'EL MUNDO', FEIJÓO Y LA NADA
ANÍBAL MALVAR
Alberto Núñez Feijóo
interviene en un acto, a 18 de marzo de 2023, en Cartagena, Murcia. PP / Europa
Press
Ni sobre la imputación de Xavier García Albiol, ni sobre la alcaldesa narco-consorte de Marbella que pasea un patrimonio de 12 millones de euros; tampoco sobre la ruptura de Isabel Díaz Ayuso con Vox, ni de Vox mismo, a los que ni se cita a pesar de la moción de censura de esta semana; ni hablar tampoco de su gestión en Galicia, donde triplicó la deuda pública y pilotó la desaparición demográfica de 100.000 gallegos en solo una década; nada de la operación Kitchen y la petición de 15 años de cárcel para el ex ministro pepero y beato Jorge Fernández Díaz; menos aun, hablar de las dichosas fotitos con el narco Marcial Dorado, dios no nos confunda; y todo en este plan.
Entrevista hoy El
Mundo al líder de la oposición española, Alberto Núñez Feijóo, y el redactor,
el siempre simpático y pizpireto Javier Cid, consigue rematar la faena sin
preguntarle a Feijóo nada. Por su parte, el entrevistado se zafa bien relatando
naderías. Qué desperdicio de papel y ecología.
Conozco a Javier
Cid desde que empezó de becario y es talentoso, rápido y siempre bien humorado,
tanto en su vida como en su escritura. Sufrí leyendo su texto como solo se
sufre cuando imaginas a un poeta redactando contabilidades. Qué aburrido es
Feijóo, o qué aburrido quiere parecer, tanto en lo político como en lo humano,
íntimo y personal.
Dicen la malas
lenguas, incluso dentro del PP, que no se esperaban tanta grisalla intelectual
del gallego, y que intentan apartarlo de foco lo más posible para que conserve
ese aura de buen gestor que diseñó la muy dócil prensa gallega. No deberían
preocuparse tanto los conservadores. Sus votantes son fieles y disciplinados.
Votan por inercias divinas, sin importar la calidad del candidato, el programa
o las avalanchas de corruptos con que satura el partido los juzgados. Son como
las beatas que acuden puntualmente a misa aunque el cura les caiga mal o abuse
de sus hijos. Y no se tome este símil como menosprecio a ese voto, que es tan
de agradecer como cualquier otro para un demócrata. Tan válido y tan
respetable. Infravalorar el voto por fe es necedad política. Otra cosa es que
ellos no piensen lo mismo de los votantes contrarios, a quienes estos años han
reprochado el que votaran un gobierno ilegítimo. Su fe consigue convertir el
oxímoron en una de las bellas artes, independientemente de su solidez
intelectual. No hay que pedirle peras al olmo ni galileos a las inquisiciones.
Pero, por si acaso
la fe no fuera suficiente, nuestros viejos periódicos ya van preparando su
alfombra roja de halagos, hipérboles y besamanos, que siempre lucen muy bien.
Hasta que Feijóo abre la boca. Y lo más importante que nos sabe relatar de su
tardía experiencia como padre es que acostó esa noche a su niño y este le contó
que había metido dos goles. Es que no se puede ser más soso, Alberto.
Como la maldad de
Javier Cod es incontinente, hay un momento en que nos regala un resplandor de
tensión cinematográfica que alumbra por un segundo el yermo páramo de este
texto insustancial. Es cuando el reportero utiliza la expresión "ya
metidos en harina, preguntamos a Feijóo por este asunto". Xa metidos en
fariña...
Pero no os hagáis
ilusiones y corráis semidesnudos a comprar El Mundo al quiosco. A pesar de que
sería un buen título para una entrevista sobre su amistad con Marcial Dorado,
nada se pregunta sobre eso. Ni sobre los contratos que Feijóo, siendo número
dos ejecutivo de la Consellería de Sanidade de la Xunta, firmó con su amigo
Marcial Dorado para que el narco vendiera su gasóil a los hospitales gallegos.
Ni sobre la divertida y emocionante historia de cómo esos contratos se quemaron
accidentalmente en un instituto de FP de Vigo, así que nunca se podrá
investigar si Dorado blanqueó su dinero sucio con ayuda involuntaria o
voluntaria de Feijóo. Hay que tener en cuenta que todo esto sucedió después de
que Dorado ya hubiera estado bajo foco judicial en la operación Nécora. ¿Pero,
a quién le importa nada de todo esto? Lo importante son los dos goles del niño
de Feijóo. Que no consiguiera el hat-trick es tema que ya desvela a España. Os
dejo. Me voy a llorar a la facultad de periodismo más cercana.
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