EL DESPROPÓSITO DE LAS SANCIONES A RUSIA EN
MATERIA DE SEMICONDUCTORES
DAVID BOLLERO
Las sanciones en
materia de semiconductores pueden dañar
aún más el mercado global. (Pixabay)
Una de las sanciones que EEUU pretende imponer a Rusia tras el estallido de la guerra en Ucrania es el acceso a los semiconductores. Este movimiento evidencia, una vez más, la evolución que han tenido los conflictos bélicos en este siglo, encaminándose más hacia la tecnología, ya sea con una deriva de ciberataques –como hemos visto semanas atrás- o buscando cortar suministros.
La industria de los semiconductores vive una crisis de desabastecimiento desde 2020 que ha puesto en jaque a los mismos EEUU, que están destinando miles de millones de dólares a recuperar la soberanía tecnológica, entregada décadas atrás a Asia por una cuestión de abaratamiento de costes.
Si a esos problemas
en las cadenas de suministro se añaden las sanciones cortando el suministro de
semiconductores, sobre el papel no sólo Moscú podría pasarlo mal desde la
óptica industrial y de defensa nacional sino que, sacada del mercado Rusia,
habría más semiconductores para repartir. Sin embargo, como veremos más
adelante, esto no es del todo así.
Para poder llevar a
término esta sanción, la Administración Biden podría presionar a las empresas
estadounidenses que tienen fondos rusos o a directivos rusos en sus consejos de
administración. Otra de las medidas sería amenazar con sacar de las Bolsas
americanas a las empresas rusas o, directamente, prohibir exportaciones no sólo
de hardware, sino también de software, como el sistema operativo Android.
¿Cuáles son las
empresas con las que podrían jugar EEUU
la Unión Europea para sancionar a Rusia? En el primer caso, Nvidia,
Intel, AMD y GlobalFoundries, mientras que en Europa se encuentran Infineon y
STMicro. Podrían unirse también TSMC (Taiwán) y Samsung (Corea del Sur), es
decir, dos de los principales fabricantes del mundo y que podría terminar por
desequilibrar la balanza.
¿Es realista este
tipo de sanciones? Tan realista como temerario, porque algunas de las materias
primas con que las empresas arriba mencionadas fabrican sus procesadores
proceden de Rusia, como es el caso del paladio, del que suministra el 45%
mundial y se emplea en chips, memorias y sensores, así como el escandio, una
tierra rara también empleada en los procesadores. La respuesta desde el
Kremlin, como es de esperar, será el ojo por ojo, diente por diente.
Se suma otra
complejidad añadida deriva de esta guerra y que afecta de pleno a la industria de
los semiconductores: Ucrania es uno de los principales suministradores de gases
C4F6, neón, argón, criptón y xenón que se utilizan en la producción de
semiconductores. Sólo de gas neón, Ucrania suministra el 70% de la capacidad
mundial, por lo que si se ve afectado ese sector o, directamente, pasa a ser
controlado por Rusia, buena parte de los fabricantes sufrirán desabastecimiento
y tendrán que alterar sus cadenas de suministro. En el caso de EEUU, la
situación es aún peor según los datos que maneja la empresa de estudios de
mercado Techcet, que sostiene que el 90% del neón que utilizan las empresas
estadounidenses para fabricar semiconductores procede de Ucrania y el 35% del
paladio, de Rusia.
Lo que ya parece
inevitable es un aumento del coste de la producción de obleas para
semiconductores. De hecho, cuando en 2014 se produjeron los enfrentamientos que
desembocaron en la guerra que hasta ahora se ha librado en la región este de
Ucrania, el precio del neón se disparó un 600%.
Este tipo de gases
se están utilizando en los procesos de producción de última generación a escala
de 5 y 7 nanómetros, especialmente en los que utilizan litografía ultravioleta
extrema. TSMC y Samsung son las compañías con tecnología más puntera en este
ámbito, ya en producción. Otras como Intel, andan todavía peleándose para poder
sacarla al mercado. Además, esta tecnología también es utilizada por
fabricantes de memoria NAND Flash, sumándose a la lista de fabricantes
damnificados Marvel.
Como efecto adverso
de este tipo de sanciones de cara a EEUU, además, aparece una todavía mayor
confraternización de Rusia con China, toda vez que Moscú habría de mirar a
Pekín para suplir sus carencias tecnológicas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario