viernes, 24 de marzo de 2023

HOGUERA ORLA DE FORZADOS Escrito José Rivero Vivas

 

HOGUERA

ORLA DE FORZADOS

Escrito

José Rivero Vivas

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José Rivero Vivas

ORLA DE FORZADOS – Obra: C.05 (a.05)  Cuento –

Ilustración de la cubierta: La calle.Friedrich, Berlín, 1914.

Óleo sobre lienzo de Ernst Ludwig Kirchner.

(ISBN: 978-84-18138-20-1) – D. L.: TF 278-2020 –

Ediciones IDEA, Islas Canarias. (Año 2020)

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José Rivero Vivas

HOGUERA

BIBIANA

ORLA DE FORZADOS

Fragmento:

Págs. 208,209

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¡Zas!... Mi pensamiento volaba a Octavio, el dador, el genio, el duende, el fantasma, el Mefistófeles, el diablo mismo, que todo podía y nada se le resistía. Mi odio hacia él crecía y mi soberbia desbordaba sin barreras que contuvieran su pujanza. ¿Qué línea seguir para compensar la destemplanza?
          -¡Ah, pícaro Octavio! -me comentaba a mí misma- ¡Qué bien supiste esclavizarme a tu imperio!
          Me rebelaba convulsa, infantil en mi fuero, sintiéndome impotente en mi aislamiento, en mi nula observancia y mi obtusa incomprensión.

I curse Octavio and insult him because of being dizzy and moody.

Echaba pestes de su recuerdo y soltaba miles de improperios contra su memoria: sus antepasados, su casta, sus parientes, sus amigos, inclusive Delfino, y quienes sin aproximarse a rango, abogaban en su favor. Mas, su imagen, abominable para mi ensueño, torturadora de mi ego ensoberbecido, resultaba de una complacencia asombrosa para mi estado; influía generosa sobre mis sentidos y me hacía percibir la almibarada sustancia que no hallaba en compañía de mis elegantes cortejadores.

My mother came to complain about my behavior.

-Viví mi alegría –dijo-; pero tuve a bien guardar recato.
          En ese momento me di cuenta de lo estúpido de mi obrar, porque pude haber gozado lo que ahora trataba de asir; pero fui terca y pretenciosa, y no lo alcancé. Esa es la verdad desgarrada. Después, tampoco, claro. Lograr lo que anhelamos es difícil.

Today, with time past, my strongest sensation is sorrow. La aflicción me consume y me siento transida de desilusión y pesadumbre. Qué mala pata he tenido. Mira que Octavio me lo decía:
          -Bibiana, las cosas son como son, no como aparentan; adviértelo.

          -Ya estás con tu filosofía. No obstante, conforme con cuanto expone otro pensador, que hoy no mencionas, estás en un error.
          -¡Vaya! Veo que sabes mucho.
          Eso era lo que me compungía: ser tratada como una niña. Me creía tonta, además de considerarme ignorante, y no advertía mi abatimiento cuando, al hablarle quedo, por la timidez suscitada, él no me replicaba en absoluto.¡Qué enfado cogía!

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LOS AMANTES – NC.04 (a.14) –

Finalista en Premios Guipúzcoa 1970 -

NUESTRO LOCO AMOR POR ANA –  NC.03 (a.13)

Obras publicadas en un volumen:

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LOS AMANTES – Año 1984

Dibujo en portada: La editorial.

(ISBN: 84-85443-33-0). Depósito Legal: M. 99 – 1983.

Colección: ONZEVARAS 

Ediciones de Nuevo Sendero, Madrid.

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(Fragmento: Páginas 39,40)

-Ven -decía Esteban-. Anda, no tengas miedo.

Lo repetitivo de su frase de aliento le decía a Mariana el grado de temor y empecinamiento en que Esteban se enterraba. Ella, no sabía por qué, casi obedecía a ciegas, creyendo, en lo más recóndito de sí misma, que no había culpa en su proceder y sí martirio y sacrificio: iba a perder el hijo para que el padre, su amor, pudiera seguir adelante hasta hallar verdadero camino en la lucha por la plaza que merecía en la sociedad. Des­pués, como él mismo decía, tendrían tiempo de tener un hijo, y dos y tres, y darles el confort y bienestar de que eran dignos,

Mariana iba serena, confiada y, como quien dice, ajena a la culpa, lo que se resolvía en frágil inocencia; pero inocen­cia, al fin y al cabo.

-No tengo miedo -le dijo.

-¿No?

-Bueno, sí; por lo del aborto. De resto, no.

Entraron en una barraca, que estaba vacía totalmente. No había ni un ladrillo. Nada. No había donde sentarse. El sue­lo era de tierra y estaba húmedo, rezumando agua de tanto como había llovido aquellos días.

-Siéntate -le dijo.

Ella miró a todos los rincones, no viendo siquiera un objeto al cual pudiera tomársele por asiento, y permane­ció de pie.

-Mira, la mujer vendrá en un momento. Me voy, porque no quiere que la vea nadie.

Y se fue. La dejó sola. Pasó más de un minuto. En el pri­mer momento, Mariana se sintió ausente, fuera de sí, en lo ig­noto. No pensaba ni meditaba, No miraba tampoco. Estuvo esperan­do como si en aquel instante hubiese participado en parte de su muerte. Mariana no sentía nada, y aguardaba a que llegase la mujer que iba a sacarle de sus entrañas, por arte maldicien­te, el hijo que, por ley natural, comenzaba a formarse en su vientre.

Transcurrido el primer rato, Mariana pasó a estar cons­ciente en el discurrir del tiempo, y, con ello, a impacientar­se. También sintió el flagelo de la reflexión, lo que le apor­tó la advertencia del miedo que la iba minando. La mujer no ve­nía, y ella empezó a notar la soledad, fría, húmeda y embarri­zada, en que la barraca y el desamparo exterior la sumergían. Comprendió, quizá, la deshumanización del hombre que tan apos­ta la traía para que unas nanos, viles, deshicieran su propia descendencia. Mas, cegada que estaba por los achares y caranto­ñas de su guapete caballerito, Mariana se dejó envolver por su voluntad, y allí estaba pasando el tiempo, mientras zozobraba por el miedo que la incógnita que parir forzado, y para negación, aportaba a su ser, mísero y culpable-inocente.

La mujer llegó. Venía envuelta en un sobretodo que le cubría la cabeza, no viéndosele más que los ojos. Iba toda de negro, con una sereta en las manos y pinta de harapienta, como si pretendiera simular ser pedigüeña y pordiosera, para de esta forma ahuyentar sospechas.

No habló nada con ella. Miró a todas partes y le hizo señas de que se tendiese. Mariana se sintió reacia: el suelo estaba mojado y le daba reparo echarse allí. La mujer, advirtiéndolo, rebuscó en la sereta y sacó unas hojas de perió­dico que tendió en el suelo. Mariana se echó encima, tal cual le había indicado la mujer. Esta, seguidamente, se acuclilló junto a ella, la desnudó de medio abajo, le dio a beber un menjunje, practicó unos masajes en su vientre, y... Mariana quedó desvanecida.

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OLOR PRÓVIDO - Obra: NC.13 (a.88) – Novela –

Ilustración de la cubierta: Artista, 1910.

Óleo sobre lienzo de Ernst Ludwig Kirchner.

(ISBN 978-84-8382-097-1) D.L. TF – 1351 – 2007 –

Ediciones IDEA, Islas Canarias. (Año 2007).

Más que relato es un escrito que brota espontáneo, como reflejo de cada situación determinada. No se va hacia atrás ni hacia delante, no se busca pretérito ni futuro; siempre se está en presente, aun cuando en la redacción se utilice diferente tiempo y distinto espacio. El texto aparece embarullado, porque en realidad no se cuenta…

José Rivero Vivas

MAL DE MAR

(Novela en Revisión)

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(Fragmento: Cap. 9Folios: 126-128)

Jesusa tuvo la desventura de conocer a Lucas. Un vaina.

Un cualquiera. Un desalmado. Lucas, según Tía Raquel, era esbelto y guapo; encandilaba Lucas, y enamoró a Jesusa cuando recién comenzaba a trabajar para ganarse la vida. Fueron novios varios meses, hasta que, un día, Jesusa empezó a desme­jorar y ponerse triste… Lo de siempre, ya sabéis.

Tía Raquel se alarmó. Hacía semanas que no veía a Jesusa. Lo comprendía. Estaba ocupada con su trabajo, y las horas libres eran para su novio. Consecuente, ¿verdad?

La tropezó en la calle un día, que Jesusa iba camino de su casa.

-¡Hola, Jesusa!

-¡Hola, Tía Raquel!

-¿Te ocurre algo?

Supongo que de ese modo discurriría el diálogo. Así me lo contó ella; así os lo cuento.

La acompañó hasta su piso, Jesusa le sirvió café, y después de un rato de charla, se echó a llorar… Ya está; no hay más que argüir: Lucas la llevó al huerto, ella se dejó, y, ¡hala!, reventaba, o reventaría, si no…

Tía Raquel, aun en contra de sus principios religiosos. Quiso arreglarlo todo. Dijo de llamar una comadrona, de esas que saben… y deshacer lo hecho por Lucas, Jesusa y sus respectivas naturalezas.

