¡LAS MUJERES SON MUY
PUTAS, TENED CUIDADO!
POR MAITÉ CAMPILLO
Historias para no dormir. . .
El fue, el cura José Donoso Fernández, mismo (y no en el siglo de las luces, ahorita en el que vivimos de tan escasas “luces”), el que da consejos a jóvenes no a “jóvenas”, que reciben catequesis en el municipio pacense de Mengabril. NO PUTAS A SECAS, más que putas, ¡muy putas! (como él dice.) Y, digo yo, ¿qué le habrán hecho las mujeres, entre ellas “madre y hermanas” a este salvador de almas? Le habrán negado el ascenso a los cielos por “akerra”, perdón!, vulgar akerra?
<<¡Tened cuidado. . . !>>
Advierte a los niños del peligro. Como
si de un tren de gran velocidad se tratara y los arrollara de por vida. ¿Pero
dónde es que se encuentra el peligro, ¿en sus madres, abuelas, hermanas,
compañeritas de colegio de la misma edad y juegos?. Todas unas putas, dice a
los niños. . . ¿Acaso quiere decir brujas que acuden a akelarres para montar
sobre el macho, sobre escoba o nocturnos globos calvos flotantes como
coronillas sobre el tejado de la iglesia, acaso hacernos creer el derecho de
pernada e insulto, como reyes de un cielo putrefacto en nube feudal?. Por ahí
anda el cobarde. Repartiendo consejos el felón de la ocupación en la enseñanza,
lacayo de los ejércitos, comemierdas y virreyes del rosario oligarca
financiero.
Ahí lo tienen por la calle, camina
tranquilamente el sacerdote de Badajoz. El de los “humildes” consejos a sus
pupilos infantes, presunto violador de niñ@s a las que José Donoso (‘Pepito’),
llama muy putas. Pepe Donoso, el mentiroso rabino-católico, a los 66 años entró
en el juzgado como imputado por pederasta, ¡y salió con una orden de
alejamiento del niño, de 100 metros!. ¿Quién es quién en la cuerda que sujeta
el equilibrio de la degradante imposición?. ¡Corre, corre, corre que te
pillo!, juega a lo “inocente” el cura con los niños. ¿Bromea juez y mentecato
con la inocencia abusando mano a mano de su pureza, para convertirla en
despojo?. Impusieron ambas corrientes de electrocutar la ley sobre la
faena en plaza ciudadana con un metro de distancia.
<<¡Suficiente para no “volver a
tocar al niño”!>>
Tremendo cura el “Pepito” correoso. Ya
le veo con cinta métrica trucada midiendo entre él y su víctima (alargando el
brazo como Hitler a las tropas de exterminio.) En diana la distancia, hace que
juega con arco y flecha para simular las intenciones. Y es que hay que tener
mucho, muuuuucho cuidadin con estos “aterrizajes”. Ay Señor de las almas
descarriadas por campos humanos, peligrosos tus siervos ¡Señor! Y, todo esto,
en un pueblo pequeño de no más de 500 habitantes; salió de la era terrenal y
encontró el paraíso (¡con la casta hemos topado!) Ya se sabe, la inocencia
enternece a la bestia más allá de lo que vale. Luego pasa lo que pasa, al clero
le llueve la fama. . . ¡El ruso lo dijo!, la iglesia que no se transforma en
auditorio en manos del pueblo, biblioteca, casa de la memoria, laboratorio de
investigación, taller de carpintería, aula de pintura o teatro. . . ¡pues eso,
que no hay mejor vela que la que arde! ¡Jo, con la corte de los milagrosss,
tremenda soberbia!. Ay, ay, ay, miserable Pepillo!!!. Dio un portazo a la casa
de sus padres, al arado y la cosecha, y se dirigió hacia el árbol prohibido con
el evangelio del cielo en sus manos. ¡Ay el paaadre! Como se aprovecha el
“padre” de la inocencia, el cobardico!!!. Trillado y dejado como parva para el
ganado en beneficio de sus santos, haría con él, el mío. ¡Mira que salir del
coto de su camino, donde todo campo es orégano, qué necesidad con tanto
convento necesitado de confesor!
Los primeros encontronazos entre
sacerdote y municipio, hará poco más de dos años; arrancaron puertas y cerrojos
a partir de la poética biblia del cura (¡Las mujeres son muy putas, tened
cuidado!) ¡Pero bueno oiga, hasta ahí podríamos llegar, descarado
sinvergüenza!. Y una parte no sumisa de la comunidad asaltó el consistorio,
reuniendo los apóstoles con Pepillo Donoso el mentiroso. Pidiendo al
descarriado explicaciones sobre la frase escupida a los niños acerca de niñas y
mujeres (“se disculpó”), respondiendo <<¡que eran cosas normales!>>
¿Normalesss?. . .
¡¡A la hoguera!! Que por
mucho-mucho-mucho menos, la iglesia quemó a miles de mujeres en el mundo, a la
hoguera, que el juicio lo hizo público el pueblo!. Fuentes municipales
sostienen que el cura, “impedía por todos los medios”, la entrada de las
asistentas del Ayuntamiento a la casa parroquial.
O sea, ¡fíate de los curas Pepillo y
confiesa tus pecadillos! ¡Atrevete a decirle que llamaste cabrón al patrón! Sí,
dile que además de ruin y sanguijuela por cerrar la empresa y despedir a los
trabajadores, abrió una nueva sin ellos y con dinero del Estado, a otro nombre.
Eso, confiesa al deforme vividor tus penas, o acaso también tienes pecados que
confesar. . . ¿Qué dirá el santo Papa (¡ay el paaapa!) que vive en Roma; acaso
no ve el degüello de palomas, eh?, digo, al pelotudo que se esconde, al de la
navaja bajo faldones <<putas, todas putas>>. . . Pobre Virgen del
Camino bendita. Pobre Morenita y Rosario. ¡Ayyyy como te cojan todas ellas!
Mira que son unas cuantas miles por el mundo, incluida la de Fátima que otorga
milagros, puaf! Escóndete Pepillo que no te salva ni el trillo que quiso
ofrecerte tu padre!!!
El Consistorio pacense tilda de
“singulares” los hábitos educativos del religioso:
<<Le gustaba impartir la
catequesis con los menores de forma individual>>
¡Como te coja mi padre que está en el
cielo te lleva por perverso a las llamas, ayyy como te cojaaa!!!. Reconocen
también como “singulares, los rumores”, sobre los presuntos abusos sexuales de
José Donoso, que públicamente planean sobre el pueblo desde el año 2010.
Ñoooooo, y nos encontramos en el 2015!!!. Y es que según la ley (como ésto es
una democracia), pues eso, el “santo” José Donoso constitucionalmente hablando,
carece de antecedentes penales. ¡Anda claro, pertenece a los hermanos
claristos!.
<<¡Es la primera vez, lo juro ante
el santísimo, es la primera vez!>>
Dijo, el avispado tramposo, el deforme
vicioso. Jura y perjura el bellaco expulsado del firmamento ante el dios árbol
de las manzanas. La trayectoria del cura José Donoso Fernández, gravita sobre
la docencia en seminarios y otros centros frecuentados por menores. Licenciado
en Filosofía, trabajó como formador del Seminario Menor de San Antón de Badajoz
y ejerció como profesor de Geografía, Historia y Arte, en los Institutos de
Educación Secundaria (IES), en Castelar (Badajoz), Santiago Apóstol
(Almendralejo), y Albárregas (Mérida). Ya jubilado de su actividad en los
institutos, “acude por las tardes a distraer su mente”, a la parroquia Santa
Margarita de Mengabril, único “templo” de un pequeño municipio de 500
habitantes, adscrito a la Parroquia de San Sebastián de Don Benito, donde
reside para matar la fiebre tifoidea.
En su biografía colgada en la web del
templo de Mengabril, pude leer al escribir estas notas:
<<A Donoso le retiraron sus padres
de la escuela a los 11 años, para llevarlo a trabajar al campo, ya que era el
mayor de tres hermanos y se necesitaba su ayuda y no había medios para darle
estudios. . . ¡Pero no pudo ser! A los 16 años ya estaba abrasadito, devorado
por la fiebre, y la vocación llegó a bocajarro. Contempló sin marcha atrás una
pasión enfermiza, los faldones del sacerdocio le liberarían de la ráfaga
febril. Y se preparó solítico el mentado “con la enciclopedia Álvarez Segundo
Grado”.
O sea, que lo que se dice trabajar el
sujeto en cuestión, nada. Pasó de la familia, ¡y liberar la ansiedad!. Al
parecer se encontró con el diablillo dios, y juntos encontraron la solución,
¡descubrieron la enciclopedia Álvarez! Que al parecer Franco tenía como guiá
educativa, para hacer de los niños buenos falangistas católicos en espíritu
imperial. Y, desechó de un santiamén las manzanas del árbol piojoso, para pasar
a las alturas de los “templos del palacio de la educación” ¡Lanzose lobuno a lo
rabioso el cuitado ángel de la guarda sobre el fruto prohibido! Aún verde y
antes de que madurara sus ideas, gracias a la enciclopedia del saber!!!
Lo consiguió por obra y gracia del
espíritu nacional. Lo licenciaron en filosofía, ya que lo suyo era filosofar
con los más pequeñ@s sin distinción de sexo!!! De la primera temporada en el
paraíso, prefirió además de niños, niñas, ¡pero. . . descubrió que éstas le
rompían los esquemas!, no fueron lo suficiente sumisas. E inventó un nuevo
evangelio más poético que la constitución del heredero del dictador (“¡Las
mujeres son muy putas, tened cuidado!”), desde entonces no ha dejado de
filosofar.
Abundan en su haber las clases
individuales que son las que mejor le acercan el contacto con la sabiduría. . .
¿Cuántos siglos tienen que pasar para que nos demos cuenta de la infame tiranía
de los devotos al cielo de la nada?. Hipocresía de mentiras tan burdas son
difícil de creer, si no se deja oxidar la maquinaria humana interna que
llevamos dentro!. . . ¿Se imaginan el contacto en un bautizo, boda o entierro
con tales manos y pensamientos?. Hay padres que llevan a sus hijos a la “cueva
del lobo” aún a sabiendas, que éstas manadas, son lo peor del género humano. Y
lo que es aún peor, es que todavía aguantemos un Estado (teóricamente laico),
que ingresa miles de millones de los impuestos del ciudadano a una organización
degradada en su historia, mafiosa, sobrada de millones como lo es sin duda la
iglesia católica. ¿Cuándo vamos a dejar de pagar el impuesto (católico)
contrarrevolucionario?. El “Opio del pueblo” que señaló Karl Marx. .
. <<No es Dios quien crea al hombre sino el hombre a Dios, desvía al
hombre del único ámbito en donde le es realmente posible la salvación y felicidad,
el mundo humano, la religión suele tomar partido, pero no por las clases
desfavorecidas sino por la clase dominante.>>
!Ha sido el Obispo! (II parte)
La muchacha caminaba entre los recuerdos
vividos esa jornada, ensimismada en ellos y a punto de llegar a su casa, notó
sobre la espalda una garra. No le dió tiempo a girar la cabeza, dos cuerpos se
abalanzaron sobre ella; unos brazos herméticos la paralizó desde el cuello,
brazos y boca. En cuestión de segundos empujaron a la joven hacia el portal de
una vivienda que estaba abierta. La lanzaron contra el suelo con la boca hacia
abajo, y siempre tapada con la mano de uno de ellos.
<<Me bajaron los pantalones. . .
>>
Volcó la bestia sobre su cuerpo más que
nerviosa esquizofrénica en su propósito criminal. La pusieron de rodillas de
forma sádica. Agarrándola fuertemente las piernas la inmovilizaron entre ambos,
como un cuchillo desgarrando más allá de la piel. La muchacha cree haber hecho
de todo en su defensa. Pataleo, coces, codazos, grito, haber llorado, mordido,
y recibido, además de golpes de acero, toda una gama enfermiza de vejaciones
humillantes. En uno de los golpes notó algo muy duro en sus dedos.
<<Algo como un gran anillo. .
.>>
No supo más, perdió el conocimiento.
Llegó al hospital sangrando por la boca y aferrada a una cruz de oro (la
dijeron.) La policía hizo su presencia en el hospital. Le hicieron unas cuantas
preguntas, guardaron el crucifijo y los restos de sangre del violador; le
dijeron que había sido muy valiente, que las pruebas aferradas como trofeos a
sus manos eran de vital importancia.
Ya instalada en su casa tras varios
chequeos y análisis, trató de olvidar la noche de terror refugiada entre
libros. Pero una de esas noches, algo la inquietó nuevamente, y se negó a
seguir la monotonía de aquellas lecturas. Estaban hablando por televisión del
obispo de la ciudad; éste sonreía, hablaba a la prensa felizmente relajado, se
puso a escucharlo. La muchacha observó que lleva una venda que le cubría parte
de su mano derecha, y en la otra, un gran anillo de oro. Una chispa de luz
irradió su cabeza, la hizo subir el volumen acercándose al televisor para mejor
ver al enviado de Dios. Explicaba al entrevistador (morboso ante el vendaje),
cómo había sido atacado por un perro callejero la noche pasada. Indudablemente
mentía (pensó ella observándolo sin pestañear), mientras recreaba la escena
vivida de aquella noche. Poco a poco y sin dejar de pestañear ante el
televisor, su cuerpo empezó a estremecerse; una sensación de inquietud y sudor
empezó agobiar la paz interior que se había propuesto. Lo del dedo índice
vendado y el anillo coincidía (se dijo reflexiva.) Reprochándose así misma los
malos pensamientos, ¿pero, cómo puedo llegar a pensar. . . habré quedado
trastornada?, siguió repitiéndose. ¡Cómo podía ser un obispo el violador, es
imposible, sus amigas y familia la creerían loca!. Cuanto más le observaba en
la pantalla la inquietud la embargaba, su cabeza no paraba de dar vueltas a los
hechos. Una corazonada la invadió. Repentinamente se puso en acción, se había
decidido a comprobarlo. Telefoneó a familiares y amistades más cercanas. Les
contó sus reflexiones tras la aparición de aquella imagen por televisión, y
quedó en reunirse con todos para el día siguiente.
