martes, 15 de febrero de 2022

LA DERECHITA

LA DERECHITA

JOSU AIZPURUA

La derechita nunca fue cobarde, más bien osada al poner de presidente a un gañán del tamaño de M Punto, causante de todos los desmanes del presente.

Metidos en su globo, la derechita se resiste a ser derecha UE y se aferra a un pasado inexistente, al centralismo en un territorio diverso, y a la utopía de su nación supremacista que muerde a sus iguales y luego les pide vertebración.

El 20% de derecha machota, ni aporta ni aportará nada al futuro del Estado. Prietas sus filas irá descubriendo sus pensamientos y arruinando sus posibilidades.

El pacto, europeísta, PPSOE, es suficiente para impedir el acceso al Poder de quien no quiera seguir los cauces democráticos y venda mercancía averiada. La utópica sociedad de Abascal no tiene cabida en la UE de los fundadores del acero y el carbón.

El reventón de Castilla La Vieja, a la que le arrebataron su motor, Madrid, y le adosaron a la histórica León, mientras mantenían a Santander, Rioja, sin su CV histórico, en una uniprovincialidad lacerante para los leoneses, es otra muestra de que la Constitución78 era un tente mientras cobro, y que ya no aguanta más. Vive en una degeneración galopante y ante los retos demuestra su inoperancia.

¿Pero se puede vivir así? Con un rey en exilio por chorizo, con otro en casa sin chicha ni limoná, arruinados, sin capacidad productiva y viviendo del cuento del turismo.

Es urgente la regeneración.

Toda nueva era parte de la libre inclusión y diseño constitucional. En el 78 no se hizo así y se impuso una Norma sin alternativa. El refrendo popular, que en mi país no se produjo el SI, fue una comedia entre una ciudadanía ayuna de sentido político y de información veraz.

Hoy sabemos de que va esto, y desde Internet podemos ilustrarnos; es necesaria la revisión constitucional, la libre adscripción a Territorios más reales, y la vertebración, libre, de esa resultante en la que los 42 años constitucionales han supuesto decepción.

De Canarias, a la casta le importa un higo su futuro que, en el tablero internacional, es ya más del Sultán que del hispano. Y además cuando algo se hace en ella, el Sultán lo mejora como en el tomate. No hay salida para el rústico porvenir que la metrópoli plantea a los canarios y es necesario que otro paradigma tecnológico y fiscal se implante en nuestras islas. Si son patatas, las produce mejores y más baratas el Sultán.

Oigo el estertor de un territorio que no supo ser, y que los sordos de su derecha, ni ven ni oyen. Las hienas de los Lobbies lo despedazan poco a poco.

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