Jesusa se mostró un poco reticente y Tía Raquel inquirió:

-¿Qué ocurre?

-Algo me impide llevar a cabo el proceso.

-Bien. Quiere decir que respetas el derecho a la vida.

-No: el derecho a nacer. La vida en realidad sigue, y esta criatura, niño o niña, se verá privada de ese derecho si su padre o madre, acaso austera pareja, no tiene posibles para alimentarla y educarla. Los buenos productos como los buenos colegios están para sus hijos; por eso van contra el aumento salarial y otras mejoras sociales, argumentando que se hunde la economía si se dispara la protección del colectivo en carencia.

-¡Caray, Jesusa!

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MÁRGARA – Obra: NL.10 (a.32) – Novela –

(ISBN 978-84-8382-092-6) D.L. TF -1346 – 2007 –

Ilustración de la cubierta:

Tocador; mujer ante el espejo, 1913-1920.

Óleo sobre lienzo de Ernst Ludwig Kirchner.

Ediciones IDEA, Islas Canarias. (Año 2007).

Escrita en Canarias hacia 1996-97, está situada en los alrededores de uno de los edificios emblemáticos que se erigen a la entrada de Santa Cruz de Tenerife, según se deja el puerto. Aniano no se aparta apenas de este lugar. Su extremada obsesión lo hace rondar una y otra vez calles, plazas y avenidas, que trilla desde El Toscal hasta este entorno, persiguiendo incansable la visión de Márgara, a pesar de su negado amor.

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José Rivero Vivas

LA DESERCIÓN – Obra: C.03 (a.03) – Cuento –

Ilustración de la cubierta: Cinco bañistas en el mar

Óleo sobre lienzo de Ernst Ludwig Kirchner.

Berlin, Brücke-Museum.

(ISBN: 978-84-18902- 36-9) – D. L.:TF 219-2022 –

Ediciones IDEA, Islas Canarias. (Año 2022)

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José Rivero Vivas

LA DESERCIÓN

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DIVERGENCIA: Páginas 97,98

 

No se trataba, según pudo el lector comprobar, de antipatía ni desafección a ninguna cultura ni lugar.

Su investigación, en línea franca y dura, llevó al autor del informe a plantearse diversos problemas de economía, en dimensión internacional, después de expuesta al mundo la panacea de la globalización, que el gobierno del mundo implanta, de grado y aun de fuerza, apoyado en las excelencias de un comercio que reportará pingües beneficios a los múltiples partenaires en comandita.

Sucede, en contraposición, que aquellos asociados de países terceros en su emporio, tienen vedado acceso al mercado de opulencia y fasto, con lo cual habrán de comerse su producto y quemar sin remisión los excedentes acumulados durante el año de fabricación y envase.

Un comité internacional, integrado por hombres buenos de variadas naciones, irrumpe en liza con ánimo justiciero de equilibrio y armonía, a fin de arbitrar las equivalencias y el mundo pueda disfrutar un período de paz, merced al derroche de tolerancia en convivencia plural.

Portavoces y secretarios del Comité, avalados por la Presidencia, exponen su proyecto en página abierta de internet, mientras aguardan pacientes a que los demás países se manifiesten sin ambages antes de llevar su propuesta al Congreso de los Diputados, antiguas Cortes, donde, en asamblea plenaria, será debatido el desconcierto que abruma al desvalido y confunde a quien espera obtener la parte magra del asado, que en el sótano se prepara. Del modo como se aderece el venado, resultará claro el método a seguir para atender cuanta solicitud haya sido formulada en la sede internacional de las dificultades extremas.

Desarrollada en su auténtica magnitud la correlación de apuestas, conforme se produce la intervención de cada orador, el autor de esta reseña quiere resumir en diez párrafos, de tres líneas, cuanto es susceptible de ser enmarcado en un folio entero sin numerar. Coge, a este objeto, su cuaderno de notas, empuña la pluma y escribe:

Ha de saber esta gente que la vida se desprende de sí por motivos que el ser ignora. Así, en lo obtuso de su desatino, cuando la desmedida sorprende al incauto, inicia un canto diferente y ríe jactancioso al final de cada acto. Su intemperancia fue muy mal recibida por los miembros del gabinete, quienes acordaron sancionar la frescura del desbocado periodista, de forma que cundiera el ejemplo, y, en sucesivas ocasiones, fuera temido el escarmiento.

Hasta aquí la crónica aparecida ayer en el diario vespertino de la capital del reino. Queda en suspenso la ley que habrá de entrar en vigor una vez ratificada por la cámara alta.

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HOGUERA

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José Rivero Vivas

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Tenerife

Islas Canarias

Marzo de 2023

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