Un equipo se puso en marcha. Llamaron a
todos los hospitales para comprobar si un hombre la noche de los hechos, había
sido ingresado por una mordida de perro en un dedo de la mano. ¡Bingo! En una
clínica privada les dijeron que esa noche sobre las tres de la madrugada, un
sacerdote había llegado con el Obispo herido en una mano, por la mordedura de
un perro. Todo coincidía, el día, la hora, herida, dos hombres. . .
¿Obispo y cura sus violadores?
Amigas y familiares alucinaban, les
costaba creer a la muchacha, pero el silencio se rompió.
<<¡Hay que ir a por ellos cueste
lo que cueste!>>
(Había pruebas contundentes para
meterlos en la cárcel)
<<¡Hay que llamar a la
policía!>>
Había que informarles del ingreso en la
clínica, de la violación, será fácil comprobar el ADN, el trozo de carne de su
dedo, pelos, sangre, restos de semen. . .
Al día siguiente un comisario la llamó
para que pasara por la comisaria, se presentó con un amigo abogado, la
intención, hacer una declaración inculpando al Obispo y al sacerdote que le
acompañó en la clínica. El Comisario escuchó su versión. Después, dijo, que a
su pesar, las pruebas recogidas en el hospital habían desaparecido.
<<¿Queeeeeeeeeeee?>>
Aseguró que el Obispo tenia un testigo
de cómo había sido mordido por un perro: el sacerdote de la catedral le
acompañaba esa noche, él mismo lo llevó a la clínica.
<<¡Pero ese cura no es un testigo,
es un violador!>>
Gritó la joven. Y el comisario los
despachó sin más contemplaciones, diciendo que fueran al juzgado si lo
consideraba más oportuno. Y, ya visto lo visto, hasta la ley (¡hay Señor!), del
Obispo, sin muchas esperanzas. . . ¡Por supuesto que lo iban a denunciar!
También al cura de la catedral en complot con el Obispo, por lesiones, por
mentiroso, por violadores, y a la policía por la “pérdida” de pruebas
contundentes, por encubridora, y al hospital también, por la “pérdida” de la
esencia definitiva.
Dieron una rueda de prensa para
denunciar públicamente los hechos acontecidos. La noticia apenas tuvo eco en
los medios, a los pocos días se olvidó la persecución, el acoso, abuso de
cohecho y, hechos que evidencian la violación fuera del campo de estrellas de
la biblia que lo ampara, salvo el manzano podrido. Ningún periodista llamó.
Estaban muy ocupados en el pleno del ayuntamiento, donde unos a otros se
llamaban corruptos, eso sí es noticia. Y, las denuncias en el juzgado quedaron
arrinconadas en algún cajón, de algún despacho. . . Una duda le vino a la
cabeza (la joven seguía torturara), ¿y si quedo embarazada? ¡Dios, como se
entere mi madre me mata!.
¡¡Ha sido el Obispo!!
PD.
El ex Obispo de Brujas, admitió que los
tocamientos sexuales (a ambos sobrinos, entonces de 12 y 13 años) se produjeron
«varias veces al año. Al final, los tocamientos sexuales se convirtieron en una
costumbre. Sabía que lo que estaba haciendo no era bueno. . . Sí hubo
tocamientos de los miembros viriles, pero nunca hubo sexo violento, fue sin
malicia”
El Obispo José Luis Amezcua (de Colima),
aseguró en los medios que el “padre” Odon Serratos Sepeda no es pederasta, pues
la pedrerastría sólo se da entre un barón adulto y un niño nada más. . . ¡la
jovencita ya tenía 15 años!
. . . El abogado preguntó al arzobispo
Robert Cunningham si, a los ojos de la iglesia, un niño abusado sexualmente por
un sacerdote ha cometido un pecado. . . “El niño es culpable, tiene parte de la
culpa de ser violado”, dijo Robert Cunningham el 14 de octubre de 2011. Más
tarde, en la audiencia, quiso retractarse diciendo que tendría que conocer qué
papel jugó el niño. . . ¿acaso el chico alentó al sacerdote, o consintió de
alguna manera?”, dijo Cunningham.
. . . «Puede haber menores que sí lo
consientan y, de hecho, los hay. ¡Hay adolescentes de 13 años que son menores y
están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo, incluso si te descuidas
te provocan!. Esto de la sexualidad es algo más complejo de lo que parece»
(Obispo de la isla de Tenerife, Bernardo Álvarez Afonso.)
Maité
Campillo (actriz y directora de teatro)
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