezó a desmejorar y
ponerse triste… Lo de siempre, ya sabéis.
Tía Raquel se alarmó. Hacía semanas que no veía a
Jesusa. Lo comprendía. Estaba ocupada con su trabajo, y las horas libres eran
para su novio. Consecuente, ¿verdad?
La tropezó en la
calle un día, que Jesusa iba camino de su casa.
-¡Hola, Jesusa!
-¡Hola, Tía Raquel!
-¿Te ocurre algo?
Supongo que de ese modo discurriría el diálogo. Así
me lo contó ella; así os lo cuento.
La acompañó hasta su piso, Jesusa le sirvió café, y
después de un rato de charla, se echó a llorar… Ya está; no hay más que argüir:
Lucas la llevó al huerto, ella se dejó, y, ¡hala!, reventaba, o reventaría, si
no…
Tía Raquel, aun en contra de sus principios
religiosos. Quiso arreglarlo todo. Dijo de llamar una comadrona, de esas que
saben… y deshacer lo hecho por Lucas, Jesusa y sus respectivas naturalezas.
Jesusa se mostró un poco reticente y Tía Raquel
inquirió:
-¿Qué ocurre?
-Algo me impide llevar a cabo el proceso.
-Bien. Quiere decir que respetas el derecho a la
vida.
-No: el derecho a nacer. La vida en realidad sigue,
y esta criatura, niño o niña, se verá privada de ese derecho si su padre o
madre, acaso austera pareja, no tiene posibles para alimentarla y educarla. Los
buenos productos como los buenos colegios están para sus hijos; por eso van
contra el aumento salarial y otras mejoras sociales, argumentando
que se hunde la economía si se dispara la protección del colectivo en carencia.
-¡Caray, Jesusa!
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MÁRGARA – Obra: NL.10 (a.32) –
Novela –
(ISBN 978-84-8382-092-6) D.L. TF -1346 – 2007 –
Ilustración de la cubierta:
Tocador; mujer ante el espejo, 1913-1920.
Óleo
sobre lienzo de Ernst Ludwig Kirchner.
Ediciones IDEA, Islas Canarias. (Año 2007).
Escrita
en Canarias hacia 1996-97, está situada en los alrededores de uno de los
edificios emblemáticos que se erigen a la entrada de Santa Cruz de Tenerife,
según se deja el puerto. Aniano no se aparta apenas de este lugar. Su extremada
obsesión lo hace rondar una y otra vez calles, plazas y avenidas, que trilla
desde El Toscal hasta este entorno, persiguiendo incansable la visión de
Márgara, a pesar de su negado amor.
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José Rivero Vivas
LA
DESERCIÓN – Obra: C.03
(a.03) – Cuento
–
Ilustración de la cubierta: Cinco bañistas en el mar
Óleo sobre lienzo de Ernst Ludwig Kirchner.
Berlin, Brücke-Museum.
(ISBN:
978-84-18902- 36-9) – D. L.:TF 219-2022 –
Ediciones
IDEA,
Islas Canarias. (Año 2022)
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José Rivero Vivas
LA DESERCIÓN
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DIVERGENCIA: Páginas 97,98
No se trataba,
según pudo el lector comprobar, de antipatía ni desafección a ninguna cultura
ni lugar.
Su investigación,
en línea franca y dura, llevó al autor del informe a plantearse diversos problemas
de economía, en dimensión internacional, después de expuesta al mundo la
panacea de la globalización, que el gobierno del mundo implanta, de grado y aun
de fuerza, apoyado en las excelencias de un comercio que reportará pingües
beneficios a los múltiples partenaires en comandita.
Sucede, en
contraposición, que aquellos asociados de países terceros en su emporio, tienen
vedado acceso al mercado de opulencia y fasto, con lo cual habrán de comerse su
producto y quemar sin remisión los excedentes acumulados durante el año de
fabricación y envase.
Un comité
internacional, integrado por hombres buenos de variadas naciones, irrumpe en
liza con ánimo justiciero de equilibrio y armonía, a fin de arbitrar las
equivalencias y el mundo pueda disfrutar un período de paz, merced al derroche
de tolerancia en convivencia plural.
Portavoces y
secretarios del Comité, avalados por la Presidencia, exponen su proyecto en
página abierta de internet, mientras aguardan pacientes a que los demás países
se manifiesten sin ambages antes de llevar su propuesta al Congreso de los
Diputados, antiguas Cortes, donde, en asamblea plenaria, será debatido el
desconcierto que abruma al desvalido y confunde a quien espera obtener la parte
magra del asado, que en el sótano se prepara. Del modo como se aderece el
venado, resultará claro el método a seguir para atender cuanta solicitud haya
sido formulada en la sede internacional de las dificultades extremas.
Desarrollada en su
auténtica magnitud la correlación de apuestas, conforme se produce la
intervención de cada orador, el autor de esta reseña quiere resumir en diez
párrafos, de tres líneas, cuanto es susceptible de ser enmarcado en un folio
entero sin numerar. Coge, a este objeto, su cuaderno de notas, empuña la pluma
y escribe:
Ha de saber esta
gente que la vida se desprende de sí por motivos que el ser ignora. Así, en lo
obtuso de su desatino, cuando la desmedida sorprende al incauto, inicia un
canto diferente y ríe jactancioso al final de cada acto. Su intemperancia fue
muy mal recibida por los miembros del gabinete, quienes acordaron sancionar la
frescura del desbocado periodista, de forma que cundiera el ejemplo, y, en
sucesivas ocasiones, fuera temido el escarmiento.
Hasta aquí la
crónica aparecida ayer en el diario vespertino de la capital del reino. Queda
en suspenso la ley que habrá de entrar en vigor una vez ratificada por la
cámara alta.
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HOGUERA
ORLA DE FORZADOS
OTROS ESCRITOS
José
Rivero Vivas
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Tenerife
Islas Canarias
Marzo de 2023
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